ESPECTáCULOS › TONI NEGRI Y LA RESISTENCIA ARGENTINA

Política de la multitud

El prestigioso filósofo italiano, coautor del libro “Imperio”, escribió un artículo esclarecedor sobre los nuevos movimientos sociales argentinos.

Por Angel Berlanga

“Es exactamente en la tragedia argentina que encontramos las tramas del trabajo y de una posible política de la multitud”, escribió recientemente en un artículo Antonio Negri, coautor junto a Michael Hardt del polémico y movilizador libro Imperio, cuya segunda parte, se prevé, será publicada este año. El filósofo italiano señala que es en la Argentina donde se observó más significativamente la potencia de la “multitud”, concepto clave en el controvertido análisis sociológico que Negri ubica como principal oposición al implacable avance del “imperio”.
Negri, uno de los pensadores y teóricos más renombrados del movimiento antiglobalización, considera que “las manifestaciones insurreccionales” que “derrumbaron” el gobierno de Fernando de la Rúa en diciembre de 2001 abrieron “un formidable período de experimentación e innovación social, económica y política”, en el que “las interrupciones de calles por los piqueteros, los cacerolazos de las llamadas clases medias urbanas, el asedio sistemático a los bancos por los ahorristas, las asambleas barriales, la autogestión por los trabajadores de las fábricas quebradas, y las redes de economía solidaria (red global del trueque) constituyeron una nueva configuración del ‘movimiento de los movimientos’”. El artículo, inédito en español, fue traducido por el grupo de estudios sociales Laboratorio Argentina y será publicado próximamente junto a la desgrabación de la videoconferencia Roma-Buenos Aires que Negri protagonizó en diciembre pasado.
En el texto, elaborado junto al historiador social italiano Giuseppe Cocco, director del Instituto de Estudios del Trabajo y la Sociedad de Río de Janeiro, Negri sostiene que “el éxodo de las políticas neoliberales -evidente, a su criterio, en la Argentina– aparece como éxodo constitutivo de una posible política de multitud”. Tras destacar que un análisis tradicional de la composición social de esa multitud movilizada mostraría a las “inconciliables” clases medias urbanas por un lado y a proletarios desempleados periféricos por otro, y que “toda instancia de poder constituido” carece completamente de legitimidad en la Argentina, el filósofo evalúa que las condiciones “constituyentes” se mantendrán “en un nivel esencial para el ‘movimiento de los movimientos’”, y que esto propiciará que pueda pensarse “el propio concepto de multitud y las posibilidades de juntar el desenvolvimiento de la riqueza de la multitud cooperante (el trabajo de la multitud) con la capacidad de oponerse de manera eficaz al poder capitalista (la política de la multitud)”. “El movimiento argentino se constituye en un evento sin finalidad definida, en una ruptura, en una mudanza, de la percepción colectiva. Podemos pensar una multitud capaz de decidir y, pues, las posibilidades de realización de la democracia”, agrega.
Aunque la “posible política de la multitud” a la que se refiere Negri parece haber perdido intensidad con el correr de los meses, los escasos porcentajes que obtienen en las persistentes encuestas los candidatos de fuerzas tradicionales corroboran la percepción de falta de legitimidad en el poder constituido y en el hipotético e inminente poder por venir. En el artículo, titulado “El trabajo de la multitud y el éxodo constituyente, o el quilombo argentino”, Negri sostiene que en la Argentina “la multitud sin el soberano es el contrario del caos, de la violencia y de la guerra”, y que “donde comienza la multitud y su potencia acaba el poder del Estado (de terror) y el caos de los mercados”, porque “se acabó el miedo”. “La multitud rechaza la representación pues ella es una multiplicidad inconmensurable”, teoriza con respecto al repetido “que se vayan todos”. El filósofo, uno de los intelectuales más prestigiosos de Italia, autor de libros como La anomalía salvaje (estudio sobre Spinoza), Marx más allá de Marx, El tren de Finlandia, Fin de siglo y Las verdades nómadas, se explaya en la diferenciación conceptual entre “pueblo” y “multitud”: mientras el primero “está siempre representado como una unidad”, la segunda “es una multiplicidad singular” a la que ve “como algo organizado”–aunque rechace la representación–, y cuya política “es constituyente de democracia absoluta, o sea no limitada por ningún principio externo, por ninguna trascendencia, por ninguna soberanía que no coincida con su propia acción”.
“El problema de la organización política debe tener que ver ahora con la multitud, así como el desarrollo de los sindicatos y el partido socialista tuvo que ver con las diferentes y sucesivas figuras de proletariado”, asevera Negri en un nutritivo debate sostenido con el filósofo y sociólogo croata Danilo Zolo (autor de Cosmópolis) en torno de Imperio. Y agrega: “La despolitización del mundo operada por las grandes potencias no es sólo negativa, cuando sirve para desenmascarar y/o desembarazarse de viejos poderes y formas de representación que ya no tienen ningún referente real”.

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Toni Negri habla en su texto de “una nueva configuración”.
 
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