EL PAíS › MENEM, SAADI, RODRIGUEZ SAA Y PATTI

Juntos en el Potrero

En Potrero de los Funes, la reunión del peronismo antiK intentará ser reconocida como Congreso del PJ.

 Por Eduardo Tagliaferro

Desde San Luis

El espejo de agua, los cerros que lo rodean y el imponente Hotel Internacional Potrero de los Funes son un escenario ideal para pensar en nada. No es seguro que ése sea el pensamiento que mañana domine a la mayoría de los hombres del justicialismo antikirchnerista que colmaron casi todos los hospedajes de San Luis. Exultante, Adolfo Rodríguez Saá recibió personalmente a casi todas las delegaciones. El hotel cuatro estrellas con capacidad para doscientas personas y un teatro con 500 butacas fue reservado en su totalidad por el PJ puntano. En sus mesas, anoche se podía ver confraternizar a Eduardo Menem, Julio César Aráoz, Miguel Angel Toma y el ex senador entrerriano Héctor Maya. Entrada la noche, en el lobby se esperaba la llegada del misionero Ramón Puerta, del catamarqueño Ramón Saadi y de Carlos Menem. Los organizadores de la movida destacaban que habían girado telegramas a la totalidad de los congresales nacionales del justicialismo. No ocultaban que su objetivo de máxima era el reconocimiento judicial de la Cumbre, bajo el formato de Congreso Autoconvocado. Para ello presentaron un escrito firmado por Rodríguez Saá a la jueza con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría. Ayer fue un día de verano en el que el viento Zonda se sintió con moderada intensidad. Lejos parecían estar los fríos vientos patagónicos.

Lejos de parecer una disputa leguleya, los antikirchneristas esperan el reconocimiento legal de la movida para habilitar una fórmula que los represente en las elecciones presidenciales de octubre. En ese punto, especulaban con tres opciones: un nuevo congreso partidario que elija la fórmula del PJ, la creación de una comisión de Acción Política que defina la representación partidaria o la habilitación de neolemas, como ocurrió en el Congreso de Lanús que finalmente permitió la presentación de las fórmulas Kirchner-Scioli; Menem-Romero y Rodríguez Saá-Melchor Posse, en el 2003.

Más entusiasta con la idea de la normalización partidaria, Rodríguez Saá señaló a este diario: “Hasta el 8 de septiembre tenemos tiempo de presentar una fórmula presidencial. Creo que estamos en condiciones de realizar una interna partidaria”. El puntano destaca que no será candidato a presidente. “Me autoexcluí, lo que me da una tranquilidad enorme para poder conversar con todos los sectores. De última ese es el principal objetivo de este congreso. No existe democracia en la Argentina sin partidos políticos.” Eufóricos, casi todos recordaban el congreso autoconvocado que en Río Hondo presidió el caudillo santiagueño Carlos Juárez y que marcó el comienzo de la llamada Renovación Peronista en 1986.

La movida comenzará a las 11. Luego de los tediosos y largos trámites de acreditación, los congresales sesionarán en el teatro El Salón de los Trebejos. Como sucede en el peronismo y en la mayoría de los partidos políticos, esa será la puesta en escena de una obra que comenzará a escribirse la noche anterior en las cenas y mesas en las que los referentes dibujan escenarios posibles.

En los planes previos, los convocantes se dan por cumplidos si consiguen representaciones de todas las provincias. Repetían que no vendría Eduardo Duhalde, ni uno de sus hombres, el titular del Congreso Nacional del PJ, el diputado Eduardo Camaño, pero que sí lo harían la mayoría de los congresales bonaerenses. Algunos referentes del lavagnismo dijeron presente. No concurrió el diputado Jorge Sarghini, candidato a gobernador bonaerense, pero lo hizo su vice, La Colorada, Teresa González Fernández. La diputada Marina Casesse fue la que en un pen drive entregó una carta de Lavagna. El ex ministro de Economía saludó al congreso y dijo que “en su condición de afiliado peronista se hubiera presentado a una interna partidaria”. Criticó la parálisis del PJ y se mostró partidario de un Congreso que apruebe los neolemas. Algo que no todos los antiK comparten. El gobernador salteño Juan Carlos Romero se mostró “equidistante” entre los antiK y la Rosada. “Apoyaré a cualquier candidato que surja de la mayoría”, dijo.

A media tarde, el neuquino Jorge Sobisch fue recibido en el aeropuerto por los hermanos Rodríguez Saá. Otro de los invitados especiales al cónclave fue el ex subcomisario Luis Patti. También se podía ver al ucedeísta Jorge Pereira de Olazábal. Las principales figuras estaban invitadas a una cena privada en la residencia del gobernador de San Luis. Siempre han sido las mesas, las copas y los platos, los mejores testigos de los acuerdos políticos en la Argentina. Porque ahora sería diferente. Más cuando el peronismo antiK se esfuerza en mostrarse como racional y prolijo. El objetivo que sólo se habla en voz baja es llegar en una próxima convocatoria a una fórmula que logre un porcentaje de votos que obligue al kirchnerismo a una segunda vuelta en octubre.

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