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Otra tapa de hierro que voló, otra cámara de electricidad de Edesur que explotó. Esta vez, sucedió en la esquina de San Luis y Ecuador, en el barrio de Once, donde felizmente no se concentra ningún grupo de “acorralados” por los bancos y no hubo víctimas. Por precaución, el tránsito fue cortado en los alrededores mientras trabajaba en el lugar una dotación de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal y personal de Edesur, que suspendió el suministro eléctrico en la zona. Según un comunicado emitido por la empresa, el incidente se produjo “por causas externas” a ésta.
Eran cerca de las 8.30 de la mañana de ayer, cuando un policía de la comisaría 7ª observó que de la cámara de luz salía humo. Pocos minutos después, el mismo policía escuchó un estruendo: la cámara había explotado y su tapa había recorrido unos cuantos metros. El efectivo avisó a los bomberos, quienes junto a una cuadrilla de Edesur apagaron las llamas que salían de la caja y comenzaron a reemplazar una pieza con 24 fusibles, destruida por el estallido, para asegurarle la electricidad a los vecinos.
“Esto es un peligro. Esta vez no tuvimos que lamentar víctimas porque los que vivimos en la zona ya conocemos lo que ocurre y cada vez que llueve y vemos salir humo de estas cámaras caminamos con mucho cuidado”, aseguró un vecino, que advirtió que “ésta no es la primera vez que ocurre una explosión en las cámaras de Edesur ya que no soportan el consumo eléctrico de la zona y cada vez que caen cuatro gotas pasa lo mismo”.
Para colmo, según un comerciante del barrio, los bomberos “llegaron rápido, pero tuvieron que pedirnos prestado los matafuegos ya que los de ellos estaban vacíos”.
“Con la de hoy –por ayer–, son doce las explosiones registradas en cámaras de este tipo en los últimos cinco años”, aseguró a Página/12 el diputado Héctor Polino, quien sostuvo que “la nueva voladura es producto de la desidia del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de la empresa eléctrica y del ente regulador de electricidad (ENRE)”. Polino exigió además al gobierno porteño que determine la obligatoriedad de la instalación de “buzones” sobre las veredas, en reemplazo de “las cámaras subterráneas, donde el agua de las lluvias se filtra fácilmente, posibilitando las conocidas explosiones”.
Por su parte, Edesur culpó del incidente a la empresa suministradora de gas. Consultados por este diario, representantes de la empresa aseguraron que personal de Edesur había inspeccionado la cámara el sábado pasado, que la encontraron “en perfectas condiciones” y que se había detectado “una posible pérdida de gas que motivó un reclamo de reparación a la empresa correspondiente”. Ayer se presentó un escribano en el lugar de la explosión quien, junto con técnicos de la empresa, constató la pérdida de gas.