EL PAíS › EL ENFRENTAMIENTO ENTRE LOS DOS CANDIDATOS DEL SOCIALISMO

Para pelear por una banca nacional

De no mediar acuerdo, situación que parece prevalecer, Norberto La Porta y Héctor Polino deberán enfrentarse en una elección interna para dirimir quién competirá como candidato socialista a diputado nacional.

NORBERTO LA PORTA, TITULAR DEL PS
“El partido me está apoyando”

Por Miguel Jorquera
Norberto La Porta ganó la última interna por la conducción porteña del Partido Socialista y acordó con el sector que lo confrontó su candidatura a diputado nacional, pero surgió un competidor: Héctor Polino. El actual legislador, que llegó a su banca en la boleta ibarrista de Fuerza Porteña, no quiere volver a atar al PS como “furgón de cola” de ninguna alianza electoral, propone ir solo a las elecciones de octubre para “recuperar la identidad partidaria” y formar un frente más amplio para el 2007.
–¿Puede haber consenso con Polino?
–Yo desearía que hubiera acuerdo. Porque me parece que él ya lleva un tiempo importante en el Congreso, hace doce años que él es diputado. No es un capricho lo mío ni estoy cometiendo una injusticia. Creo que tengo derecho a la aspiración de representar a un partido que al día de hoy me está apoyando en esta candidatura. Creo que tengo una trayectoria que justifica, lo digo con toda modestia, que yo pueda ser candidato.
–¿Por qué los socialistas van solos en Capital Federal?
–Creo que, en la ciudad, nadie habló tanto con tantos sectores como yo en los últimos tiempos: con kirchneristas, radicales, del Frente Grande, comunistas. Con todo el mundo. En el centroizquierda no es fácil el entendimiento. No existe esa facilidad que existe en la derecha, donde siempre están de acuerdo. Acá es más difícil, pero seguiremos trabajando. Se está trabajando bien con el grupo Rosario, haciéndolo con mucho tiempo, generando una expectativa que me parece que es válida. Si no nos encontramos ahora nos encontraremos en el 2007.
–Algunas encuestas le asignan al conjunto de la izquierda entre el 12 y el 15 ciento de los votos porteños, pero en forma separada a ninguno de los partidos le alcanzaría para obtener una banca.
–No comparto la visión de esos encuestadores. Una encuesta de ese tipo, sobre la intención de voto en la Capital Federal, en un sector habla de otros y señala un 25 por ciento, sin decir quiénes son los que están en ese 25. Me parece que eso indica una posibilidad mucho mayor.
–¿La experiencia de Fuerza Porteña fue frustrante?
–Todas las experiencias anteriores nos dejan una gran lección y, al mismo tiempo, una cierta desilusión: el Frepaso, la Alianza. Lugares de donde hemos tenido que irnos con fuertes disidencias. La verdad es que nunca nos aceptaron en igualdad de condiciones en la toma de decisiones. No queremos repetir esa experiencia. Estamos dispuestos a avanzar hacia una nueva alternativa de centroizquierda. Pero esta vez queremos hacerlo con algunas condiciones: no queremos ser furgón de cola de nadie, nunca más.
–¿No teme que después de Cromañón el socialismo sea castigado electoralmente por haber formado parte del gobierno de la ciudad?
–No, porque hemos tenido una actitud muy clara. No prestarnos a lo que aparecía como un intento tendiente a desestabilizar el gobierno de la ciudad. Macri venía por todo en ese momento. Pero no dejamos de señalar que la Justicia tiene que actuar hasta las últimas consecuencias. Me parece que eso, en términos generales, el porteño lo entiende bien. No vamos a ser nosotros los que defendamos a quienes la Justicia diga que tienen responsabilidades, pero tampoco vamos a ser nosotros los que nos arroguemos el papel de jueces, no es nuestra función.
–¿Quiénes estarán en la vereda de enfrente en la campaña del socialismo?
–Muy claramente los sectores que hoy se identifican con la propuesta de derecha, que en la ciudad el representante mayor es Macri.
–¿Esto incluye al kirchnerismo o no?
–Ha estado muy bien en la resolución del tema de la Corte, actuó bien en la problemática de los derechos humanos y a pesar de que se cumple con todos los vencimientos, ha tenido una actitud distinta en el tratamiento de la deuda externa. Pero también hay algunas cosas que el Gobierno tiene que aclarar rápidamente: las imputaciones de corrupción, todo lo relacionado con la pobreza y la exclusión social. Eso de querer ser plebiscitado no es bueno para la salud de la república y que dejen de pensar que el Congreso tiene que ser un mero espectador y cumplidor de las órdenes del Ejecutivo.


HECTOR POLINO, ACTUAL DIPUTADO NACIONAL
“Debemos forjar alianzas”

Por M. J.
Héctor Polino lleva 12 años como diputado nacional. Llegó al Parlamento con la Unidad Socialista y renovó sus mandatos en las listas que el socialismo selló con el Frepaso y el ARI. Hoy descree de esos acuerdos atados a los “personalismos” de Carlos “Chacho” Alvarez y Elisa Carrió, pero insiste en que el PS no debe ir solo a la elección y apoya la creación de un frente de izquierda alrededor de un “programa común”. Si no hay acuerdo competirá con La Porta por la candidatura del socialismo porteño.
–La Porta aparecía como el candidato de sectores importantes del socialismo. ¿Se pueden consensuar las candidaturas?
–Siempre fui precandidato del partido. Lo que pasa es que La Porta se autoproclamó candidato del partido sabiendo que yo iba por la reelección.
–¿Entonces habrá internas o todavía puede haber un acuerdo?
–Siempre se puede consensuar. Pero hasta este minuto hay elecciones el día 7 de agosto. Es importante que los afiliados decidan, sobre todo en una interna abierta en la que participen los ciudadanos independientes.
–¿Es sólo una cuestión de nombres o una diferencia doctrinaria?
–En todos los partidos socialistas del mundo hay corrientes de opinión y yo represento una corriente de pensamiento que está vinculada a la formación de frentes de izquierda. Miramos con mucha simpatía el proceso uruguayo con el Frente Amplio, en Chile con la Concertación Democrática, en Brasil con el PT y la Argentina no puede ser una excepción.
–¿No hay acuerdo en esta postura?
–La Porta ha proclamado que el partido tiene que ir solo a elecciones y yo creo en las expresiones como el movimiento que ha surgido en Rosario donde están los socialistas de Santa Fe, que en estas elecciones hacen una alianza con el radicalismo, y los socialistas de la provincia de Buenos Aires que han hecho una alianza con Izquierda Unida. En esta elección tenemos que hacer un esfuerzo para que en todos aquellos distritos, donde hay condiciones, forjemos una alianza amplia de la izquierda democrática y que sea la gran alternativa para ofrecerle a la ciudadanía en el año 2007.
–Después de Cromañón, ¿los ciudadanos porteños podrían castigar electoralmente al PS por su alianza con Aníbal Ibarra?
–No. Creo que no. La ciudadanía lo que puede castigar son las actitudes asumidas frente al tema de Cromañón, cuando nuestros compañeros se opusieron a la interpelación y votaron por la abstención.
–¿Cómo se soluciona la fragmentación del centroizquierda?
–Cuando nos pongamos de acuerdo en generar espacios de discusión democrática y tomar esas decisiones democráticamente, sin transferirlas a un líder carismático circunstancial como cuando fue el Frente Grande con Chacho Alvarez, cuando fue el ARI con Carrió.
–¿Con quiénes conformaría ese frente que usted propone?
–Con todos los sectores políticos y sociales que se enfrenten al modelo conservador y neoliberal, y que plantean la sustitución del sistema capitalista por otro fundado en nuevos valores: solidaridad, esfuerzo propio, ayuda mutua, participación, justicia y libertad.
–Las encuestas le dan a toda la izquierda entre un 12 y 15 por ciento de la intención de votos. Pero hasta ahora no hay unidad.
–Porque hay sectores dogmáticos, sectarios que conspiran contra esto. Yo estoy abierto al diálogo y el consenso sobre la base de una coincidencia programática. Podemos hacer muchas cosas. En primer lugar lograr del Gobierno una redistribución del ingreso; una reforma impositiva que grave el capital y no el consumo, y reestructurar los organismos del Estado.
–¿Quienes serían los adversarios políticos de estas ideas?
–Sin duda la derecha política representada por Mauricio Macri.
–¿Usted también pondría al oficialismo en la otra vereda?
–Actuaríamos en una actitud diferenciada del Poder Ejecutivo. La izquierda no puede permitir esta renegociación de los contratos con las empresas privatizadas que lleva a cabo el gobierno actual ni admitir que en un país que hay superávit fiscal y crecimiento del PBI, la mayoría de la población continúe en la pobreza.

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