ESPECTáCULOS › FABIO RUBIANO, ACTOR DEL GRUPO COLOMBIANO TEATRO PETRA

“Aquí el tema central es la mentira”

La compañía presenta “Mosca”, una readaptación de “Tito Andrónico”, pieza de William Shakespeare centrada en las relaciones entre amor y crueldad. “El referente es Colombia, pero fuera de nuestro país las lecturas se multiplican”, dice Rubiano.

 Por Hilda Cabrera

Los más burdos enlaces del amor y el odio, la crueldad y el sadismo están presentes en Tito Andrónico, de William Shakespeare, obra que inspiró a la Compañía Teatro Petra de Colombia la pieza Mosca, que el grupo dirigido por el dramaturgista y actor Fabio Rubiano presentará en la Sala Cunill Cabanellas del TSM (Corrientes 1530), desde hoy hasta el sábado. Las versiones de que Tito Andrónico fue escrita por un autor desconocido y modificada por Shakespeare son aún hoy motivo de controversia. En uno de los diálogos de Mosca se alude a este insecto como a algo que se quiere aplastar. En la puesta de Rubiano es el personaje del moro Aarón. La historia tiene como protagonista al general romano Titus Andronicus, quien tras la victoria sobre los godos regresa a Roma, donde Saturnino y su hermano Bassiano se disputan el trono imperial. Los romanos quieren a Tito, pero éste resigna su poder a favor de Saturnino. Que la obra sea o no íntegramente del poeta no es asunto que incida en Rubiano. A diferencia de quienes no pueden concebir desviaciones de cánones rígidos en Shakespeare, el colombiano manifiesta su fascinación por los errores espaciales y temporales de esta obra que, en opinión de los estudiosos, se avenía al gusto del público de la época y a una literatura influida por las tenebrosas descripciones de Séneca. Respecto de los errores, el artista colombiano remarca, en diálogo con Página/12, el hecho de que éstos lo eran para el sistema teatral de entonces, pero no para los procedimientos que hoy se utilizan en dramaturgias de fragmentación. El Teatro Petra se fundó en 1985 y llevó sus obras (Opio en las nubes, María Es-Tres; Hienas, chacales y otros animales carnívoros y Cada vez que ladran los perros) en giras nacionales e internacionales. El grupo gestiona por su cuenta los auspicios y presentaciones en festivales, girando por Colombia aun en situaciones adversas, políticas o geográficas.
–Tito Andrónico cuenta historias de venganzas, degüellos, violaciones y amputaciones. ¿Los sucesos de esta obra son los únicos referentes en Mosca?
–Mosca tiene como referente a Colombia, pero comprobamos que al mostrar esta obra fuera de nuestro país las lecturas se van multiplicando. Y eso es lo más interesante de las giras, porque nos permite relacionar nuestro trabajo con otras miradas. Pero no creo que el tema de la venganza sea lo fundamental en Mosca. Lo central de esta historia es la mentira, las alianzas que se construyen entre personajes hipócritas.
–¿Qué le interesó de Tito Andrónico?
–Tomé primero dos hechos de sangre, pero después seguí descartando escenas hasta quedarme con un único hecho: la violación de Lavinia, hija de Tito. No mostramos una violencia explícita, preferimos sugerir. Es la palabra o el discurso los que violentan. Desde la gestación, nos propusimos no mostrar personajes golpeados ni escenas sangrientas. Todo está en la palabra. Lavinia es convencida de la violación. Se le dice que debe aceptarla por su propio bien. Si uno piensa que ése es el discurso de los políticos que utilizan su poder para señalar a los otros dónde residen el bien y el mal, no estamos errados.
–¿Quién es el desencadenante de tanta tragedia?
–Aarón es la voz en la sombra, pero no el que produce el gran desastre. La acción de la reina Tamora es importante. En Mosca y en Tito Andrónico, punto de partida de nuestra obra, son las mujeres las que eligen ser víctimas o victimarias. Lo que es extraño para la época isabelina.
–No demasiado. El reino era gobernado por una mujer, aun cuando a Isabel I se le adjudicaran actitudes de varón...
–Es cierto, y ella era poderosa. En esta historia, Tito es una excepción: busca apartarse del poder, reitera la frase “Lo único que quiero es descansar”. Pero cuando se dispone a hacerlo, algo grave ocurre. Le arrebatan a Lavinia o lo traicionan. La mentira es central. Tamora miente para vengar el asesinato de sus hijos y los violadores mienten para inducir a Lavinia a que se comporte como no quiere. Los personajes sólo quieren aniquilarse, y así la reconciliación es imposible.
–¿Qué experiencia tuvo en Colombia?
–Esta es una de nuestras obras que más impactó, pero allá no sucede lo mismo que en Argentina con el teatro experimental. En Buenos Aires, las salas donde se muestra ese teatro se llenan de público. Nosotros montamos en nuestro país espectáculos de grandes dimensiones. Este, en cambio, es pequeño y con una escenografía y un diseño de luces mínimos. El grupo trabaja sobre textos propios, a veces elaborados a partir de un hecho real y otras, de obras literarias o piezas de teatro. Estamos en un mestizaje permanente con otros grupos colombianos de experimentación, porque queremos ser una alfaguara de ideas. Para esta obra le robé actores a otras compañías, como La Candelaria y Grupo Teatro Libre.

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Rubiano gira constantemente con el Teatro Petra por Colombia, aun en las circunstancias más adversas.
 
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