EL PAíS › HOMENAJE A EVITA Y LANZAMIENTO DE LA CANDIDATURA DE JOSE MANUEL DE LA SOTA

Por un país para los ricos y los pobres

El gobernador cordobés habló como precandidato a presidente por el PJ y dijo que nada será fácil pero “todos unidos triunfaremos”. La movilización fue grande pero lamentaron la falta de gobernadores. Estuvieron Barrionuevo, Quindimil, Yoma y Capitanich.

 Por Mónica Gutiérrez

“Queremos construir un país donde nadie esté en contra de que cada día haya más ricos, y donde todos estemos en contra de que cada día haya más pobres.” Con esta frase, pronunciada al promediar su discurso, José Manuel De la Sota envió un mensaje directo al establishment, porque fundamentalmente aspira a convertirse en su candidato. El acto que presidió ayer en Córdoba en conmemoración de la muerte de Eva Duarte de Perón convocó cerca de veinte mil personas, aunque los organizadores del justicialismo cordobés hablaron de 50 mil. Los operadores delasotistas intentaron minimizar la ausencia de gobernadores, argumentando que no se trataba de un acto hacia la interna. Sin embargo, los asesores de la agencia de comunicación contratada especialmente para la campaña fueron quienes calibraron todos los detalles. El palco tuvo dos figuras controvertidas en los extremos –el senador Luis Barrionuevo y el fiscal de Estado Domingo Carbonetti– y algunos nombres de peso, como Jorge Yoma, Jorge Capitanich y Manuel Quindimil, presidente del PJ bonaerense.
Barrionuevo fue contundente con respecto a Menem: “Se tiene que bajar de la interna”, opinó. Con Valeria Lynch incluida que cantó “No llores por mí Argentina”, el acto costó más de 200 mil pesos. El escenario instalado en el Parque Sarmiento de la capital cordobesa fue imponente. Alrededor de cien dirigentes “notables” acompañaron a De la Sota en el palco, que tenía a su derecha el monumento de Eva Perón de tres metros de altura. En primera fila estuvieron, además de Olga Ruitort, Herminda Luján Duarte y Cecilia Eva Alvarez, hermana y sobrina de Eva. La presencia de intendentes y diputados de la provincia de Buenos Aires, legisladores porteños y funcionarios de segunda y tercera línea del gobierno nacional no dejaron muy conforme a la mesa chica del delasotismo. El propio De la Sota llamó a su ministro Carlos Caserio y a la senadora Beatriz Halak cuando el locutor leyó la lista de los presentes VIP y les reprochó que estaba incompleta. No habían sido nombrados la ministra Graciela Camaño ni el senador Luis Barrionuevo, que llegaron a pocos minutos de comenzar el acto. También estuvieron diputados y senadores nacionales de Entre Ríos y de Jujuy, el jefe del bloque justicialista en la Cámara baja, Humberto Roggero y José María Díaz Bancalari, con quien De la Sota ya firmó el acuerdo de respaldo. En el entorno oficial atribuyeron la ausencia de Julio Halac, intendente de La Plata, a que “está de viaje” y no explicaron la de Alberto Balestrini, cabeza del justicialismo en La Matanza.
De la Sota leyó su discurso y, aunque más largo, repitió lo que había esbozado el día de su lanzamiento, hace una semana. “Si en vez de cavar trincheras que nos dividan no nos decidimos a construir puentes que nos unan, no habrá patria, no habrá paz, no habrá soluciones”, arengó. “Precisamos lacultura del trabajo con más urgencia que un préstamo internacional (...) rompimos nuestros compromisos y algunos hasta celebraron cuando lo hacíamos, tan mal estamos”, dijo De la Sota, en clara alusión al efímero ex presidente, Adolfo Rodríguez Saá. Al final del mensaje, el gobernador cordobés se puso el traje de candidato y gritó que “nada será fácil, pero todos unidos triunfaremos y construiremos un país donde Eva Perón no haya vivido en vano”. Al llegar al acto, Yoma se refirió a la ausencia de mandatarios provinciales: “Están priorizando las administraciones de sus distritos y cuanto más puedan dilatar el conflicto político que pueda generar problemas en las provincias, mejor”, interpretó y dijo del gobernador de Córdoba que “va a convocar a miles de peronistas que no se sienten contenidos por la actual burocracia partidaria”.
En diálogo con Página/12, el intendente de Lanús, Manuel Quindimil, también habló de De la Sota: “Es un candidato con trayectoria, con buena imagen, creo que el partido no tendrá inconveniente en apoyarlo, aunque hay que pasar una interna”. Hizo un discurso enfervorizado en el acto, pero no se jugó en forma tajante por la postulación: “Si hay que votar a De la Sota en la provincia de Buenos Aires lo vamos a votar”, respondió, consultado por la decisión de Felipe Solá de desdoblar las elecciones en la principal provincia del país. Sobre el ex presidente Carlos Menem, en el breve contacto que tuvo con los periodistas, De la Sota dijo: “No voy a pelear con nadie, voy a aportar ideas”. Barrionuevo, en cambio, aseguró que “Menem se tiene que bajar, va a ser el próximo que se baje de los candidatos del peronismo”.
Caserio, uno de los operadores de campaña de De la Sota, justificó a los que no fueron diciendo que “algunos no están por las vacaciones de invierno y otros tienen actos en sus provincias”. Casi todas las banderas decían “De la Sota presidente” y algunas aludían a la figura de Eva.
El tradicional folklore peronista lució aggiornado: sin bombos, la marcha peronista se cantó más de una vez, el Himno fue interpretado desde el escenario por un tenor y “No llores por mí Argentina” estuvo a cargo de Valeria Lynch. Tres de Febrero, Lanús, Florencio Varela y otros distritos bonaerenses tuvieron pequeños grupos con pancartas, igual que varias provincias. Resultó gracioso comprobar que los militantes que estaban detrás de las banderas que decían “San Luis” tenían tonada cordobesa y –micrófono de este diario mediante– no pudieron esbozar una sola opinión de las candidaturas de De la Sota y de Adolfo Rodríguez Saá, ante el temor de quedar en evidencia. El PJ local aclaró en un comunicado que el evento se financió con el aporte de los funcionarios.
El monumento a Eva costó 75 mil pesos y otro tanto se habría gastado en traslado de militantes desde los barrios y el interior provincial. La participación de la cantante, el armado del escenario y el sonido completaron un gasto de poco más de 200 mil. A los legisladores cordobeses les exigieron llevar al acto diez colectivos llenos cada uno y les proveyeron fondos para pagar tres pesos a cada militante más el sandwich de milanesa y una gaseosa. Si venían de localidades más lejanas del interior provincial, el pago alcanzaba a los cinco pesos, pagados, obviamente con Lecop cordobeses.

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José Manuel de la Sota habló al lado del monumento a Evita que costó 75 mil pesos.
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