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Semana clave, días de angustia, horas decisivas para el acuerdo

En el equipo económico esperaban definiciones durante Semana Santa. Prevén el regreso de turbulencias si no se arriba a un acuerdo con el FMI esta semana.

 Por Claudio Zlotnik

En el equipo económico sostienen que la próxima semana será decisiva. Cerca de Jorge Remes Lenicov creen que si el indio Anoop Singh deja Buenos Aires sin que antes el Gobierno refrende un acuerdo con los gobernadores, contemplando un fortísimo ajuste, la economía ingresaría en otra etapa de violentas turbulencias. A cambio de que las provincias achiquen sus gastos, el FMI “ofrecerá unos 2 mil millones de pesos” (o su equivalente en divisas) para cubrir el bache fiscal de este año, confirmó ayer el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli. Además, y según confió a Página/12 una alta fuente del Palacio de Hacienda, el Fondo enviaría fondos para financiar el rojo fiscal de la Nación de 3500 millones de pesos. Remes estuvo operando aceleradamente ayer en el Congreso para cubrir el otro flanco de las demandas del organismo internacional: la derogación de la ley de subversión económica y la modificación a la Ley de Quiebras. El equipo económico puso toda la carne en el asador para conseguir la ayuda del Fondo. “Queda poco tiempo; o se hace el pacto político o la economía vuelve a desmadrarse”, dramatizó la fuente.
El gobierno nacional y los gobernadores ya firmaron un pacto para bajar los gastos provinciales en un 60 por ciento. El déficit de 2002 debería cerrar en 2000 millones de pesos. Ese dinero es el que ahora acercaría el Fondo a condición de que los distritos del interior hagan el ajuste y dejen de emitir bonos (cuasimonedas). La misión que se encuentra en Buenos Aires estimó que a la administración pública provincial le sobran 350 mil agentes. “Los técnicos del Fondo quieren que los gobernadores expliquen cómo harán el ajuste y cumplirán con el pacto firmado. No alcanza con las promesas. Piden datos concretos”, señaló el funcionario consultado por este diario.
Sin llegar al pico de tensión de hace dos semanas, cuando el dólar trepó a 4 pesos, en el equipo económico existe nerviosismo. Alegan que los gobernadores aceptaron firmar el pacto fiscal hace un mes y medio, pero que ahora se resisten a concretar el ajuste prometido. El ministro Gabrielli, en diálogo con este diario, aceptó que la máxima preocupación del FMI refiere a las provincias más grandes: Buenos Aires y Córdoba. Entre ambas engloban el 70 por ciento del déficit fiscal del interior. El ministro le transmitió al economista indio que Felipe Solá haría un ajuste de 1400 millones de pesos mientras que Córdoba, otro por 420 millones. Pero no trascendieron más detalles. “Me voy más confiado que en la reunión anterior”, le dijo Anoop Singh a sus interlocutores después de ver los números. Además de Gabrielli, del encuentro participaron Jorge Todesca (viceministro de Economía); Juan Carlos Pezoa (Relaciones con las provincias) y Ricardo Branda (director del Banco Central). No bien finalizó la reunión, Singh pidió que le muestren la Casa Rosada.
En el Gobierno calculan que la ayuda del FMI alcanzaría a los 11 mil millones de dólares, desagregados de la siguiente manera: 9000 millones para que la Argentina haga frente a los vencimientos de deuda con los organismos internacionales y otros 2000 millones de dólares (5500 millones de pesos) para cubrir los desvíos fiscales en la Nación y en las provincias. El acuerdo con el Fondo destrabaría a su vez préstamos ya aprobados por el BID y el Banco Mundial, y líneas de comercio exterior lanzadas por bancos extranjeros.
Para Economía no existen medias tintas. No bien asumió, Remes Lenicov hizo girar su estrategia en el acuerdo con el FMI. Sin ningún tipo de complejos, dejó trascender cada punto exigido por el Fondo. Y ahora que los funcionarios transitan la recta final hacia una definición critican la actitud de Eduardo Duhalde. En el Ministerio aseveraron que el Presidente “avanza muy lento en la negociación política con los gobernadores. Si no se apura, vamos a perder el tren. Esperábamos medidas para Semana Santa y todo se postergó. Mientras tanto, nosotros seguimos cuidando que el dólar no se escape. Pero se están agotando los tiempos”. En este contexto, en el equipo consideran que el dólar “está alto” (ayer volvió a terminar en 2,75 pesos). Y que con la ayuda del Fondo podría descender a una franja de entre 2,40 y 2,50. Pero si el Ejecutivo patea el tablero y rompe con el FMI, “la moneda estadounidense no tendrá techo. Volverá la histeria y el dramatismo, y habrá que buscar otro esquema económico, como la dolarización. Para entonces, este equipo ya no estará”.
Respecto de las otros pedidos del Fondo Monetario, el Gobierno acaba de dar pasos concretos.
- Derogación de la Ley de Subversión Económica y cambios en la Ley de Quiebras. En el Palacio de Hacienda se entusiasman con que las modificaciones podrían ocurrir antes de que parta la misión del FMI. Ayer durante la mañana, los ministros Remes Lenicov y Gabrielli mantuvieron una extensa y hermética reunión con legisladores oficialistas de ambas cámaras. “Hubo un principio de acuerdo”, se alegró un funcionario de Economía.
Corralito. Tanto el Banco Central como Economía buscan frenar el drenaje de fondos. En el Palacio de Hacienda sueñan con que un fallo de la Corte prohíba la fuga de depósitos congelados.

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