SOCIEDAD › TEDXRíO DE LA PLATA EN LA CIUDAD CULTURAL KONEX

Un sábado para el futuro

Las entradas eran sólo para los que tuvieran entre 16 y 21 años. Tantos chicos se anotaron para el ciclo de charlas, que hubo que sortear quién entraba. Un día de cultura y tecnología en la ciudad.

 Por Carlos Rodríguez

En la Ciudad Cultural Konex, mil doscientos jóvenes de entre 16 y 21 años se reunieron este sábado para “escuchar y debatir ideas que pueden cambiar y mejorar al mundo” con vistas al futuro. Pero sobre todo, y en lo inmediato, acumular experiencias, lecciones de vida y presenciar exposiciones sobre ciencia, tecnología, arte, literatura y un sinfín de temas apasionantes. Entre otras cuestiones, las charlas apuntaron a fortalecer las convicciones de los chicos a la hora de decidir qué carrera o qué actividad quieren desarrollar “para de-sarrollarse como personas”, priorizando siempre –como dijo en su charla la escritora y contadora pública Claudia Piñeiro– “lo que queremos ser, aunque nuestros padres nos quieran hacer creer que tenemos que ser otra cosa”. De todos modos, la propia Piñeiro sostuvo que “uno puede estudiar ingeniería, por ejemplo, y ser un buen escultor”, del mismo modo que ella se debatió primero entre “el debe y el haber” de los libros contables, para luego resultar finalista “de un concurso de literatura erótica”.

El encuentro juvenil, que colmó las salas de conferencias del Konex, fue organizado por TEDXRío de la Plata, que actúa bajo licencia de TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño), una entidad sin fines de lucro que fue fundada en 1984 y que desde el año 2009 viene realizando conferencias multitudinarias en Long Beach, California.

Para la reunión en Buenos Aires se habían anotado tres mil jóvenes. Entre ellos hubo que elegir, por sorteo, a los 1200 que finalmente pudieron estar presentes en el evento, que contó con la conducción de Matías Martin y la participación de investigadores, periodistas, escritores y jóvenes que hablaron de cómo se han dedicado a actividades tan diversas como ser “baterista-percusionista vocal”, crear un registro de hábitos y estilos de vida que sirvan a los expertos para prevenir y curar enfermedades o dedicarse al estudio y colección de plantas carnívoras de todo el mundo.

El primer expositor fue Sidarta Ribeiro, investigador en neurociencia de los sueños. Para explicar cómo es el entramado de los sueños, comenzó señalando las distintas actitudes que tienen algunos animales, como las ratas, si están condenadas a una jaula de laboratorio o si tienen la posibilidad de desarrollarse con mayores libertades. De allí pasó a señalar que la forma de vida, hace que sean “bien diferentes” las pesadillas de los chicos que viven en la Franja de Gaza y los sueños de los que viven, en condiciones diferentes, en Jordania.

Recordó que para las antiguas civilizaciones, tanto de Europa como de América, los sueños eran considerados como “un oráculo que podía predecir el futuro”. Sin darle ese carácter de leyenda, coincidió con los antiguos en que los sueños “sobre todos los malos, aunque también están los buenos, reflejan lo que nosotros pensamos que nos puede llegar a pasar en el futuro inmediato, de acuerdo con cómo sea nuestro presente”. Se despidió, entre aplausos, deseándoles “felices sueños” a los presentes.

Después ofreció un muy interesante monólogo –breve, como lo impone la modalidad establecida por los organizadores del encuentro–, la escritora Claudia Piñeiro. Les dijo a los chicos que, a los 18 años, “todo el mundo, y nosotros mismos, nos preguntamos qué queremos ser”. Ella eludió recomendar la “vocación” de cada uno, por tratarse de una idea que viene “de la religión”. Lo dijo como alumna que fue de un colegio de monjas.

Contó que sus dudas, en esos años, eran compartidas por sus padres, quienes resolvieron enviarla a que hiciera un “test vocacional” con psicólogos que tenían su consultorio en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda. Allí comprendió que quería seguir la carrera de sociología, que en esos tiempos se cursaba en un sector de la actual Facultad de Derecho. Le fue imposible ingresar porque la dictadura militar cerró la carrera. “Un estudiante de sociología me dijo que seguirla llevaba a dos finales posibles: no conseguir trabajo o terminar en una zanja.” Fue así que decidió su futuro luego de citar, con algún retoque, una frase del general San Martín: “Serás lo que debas ser o si no serás contador público nacional”. Ese es el título que tienen ella y su hermano.

A partir de ser finalista con una “novela erótica” que escribió para un concurso literario, comenzó a trabajar en la revista Emanuel, luego hizo guiones para la TV, entre ellos el de la novela Resistiré, ganó un concurso organizado por el diario Clarín y hoy vive de la literatura. Aseguró que para escribir hacen falta “algo de talento y mucho esfuerzo”.

Después fue el turno del físico forense Willy Pregliasco. Explicó que pensó que la física lo llevaría a “conocer el cosmos, las estrellas”, pero en cambio se dedicó a investigar casos judiciales, como en la serie CSI, aunque con menos recursos. Pregliasco, junto con un grupo de científicos del Instituto Balseiro de Bariloche determinaron, por el sonido de un video, no por sus imágenes, desde dónde partieron los disparos que mataron a Teresa Rodríguez, en Cutral-Có, durante los piquetes de protesta por el cierre de la planta local de YPF, en 1996.

Luego hizo lo mismo en la llamada Masacre de Avellaneda, cuando la policía bonaerense mató a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. También ha realizado trabajos en causas por tres accidentes ocurridos en el Cerro Catedral. Concluyó su charla asegurando que él tuvo que “alejarse del universo” para quedarse en la Tierra. Su sentencia final fue que “algunos pueden burlar las leyes de los hombres, pero no las de la física” aplicada a la investigación forense.

Otros de los expositores fueron el matemático y periodista Adrián Paenza; el periodista deportivo Juan Pablo Varsky; el “emprendedor en videojuegos e Internet” Santiago Siri; el investigador especializado en “agujeros negros” Gastón Giribet; el experto en nanotecnología Galo Soler-Illia, la fotógrafa directora de PH15 Moira Rubio Brennan; el músico Pablo Kaloustian (hizo su show de baterista y percusionista vocal, con un talento y una gracia que hizo disfrutar al público); el “emprendedor y filántropo” Daniel Nofal; el ilustrador, diseñador y escenógrafo Alejandro Bustos, y Nicolás Pueta, un joven que se ha destacado como deportista, a pesar de que carga desde el nacimiento con una malformación congénita de la pierna izquierda.

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Imagen: Dafne Gentinetta
 
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