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Fellner aseguró que no va a reprimir la protesta

 Por Felipe Yapur

El gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, buscó moverse rápido. No sólo aceptó la renuncia de su jefe policial –el coronel retirado Carlos Carrizo– y designó por primera vez en años a un comisario de carrera. También se preocupó en asegurar a Página/12 que “las dos muertes van a ser esclarecidas porque no caben en una democracia como la que estamos viviendo”. No terminó allí la preocupación del gobernador kirchnerista, buscó aclarar que los dos jóvenes asesinados “no eran piqueteros”. La aclaración del mandatario no es gratuita. Entiende que el hecho de pertenecer a las organizaciones piqueteras serviría para que le carguen al gobierno nacional la responsabilidad de las muertes. Para más datos, Fellner ordenó a la policía local no reprimir la protesta de hoy.
La inminencia de la movilización que se realizará hoy para reclamar el esclarecimiento de las muertes obligó al gobernador jujeño a dejar su descanso por el fin de semana largo. Así, ordenó a la policía garantizar el normal desarrollo de la protesta. “La presencia de los efectivos será absolutamente preventiva y no actuará salvo que ocurra algún problema”, aseguraron voceros de Fellner, quien ayer mantuvo largas comunicaciones telefónicas con el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Con el ministro acordó que durante la movilización la policía local ni siquiera impedirá un posible corte de rutas. “Estamos trabajando para habilitar caminos alternativos”, dijeron desde la casa de gobierno jujeña. Pero esta no es la principal preocupación de Fellner. Lo que realmente le preocupa es la supuesta intención de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de considerar a las dos víctimas como militantes de su organización. “No lo fueron nunca”, responden los colaboradores de Fellner y ven en la CCC la posible intención de cargarles las muertes al gobierno de Néstor Kirchner. “La Justicia lo va a demostrar”, repiten los jujeños.
En contraposición a la preocupación de Fellner, en el gobierno central prefirieron no darle tanta importancia a la supuesta intencionalidad política de la CCC. Es más, el ministro del Interior sostuvo a este diario que si bien están siguiendo la problemática provincial, están conformes con las medidas que está tomando el gobernador. “La cúpula de la comisaría de Ledesma y de la regional IV ha sido desplazada y la Gendarmería se hizo cargo de las pericias. Esto nos parece adecuado. Incluso el hecho de que el gobernador le aceptara la renuncia al jefe de policía nos es suficiente para entender que todo está encarrilado”, indicó el funcionario, usual portavoz de la Rosada.
Esta es la razón, según señaló Fernández, por la que no está previsto un viaje a Jujuy de funcionarios del gobierno nacional. “No nos interesa hacer gestos cuando todo está controlado, cuando ya no hay problemas”, dijo el ministro. Claro, esto no implica que no continuarán siguiendo el caso jujeño con detenimiento.
Otra fue la posición del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien se mostró “preocupado” por las muertes ocurridas en Libertador General San Martín o Ledesma como se la conoce habitualmente. Señaló que los sucesos y sus consecuencias están siendo “analizados directamente con Fellner”, quien “tomó medidas” tras los incidentes, como el arresto de todos los policías de la comisaría 39 y el pedido a la fiscalía provincial para que investigue todo lo ocurrido. El funcionario destacó además que “no creemos que la forma de controlar la violencia sea la violencia. Esta lógica debe terminarse totalmente en la Argentina”.
Ahora bien, lo curioso de la gestión de Fellner en cuestiones de seguridad es que esta es la primera vez que tras la renuncia de un jefe policial no designa a un militar retirado. El antecesor del renunciado coronel Carlos Carrizo Salvadores fue el teniente coronel Horacio Gentiluomo. Este militar fue el que impulsó en la provincia los niños policías que no sólo vestían uniformes de la fuerza sino que además les impartían cierta instrucción policial donde predominaban los desfiles ylos saludos típicos de las fuerzas de seguridad. En su momento, Gentiluomo se sintió ofendido por la trascendencia de la iniciativa que consideró una “afrenta” a la institución.
Tras el retiro del Gentiluomo llegó Carrizo Salvadores, un coronel retirado al que no le quedó otra alternativa que presentar su renuncia indeclinable para no perjudicar a Fellner al que definió como “un gobernador de lujo”. Carrizo aseguró que de esta manera le allanó “el camino para esclarecer lo ocurrido”.
Ahora llegó el turno de Néstor Caffaggi, un comisario general de carrera que por ahora ocupa el puesto de manera transitoria.

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