EL PAíS › NUEVO TITULAR PROVISIONAL DEL SENADO

Pampuro Presidente

Kirchner premió al ex ministro por su lealtad. Quedará tercero en la línea sucesoria. Deberá comandar un cuerpo con figuras encumbradas como Cristina Kirchner, Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Reutemann y Chiche Duhalde.

 Por Diego Schurman

Se demoró en llegar. Pero finalmente el premio que esperaba José Pampuro por los servicios prestados llegará el 22 de febrero. Ese miércoles, el hombre que tanto tuvo que ver con el arribo de Néstor Kirchner a la Casa Rosada será consagrado presidente provisional del Senado. O, dicho de otro modo, quedará tercero en la línea sucesoria del poder, un lugar que el historial no reservaba para un bonaerense.

Kirchner le manifestó su deseo de galardonarlo en noviembre, un mes después del indiscutido triunfo del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires. Pampuro, aceptando otro desafío que le impuso el Presidente, acompañó a Cristina Kirchner en aquella cruzada contra el duhaldismo.

Ahora, asumir la presidencia provisional del Senado resulta una bocanada de oxígeno para este médico de 57 años. Muchos recuerdan sus primeros pasos en el Gobierno, haciendo cumplir desde el Ministerio de Defensa la orden de descabezar a las cúpulas militares. “Me mandaron a Siberia”, decía a sus íntimos por el destino y la poco grata tarea que le había asignado Kirchner.

Pampuro imaginaba entonces un despacho con mayor sosiego. Había sido una pieza clave en la construcción de la candidatura del santacruceño, aun cuando la mayoría del peronismo bonaerense dudaba de esa empresa. Era secretario general de Duhalde, su amigo Duhalde, y había puesto toda la carne al asador a favor de Kirchner. El tiempo lo hizo mutar de emisario y lugarteniente de uno, a hombre de extrema confianza del otro.

El Presidente no lo llama Pampurito, apodo que se ganó por su breve humanidad. Tampoco apela al error generalizado de Pampurro, así, con doble “r” (pese a que algunos legisladores –como Miguel Angel Pichetto– aseguran que una “r” se le perdió en el viaje de Italia a la Argentina).

Mucho menos el protocolar José Juan Bautista Pampuro. Prefiere el familiar “Pepe” o el querendón “mi sargento”, por su derrotero en la cartera de Defensa.

–Pepe, quiero que seas presidente provisional del Senado –fue la sencilla frase con la que el Presidente le cantó la buena nueva.

Puede que su fama de apocalíptico siga intacta. Pero desde ese caluroso día de primavera a Pampuro se lo ve sonriendo y con un optimismo que desborda. Hasta se anima a alguna humorada imaginando, gira de por medio de Kirchner y su vice, Daniel Scioli, el día en que efímeramente se convierta en presidente de la Nación.

Desde aquella propuesta, el hombre que por su lealtad a Kirchner prácticamente sacrificó años de afecto, partidas de ajedrez y mates compartidos con Duhalde, comenzó a moverse con pericia en el Senado, un ámbito que hasta la actualidad le era ajeno y que ahora deberá catapultarlo formalmente como su presidente provisional.

Carlos Reutemann (Santa Fe), Rubén Marín (La Pampa) y Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) son sólo algunos de los senadores con los que ya mantuvo contactos informales. Indefectiblemente, tendrá que reunirse con Carlos Menem (La Rioja), enemigo íntimo del duhaldismo, y también con Chiche Duhalde, a quien enfrentó por primera vez en las urnas luego de décadas de haber compartido hasta la intimidad familiar.

Pampuro sabe que reúne consenso y que el miércoles 22 pondrá al Senado sello bonaerense, cuando ese rótulo estaba únicamente reservado para quien ocupara la presidencia de Diputados. En la actualidad, el tercero en la línea de sucesión es el chubutense Marcelo Guinle, alguien que ha sabido hacer culto al bajo perfil.

No ocurrió lo mismo con otros senadores que ocuparon ese estratégico lugar, como Eduardo Menem, en su caso durante mucho tiempo segundo en la línea sucesoria, ya que su hermano Carlos se quedó sin su vicepresidente del primer mandato, nada más y nada menos que Duhalde. También pasaron por la presidencia provisional del Senado los misioneros Mario Losada (UCR) y Ramón Puerta (PJ). El espacio que Pampuro ocupa en el universo K, o mejor dicho, la confianza que el Presidente deposita en el ex ministro se revela en su participación en encuentros internacionales. Kirchner lo subió al avión en sus recientes viajes a Brasil, donde tuvo lugar la cumbre con Lula y Hugo Chávez, y a Bolivia, para la asunción del dirigente cocalero Evo Morales.

Claro que la confianza no impide alguno que otro zarandeo menor del Presidente, exigente en esto de los silencios de sus hombres. Dicen que en pleno vuelo, hace no mucho, Kirchner fue directo y a paso firme hacia su humanidad. Por la cara y por la fecha, Pampuro se dio cuenta de que no era para felicitarlo por su cumpleaños. Ni para hablar de Racing o San Lorenzo, los equipos de los que son hinchas.

Testigos de aquel encuentro relataron que el mandatario se dio cuenta de que no era la persona con la que se tenía que enojar. Como dijo un colega, aunque de inocente Pampuro tenga sólo la fecha de nacimiento –es un capricorniano del 28 de diciembre–, convenció al mandatario de su más férrea lealtad, la misma que promete asumir en los próximos días como presidente provisional del Senado.

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Pampuro será galardonado el 22 de febrero con un puesto clave.
Imagen: Bernardino Avila
 
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