Un centenar de guardapolvos blancos fue el telón del homenaje que Ctera rindió, al cumplirse treinta años del golpe, a los docentes desaparecidos durante la dictadura. Con la presencia de varias figuras de la cultura y de autoridades educativas, el acto recordó a los maestros perseguidos por el terrorismo de Estado y reivindicó la necesidad de fomentar el debate sobre aquella época dentro de las aulas. “Después del último culatazo, la tiza siguió su trazo sobre el pizarrón donde volvió a escribirse: libertad, justicia, solidaridad, compromiso”, expresó el secretario general del gremio, Hugo Yasky.

El comienzo estuvo a cargo de tres docentes que fueron secuestrados en 1976 y compartieron su experiencia frente a las 300 personas que se acercaron a la sede del sindicato. “En el calendario escolar figura que el 24 de marzo hay que hacer clases alusivas, pero ni siquiera entre los propios docentes se discute qué pasó ese día y por qué se dio el golpe. Este encuentro tiene que servir para eso: para que los docentes puedan reconstruir ese fragmento de historia y puedan, luego, debatirlo con los alumnos”, señaló Enrique Fukman, detenido por una patota de la ESMA en 1978. Si bien reivindicó el avance que se experimentó durante los últimos años en la defensa de los derechos humanos, planteó la necesidad de llevar la discusión a las escuelas.

Maestro secundario, ex militante de Montoneros, Fukman fue uno de los seiscientos docentes secuestrados durante la dictadura, muchos de ellos actualmente desaparecidos. “No sólo había que eliminar físicamente a quienes levantaran la voz. Había también que paralizar a quienes prestaran oídos. Y son las aulas los espacios concebidos para levantar la voz y de prestar oídos. Esto explica la saña con que cayeron sobre los que habitaban esas aulas. Ni hablar del número lamentablemente mayor de estudiantes que corrieron la misma suerte”, manifestó sobre el tema Yasky.

En el acto participaron la secretaria de Educación porteña, Roxana Perazza, y representantes de la Unión de Trabajadores de la Educación de la Ciudad de Buenos Aires. El actor Alfredo Alcón le dio voz a una carta que el cantante Víctor Heredia le escribió a su hermana desaparecida. “Te añoro así, tan zapatito blanco, tan trenza y guardapolvo inmaculado. Todavía te espero. Como deben esperar tantos a otros, piecitos inmaculados camino al cielo de los que jamás se irán de la memoria. Te escribo esta carta y es como si me estuviera enviando una postal al alma, porque allí está tu casa desde aquel 22 de junio de 1976, cuando la dictadura supuso que podría vencerte”; el tono grave resumió así algunas de las líneas que lograron llevarse uno de los aplausos más emotivos de la jornada.

Para finalizar, recordaron a los dirigentes de Ctera desaparecidos, Marina Vilpe, Eduardo Requena e Isauro Arancibia, quien además será homenajeado en su provincia, Tucumán, el viernes 24. Como parte de las actividades organizadas por Ctera para esta fecha, saldrá una publicación especial en la que colaborarán, entre otros, José María Pasquini Durán, Estela Carlotto, Norberto Galasso, Alcira Argumedo y Nora Cortiñas.