EL PAíS › MAURICIO MACRI APURó SU REGRESO LAS DE VACACIONES Y CULPó A LA NATURALEZA Y AL GOBIERNO NACIONAL POR LA INUNDACIóN

De vuelta de Brasil con el cuento de siempre

El jefe de Gobierno porteño, que estaba fuera de la ciudad en el momento del temporal, dijo que fue una “tragedia climática” y también que “hay este tipo de catástrofes en todas partes”. Acusó a la Rosada por el retraso de obras para evitar las inundaciones.

 Por Werner Pertot

Mauricio Macri no estaba en el país cuando ocurrieron las inundaciones. Esto fue confirmado por la gestión PRO, donde se negaron a dar precisiones sobre la ubicación del jefe de Gobierno durante buena parte del día de ayer. Tenían sus motivos: estaba de vacaciones en Trancoso, Brasil. También indicaron que el problema de fondo no es que el jefe de Gobierno no estuviera físicamente –algo que ocurrió en otras oportunidades–, sino el retraso en las obras contra las inundaciones. Por la tarde, Macri volvió raudo a la Argentina para encabezar una conferencia de prensa pasadas las seis de la tarde. Allí, el líder del PRO culpó al gobierno nacional por la falta de obras en los arroyos Vega y Medrano. “Hay este tipo de catástrofes en todas partes”, se excusó.

Durante las horas más duras de la inundación, quien dio la cara fue la vicejefa María Eugenia Vidal, junto con el ministro de Espacio Público, Diego Santilli. Macri se encontraba fuera del país. En rigor, es lo mismo que ocurrió en otras ocasiones en las que el jefe de Gobierno era requerido: cuando tenía que declarar como acusado por las escuchas ilegales, Macri se fue a la India en uno de sus múltiples viajes; no estuvo tampoco durante otra inundación en 2012, porque se encontraba en Centroamérica en un encuentro de alcaldes (aunque sus amigos confesaban que se había ido “de vacaciones”). En medio de la nube tóxica que se desató en Retiro, estaba en México.

En Twitter, ayer se instaló el hashtag #YDondeEstáMacri, que por lo general iba acompañado de fotos de zonas anegadas. El legislador del Frente Progresista y Popular Aníbal Ibarra dio las primeras pistas sobre la ubicación del jefe de Gobierno: “No lo busquen a Macri porque está descansando en Trancoso, Brasil. Tampoco Rodríguez Larreta, está en Europa”. Luego confirmaron a este diario que el jefe de Gabinete porteño estaba de vacaciones en París. En el macrismo hicieron un esfuerzo considerable por ocultar el paradero del mandatario. El vocero personal de Macri, Iván Pavlovsky, comunicó que estaba volviendo, aunque no quiso decir de dónde. Más tarde, altas fuentes de Bolívar 1 confirmaron a Página/12 que efectivamente estaba en Trancoso.

Apenas aterrizó, Macri fue al Centro de Emergencias a dar una conferencia de prensa. Por Twitter, varios usuarios le pedían que se “sacara la pulserita de All Inclusive antes”. Lo secundaron Vidal, Santilli y el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro. Los tres vestían los chalecos amarillos de Defensa Civil pese a que estaban en una conferencia de prensa en un lugar cerrado. Esto es parte de la estrategia macrista de comunicación de la crisis. Cuando los derrumbes o las inundaciones ocurrieron con Macri en la Ciudad, inmediatamente el jefe de Gobierno se mostró al frente del operativo de rescate. En el derrumbe de Villa Urquiza, Macri difundió una foto con el mismo chaleco que vestían ayer sus funcionarios. Es una enseñanza que le dejó el incendio en Cromañón, cuando Ibarra no fue al lugar.

Es probable que en los próximos días los funcionarios y legisladores macristas reciban el clásico cuestionario con preguntas que les pueden hacer los periodistas y las respuestas “correctas”. En el caso del derrumbe de Villa Urquiza, incluso intentaron evitar el acceso de los fotógrafos a los techos vecinos. Ayer, por la magnitud de la inundación, nada de eso fue posible.

No demasiado bronceado, Macri se plantó frente al micrófono amarillo con el ceño fruncido. Comenzó solidarizándose con las víctimas de la “tragedia climática”. “Quiero decirles a las familias de las víctimas que estamos con ustedes desde temprano”, aseguró el jefe de Gobierno. “He dado la orden de que ninguno se vaya a dormir hasta asistirlos a todos”, afirmó, aunque luego admitió que sólo disponía de 600 personas para la crisis. “Es uno de los mejores equipos de emergencia de Latinoamérica, que trabaja con todo el amor del mundo”, los elogió.

Como habían hecho otros funcionarios PRO más temprano, Macri justificó el desastre por la cantidad inusitada de precipitaciones. “Esta lluvia es la segunda más importante desde 1906. Solamente se va resolver haciendo las obras del arroyo Medrano y Vega.” A partir de allí, volvió a la clásica estrategia de culpar al gobierno nacional. “No me parece nada bien que dirigentes del gobierno nacional se pongan a hacer politiquería. Son responsables de que esas obras no se hagan”, sostuvo Macri, quien aseguró que el kirchnerismo no le daba los avales para endeudarse. Luego aclaró que ya le aprobaron el endeudamiento para las obras del Vega y todavía faltan las del Medrano (los dos cauces corren bajo el barrio de Belgrano). Sin tomar en cuenta que es una obra licitada (y preadjudicada) por la Ciudad, Macri afirmó: “Espero que el gobierno nacional arranque lo antes posible”.

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Macri volvió raudo a la Argentina para encabezar una conferencia de prensa pasadas las seis de la tarde.
Imagen: Télam
 
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