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El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció ayer que el Gobierno está tratando de acordar un cronograma de pagos con las farmacias para saldar la deuda que mantiene el PAMI. La falta de pago de la obra social de los jubilados y de otras provinciales, como el IOMA de empleados bonaerenses, está trabando la adquisición de drogas de primera necesidad –insulina para diabéticos, oncológicos e inmunosupresores para transplantados, entre otros– y poniendo en riesgo la vida de cientos de personas (ver nota central). Por el momento, las cámaras del sector se comprometieron a no aumentar los medicamentos por 90 días.
Ayer, en la Liga Argentina de Protección al Diabético (Tucumán 1548) seguían entregando insulina a los pacientes con dificultades para obtenerla en las farmacias. “En dos horas, hoy (por ayer) atendimos a más de 70 personas. La mayoría son del PAMI, pero también recibimos denuncias de problemas similares de afiliados de Medicus, Osecac y Bancarios”, enumeró Néstor Loreto de la Asociación de Diabéticos de Buenos Aires. La insulina que entregan fue donada por laboratorios. En las farmacias, describió Loreto, pueden comprar la insulina en efectivo, pero no por obra social. En algunos casos, incluso, la facturan en dólares.
El PAMI les adeuda a las farmacias 100 millones de pesos correspondientes a cuatro meses y medio. Pero la deuda total con el sector, si se contabilizan los pasivos de otras obras sociales, llega a 600 millones. El tema se trató en la reunión que el sábado por la tarde mantuvieron en la quinta de Olivos el presidente Duhalde, el ministro de Producción, Ignacio de Mendiguren, y Capitanich con representantes de las cámaras de laboratorios, droguerías y farmacias. “Vimos buena disposición. Nos dijeron que el viernes tendríamos una respuesta”, señaló a Página/12 Marcelo Carignani, protesorero de la Cámara Farmacéutica Argentina. “La situación en las farmacias hoy es la siguiente: el farmacéutico puede conseguir el medicamento, pero no lo puede vender con el descuento a los afiliados de las obras sociales que le adeudan”, describió el directivo de COFA. “Lamentablemente, si no entra el dinero seguirán los problemas, porque si no está el dinero, no tenemos cómo cubrir el servicio”, advirtió el presidente de la Federación Argentina de Farmacias, Julio Alvarez.
En la reunión del sábado participaron representantes de CILFA (laboratorios nacionales grandes), Cooperala (nacionales pequeños), la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), la COFA y la Federación Argentina de Farmacias.
Los laboratorios le pidieron al Gobierno la implementación rápida de permisos de importación para poder enviar divisas al exterior para pagar insumos y que las deudas en el exterior hasta el 31 de diciembre se reconozcan con una paridad de 1 a 1 con el peso. Las droguerías reclamaron la pesificación de sus deudas y las farmacias, la regularización de los pagos de la seguridad social. “La respuesta fue que harán todo lo posible”, explicó Riberto Bruno, gerente de prensa de CILFA.
“Hoy se pueden garantizar los precios de los medicamentos normalmente, por el término de 90 días”, indicó el titular de la COFA, Daniel Alvarado. “Hay un compromiso de no aumentar. Aunque el principio activo es importado en todos los medicamentos de fabricación nacional, la incidencia por la devaluación es pequeña. Si hubiera que trasladarla a los precios oscilaría entre el 8 y el 15 por ciento, pero eso no va a ocurrir”, aseguró Bruno a Página/12.