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Blumberg caminó por Villa Fiorito con la guía del piquetero Castells

Encabezaron una marcha en la que se pidió “seguridad para los pobres” y por la “aparición de Julio López”. El ingeniero criticó al ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian.

 Por Werner Pertot

Detrás de una decena de carretas de cartoneros, el dirigente piquetero Raúl Castells logró que recorrieran las calles de Villa Fiorito un grupo un tanto contrastante: el capocómico Nito Artaza, la dirigente de Unión por Buenos Aires Patricia Bullrich, el ex embajador menemista en Estados Unidos Diego Guelar y el posible candidato a gobernador bonaerense por PRO, el ingeniero Juan Carlos Blumberg. El líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) los unió tras la consigna “seguridad también para los pobres y aparición con vida de Julio López”. Blumberg aprovechó la desaparición del albañil para reclamar la renuncia del ministro de Seguridad, León Arslanian. En el entorno del funcionario salieron a responderle casi al instante (ver aparte).

Mezclados entre algunos centenares de piqueteros y familiares de víctimas del gatillo fácil –entre otros, estaba Jounes Bshier, el padre de Leila Nazar, una de las chicas asesinadas en Santiago del Estero–, los políticos partieron del Puente La Noria y atravesaron las calles de tierra, esquivaron los autos destartalados y cruzaron un arroyo de basura y botellas. El olor del Riachuelo lo inundaba todo.

–Vení, Patricia, al lado de Nito. Aunque no sé si aceptás compartir con un radical –la llamó Castells a Bullrich, que lucía un impecable trajecito gris y un pendiente brillante. Artaza no se quedó atrás al recibirla:

–Si tenés frío, le digo a Castells que te preste el poncho.

La ex ministra de Trabajo de la Alianza justificó su presencia en una movilización piquetera: “En este caso, se pidieron los permisos pertinentes. Con lo que no estoy de acuerdo es con la prepotencia”. Castells también explicó su invitación a Blumberg: “No apoyamos su posición de centroderecha. Ni con Blumberg ni con Kirchner vamos a hacer nada en política”. Cerca de ellos, Guelar –actual secretario de Relaciones Internacionales del partido de Mauricio Macri– caminaba entre los cartoneros con su habitual bastón. “Todo indica que asesinaron a López y mañana podría venir un grupo de ultraizquierda y hacer lo mismo. La Argentina ya pasó por la violencia de un grupo y del otro”, opinó.

De traje, con un sobretodo verde oscuro y con dos guardaespaldas que no se le separaban un centímetro, Blumberg volvió a postergar una definición sobre su candidatura para después del juicio de Axel. “Lo voy a analizar”, insistió. El ingeniero rechazó que formen parte de su custodia los ex policías Mario Attardo y Lidia Seimandi, acusada de encabezar un circuito de recaudación ilegal. “Lo que ocurre es que hay muchos policías que nos traen informes. Y muchas veces son ciertos”, argumentó.

“Fui a las casas de muchos de los que están exonerados. Lo primero en que me fijo es la heladera, el televisor. Así uno sabe si están en la joda. Y no es el caso. Este echó al boleo”, disparó en dirección a Arslanian. “Lo de López nunca tendría que haber sucedido. Se le tendría que haber brindado custodia. ¿Por qué no la tenía? Porque no les interesa. Arslanian, si tuviera un poco de vergüenza, renunciaría”, exigió. Luego volvió a su discurso habitual: “Necesitamos urbanizar las villas, en donde se refugian los delincuentes”. “Y no empecemos con la probation, en que los delincuentes matan y después van a limpiar hospitales”, fustigó.

Por la presencia del ingeniero en Villa Fiorito, la Correpi empapeló el barrio con afiches que decían: “La seguridad que quiere Blumberg es militarizar las calles de nuestros barrios. Quieren villas urbanizadas que faciliten el trabajo de escuadrones de la muerte”. “¡¡Desde el Gobierno pegaron afiches con una bota militar, como si éste fuera un acto de la dictadura!!”, fue la respuesta de Castells.

–Pero la Correpi no es kirchnerista –apuntó Página/12.

–Esas son opiniones –descartó el dirigente.

“Les pedimos a los muchachos que están delinquiendo que no roben una zapatilla y que vengan a luchar contra los que gobiernan”, pidió, por su parte, Castells, quien finalizó: “Aunque tenemos un montón de diferencias, le agradecemos a Blumberg por su presencia”.

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El piquetero Raúl Castells junto a Juan Carlos Blumberg en Villa Fiorito.
Imagen: Arnaldo Pampillón
 
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