Desde Beijing

Dos funcionarios de la primera línea del Gobierno salieron ayer al cruce de las críticas de la Unión Industrial Argentina (UIA) a los acuerdos con los chinos: el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. En ambos casos reivindicaron la alianza estratégica integral con China que Cristina Kirchner ratificará hoy en un nuevo encuentro con su par Xi Jinping.

“Las consideraciones de la UIA son falsas porque estos acuerdos son muy beneficiosos para nuestro país al incluir el financiamiento del ciento por ciento de importantes obras de infraestructura con una fuerte participación de empresas nacionales, como socias de los proyectos con al menos un 50 por ciento”, reaccionó De Vido en Beijing. El ministro de Planificación acompaña a la Presidenta en esta ciudad y es uno de los principales negociadores con los chinos.

La UIA esperó que Cristina Kirchner llegara a Beijing para reclamar un “amplio debate” sobre el acercamiento a China y señalar que “falta información” sobre los acuerdos que ese país firmó con Argentina. La central industrial objetó la “posibilidad de adjudicación directa de proyectos de infraestructura con horizonte a cinco años, a cambio de financiamiento de origen chino” y advirtió que ese mecanismo “excluiría de forma manifiesta la provisión local de bienes y servicios argentinos, que no cuentan con dichas posibilidades de financiamiento”.

De Vido precisó que “ningún acuerdo prevé una participación de empresas nacionales menor al 50 por ciento”, por lo que se dará un “fuerte impulso en diversos sectores industriales y transferencia de tecnología”. Dijo que, por el contrario, la alianza estratégica integral que sellaron CFK y Xi Jinping “será un motor fenomenal para el fortalecimiento de la cooperación y hará posibles numerosas e impensables iniciativas que darán un gran impulso a la industria argentina”.

Para refutar lo dicho por la UIA, el ministro de Planificación citó un ejemplo: el de las represas Kirchner-Cepernic, que serán financiadas por bancos chinos y cuyas obras pondrá formalmente hoy en marcha Cristina Kirchner en una teleconferencia que mantendrá desde Beijing con Santa Cruz. “Serán construidas por Gezhouba con empresas argentinas, que tienen una fuerte participación en el consorcio y llevarán adelante las obras civiles, generando 7 mil puestos de trabajo y un movimiento de gran magnitud en empresas de servicios e insumos locales”, remarcó De Vido.

En Buenos Aires, Capitanich afirmó que “quien mejor defiende los intereses de la industria es el Gobierno” y le recordó a la UIA que la administración kirchnerista “ha estimulado la matriz de base industrial”.