ESPECTáCULOS › FALLECIO LA CANTANTE DE TANGOS ADA FALCON

Adiós a “la joyita argentina”

Fue una de las grandes figuras femeninas de los ‘30 y ‘40, y les puso su voz a varios clásicos con la orquesta de Francisco Canaro.

@La cantante de tango Ada Falcón, una de las voces femeninas de oro del tango, amiga cercana de Carlos Gardel y Enrique Santos Discépolo, falleció ayer a los 96 años en un geriátrico en una localidad cercana a Cosquín. La muerte de la famosa cantante fue dada a conocer por sus familiares, quienes indicaron que la legendaria diva, que se hizo famosa por sus presentaciones como vocalista junto a la orquesta de Francisco Canaro, falleció por causas naturales en el hogar de ancianos San Camilo, ubicado en la localidad de Molinari, a unos 5 kilómetros de Cosquín. Según contaron los familiares, “hacía muchos años” que la cantante estaba internada en el geriátrico: anoche, sus restos eran trasladados a Buenos Aires para ser sepultados hoy en el panteón de Sadaic en el Cementerio de la Chacarita.
Falcón nació en Buenos Aires el 17 de agosto de 1905, la menor de tres hermanas, también cantantes: Amanda, sin mayor trascendencia, y Adelma, quien llegó a grabar en dos discos. En algún momento de su carrera deslizó que era hija natural de un caballero de alta alcurnia de la sociedad argentina, que había raptado a su madre: el dato nunca pudo ser comprobado, pero lo cierto es que fue su madre quien la impulsó por caminos artísticos. A los 5 años de edad Falcón debutó ante el público como La Joyita Argentina, en una compañía infantil donde no cantaba tangos sino tonadillas españolas. En la primera década del siglo y antes del año ‘20, Falcón llegó a actuar en un film mudo, una actividad que le impidió que asistiera a la escuela y la obligó a completar los estudios en su casa. La cantante fue la tercera aparición en el naciente fenómeno de nuevas voces femeninas: en 1923 ya habían hecho sus primeras grabaciones Azucena Maizani y Rosita Quiroga, y el 15 de julio de 1925 le tocó el turno a Falcón, quien grabó secundada por la orquesta de Osvaldo Fresedo para el sello RCA Víctor. En poco tiempo, Mercedes Simone y Tita Merello (quienes comenzaron a grabar en 1927) y Tania (en 1930) terminaron de conformar una verdadera “armada femenina” de la canción ciudadana que marcaría toda una época, apoyada por la explosión de la radio como método de difusión de música grabada y en vivo.
Las dos décadas siguientes marcaron su esplendor artístico, con títulos propios como “Pecado mortal” y “Sueño con él” (dedicado al ex gobernador de Mendoza Washington Lencina, asesinado en luchas electorales), o poniendo su voz para clásicos como “Envidia”, “La pulpera de Santa Lucía”, “Yo no sé qué me han hecho tus ojos”, “Caminito” y “Cambalache”. Tras grabar para el sello Odeón junto al pianista Enrique Delfino y el guitarrista Manuel Parada, en julio de 1929 comenzó su relación con Francisco Canaro, que fue fundamental en lo artístico y en lo personal. Con ese director llegó a grabar cerca de 180 canciones, desde que dio su aporte para el estribillo de “La morocha” hasta setiembre de 1938, cuando el vínculo se rompió. Según varios allegados a Canaro, Ada insistía en que el director se separara de su esposa y formalizara la relación con ella, pero una consulta a un abogado y la certeza de que en esa separación perdería el cincuenta por ciento de su patrimonio lo hizo cambiar de idea. Poco después, La Francesa, apodo con el que se conocía a la mujer de Canaro, irrumpió en un ensayo de la orquesta y amenazó a Falcón con un revólver: no pasó mucho tiempo antes de que la cantante se despidiera de los músicos.
A esa altura, de todos modos, ya era una estrella. El éxito y el reconocimiento del público, la fascinación de los hombres por sus ojos verdes (aunque su única participación en un film sonoro, Idolos de la radio, de 1934, era en obvio blanco y negro) y su tono de voz con cierta pretensión lírica la llevaron a adoptar conductas casi hollywoodenses. Así, se paseaba en un descapotable rojo, y ostentaba pieles y joyas en un caserón de tres plantas. El desengaño con Canaro pareció apurar un final, ya que cuatro años más tarde, luego de grabar sus últimas dos canciones (“Corazón encadenado” y “Viviré con tu recuerdo”, de Canaro e Ivo Pelay), comenzó a mostrarse cada vez más ausente, a rehuir el contacto con elpúblico y recluirse en su casa e, incluso, a entrar a la iglesia de Nueva Pompeya de rodillas y hablando en voz alta con las imágenes de santos. Poco después se retiró a la localidad cordobesa de Salsipuedes junto a su madre, convirtiéndose ambas en monjas terciaras franciscanas. Extraño final para una de las grandes divas del tango argentino.

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Ada Falcón inició su carrera a los 5 años, en un conjunto en el que cantaba tonadas españolas.
 
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