ESPECTáCULOS › KATE WINSLET Y DESCUBRIENDO EL PAIS DE NUNCA JAMAS

“Esta película es como una gran afirmación de la vida”

“Cuando leí el guión, simplemente no pude resistirme”, detalla la actriz inglesa, que debió afrontar un gran desafío: encarnar a Sylvia Llewelyn Davies, una mujer llena de pesares, sin caer en la caricatura depresiva.

Por Martyn Palmer

Un drama de época no estaba en los planes de Kate Winslet: en verdad, se había prometido que en el futuro inmediato se concentraría en lo contemporáneo. Pero llegó el director Marc Forster con un guión llamado Finding Neverland y la tentadora promesa de trabajar junto al actor que ella admira desde hace mucho tiempo, Johnny Depp. Y ésta fue, dice riendo, una combinación fatal. “Simplemente no pude resistirme. Leí el guión y me pareció absolutamente bello, y también me intrigaba que el director fuera Marc Forster. Imagínese, de Cambio de vida (Monster’s Ball) a Finding Neverland. Y además estaba Johnny, con quien siempre había querido trabajar. Supe que no iba a ser el típico film de época debido a Marc y a Johnny, que se vería y se sentiría diferente, que la emoción no estaría refrenada como en la mayoría de esas películas. Realmente, me entregué desde el principio.”
En Descubriendo el País de Nunca Jamás (que se estrena este jueves en Buenos Aires, y acaba de ser nominada a siete Oscar), Kate interpreta a Sylvia Llewelyn Davies, una bella y joven madre que todavía está en duelo por la pérdida de su marido. Sylvia está destrozada, pero intenta desesperadamente reconstruir su vida por el bien de sus cuatro adorados niños. Según Kate (quien es madre de dos niños), Sylvia era una mujer adelantada para su época en cuanto a su actitud hacia la maternidad. Si bien vivía en la contenida y amanerada sociedad de la Inglaterra eduardiana, cuando los niños eran “vistos pero no oídos”, éste no era el caso de la familia Llewelyn Davies.
“Sylvia era muy, muy moderna”, dice Winslet, a su vez candidata al Oscar a la mejor actriz por Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. “Y ésa fue otra de las cosas que me atrajeron, porque ella no era la típica madre de la época. Me gustó porque eso es para mí la maternidad: estar en todas las cosas prácticas, muy presente en la vida de los niños en todos los momentos clave, y no perderse nada.”
El film está basado en la historia verdadera de cómo Sylvia y sus niños conocieron e inspiraron al autor Sir James Barrie para escribir el clásico Peter Pan. Winslet tiene una relación con esta historia desde su niñez, cuando sus padres le leyeron el libro y después, a los catorce años, interpretó al personaje de Wendy en una producción de la obra en Londres. “La primera investigación que realicé fue volver a leer Peter Pan”, cuenta la actriz. “Quería recordar de qué se trataba la historia y lo que este hombre había concebido, cómo pensó esas ideas brillantes, este maravilloso mundo de fantasía y ese niño increíble, Peter Pan, quien nunca quiso crecer. Después leí todo lo que pude sobre J. M. Barrie y Sylvia. En verdad, no hay mucha información sobre Sylvia Llewelyn Davies, pero sí sabemos que fue una madre muy práctica y una persona muy gentil. La gente habla de lo serena que era y que, al mismo tiempo, siempre iba y venía junto a sus niños. Realmente era como una madre moderna en una época en que eso no era lo que se esperaba de las madres, en especial en mujeres de clase media y alta. Y además, Syl-via debió lidiar con muchas cosas duras en su vida. Exploré mucho ese mundo, así como la naturaleza de su relación con J. M. Barrie.”
Winslet cree que Barrie se enamoró de Sylvia y que, indudablemente, idealizó a sus niños (nada lo hacía más feliz que jugar con ellos), así como por su parte ella se sintió atraída por Sir James, quien no se parecía a nadie que ella hubiese conocido. “Pienso que se sintió atraída por él debido a que era completamente diferente de los otros hombres que podría haber en su círculo. El poseía una maravillosa cualidad infantil, la habilidad de crear esos maravillosos mundos de fantasía. Ella podía ver cómo sus niños se vieron beneficiados, luego de la trágica pérdida de su padre a quien tanto amaban. Barrie los hacía reír, los divertía. Fue muy terapéutico.”
Sencillamente, la interpretación de Winslet no habría sido la misma si ella no hubiese sido madre, dice la actriz. En realidad, duda de haber podido interpretar su papel. “Cuando una se convierte en madre, hay todo un mundo de emociones que ni siquiera imaginaba antes de tener un niño. Creo que no habría podido interpretar a Sylvia si no fuese madre. Habría sido imposible. No puedo imaginarme a un niño que quede solo a los cuatro años. Ser madre me hizo las cosas más fáciles y más interesantes, porque pude acudir a mis propias emociones como madre y ponerlas todas en la película.”
El desafío actoral es considerable. En la primera parte de la historia, Sylvia lucha para superar la pérdida de su marido y para consolar a sus niños. Luego enfrenta una enfermedad terminal y nuevamente trata de proteger a sus niños del dolor de que su madre enfrente la muerte. “Actuar una pérdida o el dolor es una de las cosas más difíciles”, dice. “En especial cuando una llora a un personaje que el público no conoce. Yo he perdido a personas muy cercanas y, de alguna manera, uno no se sobrepone, sino que esta pérdida forma parte de tu vida. Es como que uno aprende a vivir con ello. Y con Sylvia debía aprender a no hacerla demasiado depresiva; hubiera sido fácil mostrarla depresiva la primera parte del film y enferma la segunda parte. Simplemente habría sido un personaje triste. De modo que traté de focalizar en lo dramático del cambio: del dolor por la pérdida de su esposo a conocer a James Barrie, con el color y la felicidad que él aportó a su familia, de manera completamente inesperada.”
A Winslet la acompaña un “elenco fantástico”, además de Johnny Depp. Julie Christie interpreta a su madre, la Sra. Du Maurier, y Dustin Hoffman interpreta al empresario Charles Frohman, el hombre que produjo la mayoría de las obras teatrales de Barrie. La historia está inspirada en hechos reales y el director espera que, aun cuando algunos hechos históricos han sido alterados con fines dramáticos, el film sea esencialmente fiel a lo que verdaderamente ocurrió. “La línea argumental es diferente, pero yo deseaba captar el espíritu de cómo J. M. Barrie se inspiró para escribir Peter Pan”, dice el director Marc Forster. “Ese era mi principal objetivo.”
–¿Cómo fue reencontrarse con la prensa en el Festival de Venecia?
–Un poco extraño, en verdad. Hacía más o menos cinco años que no iba a Venecia ni a ningún otro festival. Es un poco raro estar de vuelta. Tampoco voy a estrenos ni soy esa clase de personas que asisten a la apertura de los sobres. Es raro volver a pensar en la ropa: soy más feliz cuando visto un par de jeans (ríe).
–¿Todavía no le gusta verse en pantalla?
–Oh, no. ¡Por Dios, es terrible! Para mí es muy difícil aislarme y simplemente ver la película, pero esta vez sí me encontré mirando Descubriendo... Johnny está brillante y creo realmente que es uno de sus mejores trabajos. Y Freddie Highmore, el niño que interpreta a Peter, está extraordinario. Esa es la clase de actuación que hace que para los demás también sea fácil actuar porque brinda muchísimo. Freddie es completamente puro; posee un don del cual es completamente inconsciente, es notable. Actuar una escena con él te quita el aliento y, verdaderamente, te pone la piel de gallina. Honestamente, nunca había visto algo así. Y no estoy hablando del niño sino de sus dotes actorales. Lo que hace es sorprendente.
–La película trata cuestiones muy serias: cómo lidiamos con la pena, cómo sobrevivimos a ella. ¿Interpretar esa clase de emociones es lo suficientemente fuerte como para pensarlo?
–Absolutamente. Y cuando llegó la parte de mi enfermedad terminal, hacer las escenas junto a Freddie me facilitó mucho el trabajo porque, francamente, ver a un niño que te mira con lágrimas en los ojos te mata, así como la idea de perder a un niño o de dejar a tus niños. Es por eso que, definitivamente, no podría haber hecho esta película si no fuese madre y supiera cómo se sienten estas cosas.
–¿Habló con alguien cuando preparaba su papel?
–En verdad, recuerdo una conversación con Emma Thompson. Le pedí que leyera el guión para darme algunas ideas y ella me dijo: “Creo que tienes que recordar que muy en lo profundo, Sylvia siente una gran ira”. Y por supuesto tenía razón: era la ira de haber perdido a su marido, a quien Sylvia había amado tanto y que había sido un padre maravilloso. La investigación que realicé demuestra claramente que él fue un hombre notable. Perder a tu esposo y después enfermar gravemente te provoca mucha ira. Yo estuve junto a alguien que estaba muriendo y la ira que se siente es extraordinaria, de modo que tuve que tener cuidado en no expresarla demasiado, pero al mismo tiempo, hay momentos en los que Sylvia se enoja con James Barrie. Me complace que esos momentos hayan quedado en la versión final del film porque son un aspecto muy verdadero de las emociones que siente mi personaje.
–¿Cómo fue trabajar con Johnny Depp?
–Nunca habíamos trabajado juntos y ni siquiera nos conocíamos. Ese fue, realmente, uno de los atractivos de la película para mí, especialmente porque en el momento en que llegó Finding Neverland yo pensaba: “Listo, por un tiempo no voy a hacer films de época”.
–¿Había hecho ya Eterno resplandor de una mente sin recuerdos en esa época?
–No todavía. La había leído y la estaba evaluando. Quería hacerla, pero estaban tratando de reunir el dinero y darle forma al proyecto. En ese momento llegó Neverland y pensé: “Dios, ¿cómo me puedo negar a esto?”. Estaba Johnny Depp, alguien con quien adoraría trabajar; estaba Marc Forster y me parecía que la idea de incluirlo como director de este film, quienquiera que la hubiera tenido, era grandiosa. Imagínese, pasar de Cambio de vida a Neverland; no puede haber dos películas más diferentes. Supe que ésta no sería una película más de época porque estaban Johnny y Marc. Sabía que se vería y se sentiría diferente, que las emociones no estarían tan contenidas como en las películas de época a causa de ellos. Realmente, no pude resistirme.
–¿Y trabajar con Depp estuvo a la altura de lo que esperaba?
–Absolutamente, la pasamos muy bien juntos y también trabajamos de manera bastante parecida. A él le gusta jugar con ideas y compartir opiniones, al igual que a mí. Fue maravilloso: él preguntaba “¿Qué pensás de esto?” y a mí me parecía bien, de modo que sugería que lo probáramos. Yo soy de las que siempre preguntan “¿Qué te parece?”; recuerdo haberlo hecho con Kathy Bates. Johnny y yo lo compartimos y fue grandioso porque en el momento no te enfermás. Al contrario, nos reímos mucho. Tenemos un sentido del humor parecido, así que nos sentábamos en su trailer en las pausas del almuerzo para ver episodios de The Fast Show.
–¿Cuánta investigación realizó?
–Bueno, para las películas de época hay que hacer mucha investigación, es inevitable. Me sentiría extraña si no conociera todos los hechos. Lo primero que hice fue volver a leer la obra. Yo interpreté a Wendy cuando tenía 14 años... ¡seguramente muy mal! Se veían los cables cuando volábamos, ¡terrible! (se ríe). Bueno, la leí de nuevo para ver todos los detalles porque en la obra pasan muchas cosas. Y obviamente leí todo el material existente sobre Barrie. No hay mucho acerca de su relación con Sylvia, pero encontré todo lo que pude.
–¿Encuentra significados más profundos en la historia de Peter Pan?
–Simplemente pienso que es una historia maravillosa acerca de un niño que puede volar. No creo que haya un significado más profundo sino que trata de un niño que no desea crecer y que tiene una imaginación tan poderosa que puede llevarlo a mundos alocados y maravillosos. El lleva a Wendy y a sus hermanos, niños del mundo real, al País de Nunca Jamás, y es una historia tan maravillosa que todavía hablamos de ella: la conoce mi hija y yo la conocí a los tres o cuatro años. No veo en ella otro significado psicológico más profundo.
–¿Qué espera que el público se lleve al final del film?
–Espero que la gente se vaya conmovida, porque es una película conmovedora y triste, especialmente al final, pero también espero que sea inspiradora. Es posible ser como un niño y escapar gracias al poder de la imaginación. Como realización cinematográfica es muy valiente, porque hoy en día hay muchas películas que presentan otros mundos o mundos de fantasía, pero allí suelen ocurrir cosas violentas o desagradables, los personajes se matan y andan vestidos de manera alocada. En este film las personas no se matan unas a otras sino que se aman, así que para mí hay una gran afirmación de la vida. Es muy satisfactorio formar parte de una película que, de muchas formas, es tan conmovedora.

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Winslet es una mujer que perdió a su marido y sufre una enfermedad terminal; Depp es J. M. Barrie, autor de Peter Pan.
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