EL PAíS › ARGENTINOS EN LA FIESTA FRENTISTA QUE FUE AYER MONTEVIDEO
Y cantaban “se van, muchachos, se van”
Por L. B.
Desde Montevideo
“Se van muchachos, se van...” se cantaba a voz en cuello en el boliche El Hacha, en la zona vieja de Montevideo. Había un cumpleaños y estaba lleno de uruguayos que habían venido a votar desde Argentina. Pero los que cantaban eran argentinos. Fabio Basteiro, de la CTA Capital, y una delegación de esa central coreaban la murga de Basteiro que no podía con el falsete. En la mesa estaba también el diputado socialista Ariel Basteiro, hermano del cantor y, más serio, el diputado Jorge Rivas.
Los socialistas llegaron en masa desde Argentina para festejar con el Frente Amplio, desde Rubén Giustiniani y Oscar González, hasta el actual intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, el ex intendente Hermes Binner y el legislador porteño Raúl Puy. Las comparaciones con la fuerza del socialismo uruguayo despertaban la envidia sana en los socialistas de este lado de la orilla cuando veían pasar a las multitud que festejaba con la bandera tricolor del Frente Amplio. También estaba Patricio Echegaray, del Partido Comunista, menos atento a los festejos y la alegría y más preocupado por lo que sucederá cuando la coalición izquierdista asuma el gobierno.
Caminando por la ciudad, atraídos también por la elección uruguaya, estaban Jorge Cevallos, dirigente de los piqueteros de Barrios de Pie, que llegó con una delegación, junto con Lito Borello, de los piqueteros de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), al igual que Hebe de Bonafini.
Entre los más entusiastas estaba el intendente de Morón, Martín Sabbatella, quien estuvo en el acto de cierre de campaña del Frente Amplio, el miércoles, y acompañó al intendente de esta ciudad Mariano Arana en un acto proselitista en el popular barrio de La Teja. Ese día regresó a Buenos Aires y ayer estaba nuevamente en Montevideo. “Tenemos que aprender del respeto a las reglas de juego frentistas que tienen los uruguayos –decía con énfasis–, es una forma madura de hacer política que en Argentina todavía no encontramos, junto con la búsqueda de consensos de gobernabilidad, pero que sirvan para el cambio y no por la gobernabilidad en sí misma.”
“En Argentina necesitamos una cosa parecida al Frente Amplio –coincidió el diputado Francisco “Barba” Gutiérrez, que se encontraba cerca de Sabbatella–, tenemos que ponernos a construir en serio un frente de este tipo.”
Rivas y Basteiro recordaron que se está en los últimos arreglos para lanzar el Movimiento Social y Cultural que había propuesto la CTA, pero fue inevitable que en la conversación surgiera el tema del posicionamiento en relación con el gobierno de Néstor Kirchner, al que el Frente Amplio, Lula y Hugo Chávez consideran su equivalente en Argentina.
En la tarde de ayer, varios de ellos participaron en el asado que ofreció el embajador argentino Hernán Patiño Mayer. En un grupo, el secretario de Medios, Enrique Albistur, conversaba con Ernesto Jauretche, quien afirmaba que la fuerza transformadora en Argentina estaba en el peronismo. El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, festejaba el triunfo del Frente Amplio y expresaba sus dudas sobre la potencialidad del Partido Justicialista, pero subrayaba que la identidad popular seguía siendo peronista y que en Argentina, una coalición como la del Frente Amplio uruguayo tenía que recuperarla. En el avión de las cinco y media de la tarde llegaron también a los festejos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.