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Aquejado por las filtraciones de agua, desprendimientos de mampostería y otros deterioros propios de la edad, el Teatro Colón –próximo a cumplir 95 años– recibirá por fin asistencia para su restauración. Esta vez, sin embargo, no serán parches, sino obras que forman parte de un plan maestro que no sólo contempla la puesta en valor sino la actualización tecnológica del mayor teatro lírico de América latina. La primera etapa ya comenzó, con la reparación de vitrales y la restauración de marquesinas, y continúa con la construcción de una cafetería en el Pasaje de los Carruajes y de la Plaza del Vaticano –sobre Viamonte, entre Libertad y Cerrito–, un espacio destinado a espectáculos al aire libre.
El proyecto suena ambicioso para épocas de escasez, como ésta. Y en realidad lo es: sólo la primera etapa demanda una inversión de cuatro millones de pesos, que serán financiados por un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo y el aporte de la Fundación Teatro Colón. “Esta es la primera obra integral que se hace en los últimos 30 años”, destacó el secretario de Cultura, Jorge Telerman, al presentar el Master Plan. “El proyecto comenzó a elaborarse en 2001, con un relevamiento fotográfico de las fachadas y el registro digital de planos e instalaciones”, agregó la arquitecta Silvia Fajre, subsecretaria de Patrimonio Cultural, a cargo del proyecto.
En los próximos meses se iniciarán las obras en el Centro de Experimentación y el Museo, ubicados en el subsuelo, que están orientadas a detener las filtraciones que deterioran y afectan el funcionamiento en diversas áreas. También se prevén, en esta primera etapa, la instalación de un equipo de aire acondicionado en el Salón Dorado y la construcción de un comedor y baños para el personal.
Con relación a la Plaza del Vaticano, se trata de la ejecución del proyecto que ganó el concurso realizado el año pasado por la Sociedad Central de Arquitectos, que recupera el espacio actualmente ocupado por una playa de estacionamiento. Allí habrá una plaza seca con lugar para espectáculos al aire libre. Para eso, está prevista la instalación de equipos de iluminación y sonido aptos para exteriores.
Esta es la primera de un total de tres etapas, cuya ejecución debería estar terminada en el 2008, para el centenario del Colón. Todo dependerá de la evolución de la economía nacional: en diciembre de 2001, cuando el peso equivalía al dólar, el presupuesto total era de 22 millones de pesos. La ejecución del plan estará bajo la supervisión de especialistas en teatros líricos con experiencia internacional. Hasta ahora se han hecho consultas con el director técnico de la Opera de Estrasburgo, Jean Michel Dubois, y el director de Restauración de la Opera de Garnier, Alain Perrot. También se suscribió un acuerdo con la Opera de Berlín.