SOCIEDAD › UNA COMUNA INTENTO APROPIARSE DEL TERRENO QUE PERTENECE A UNA ESCUELA PUBLICA

Buscando lote para el estacionamiento

La Comuna 7 rompió la cerradura y empezó a relevar un predio de la Escuela 6, de Varela al 1000. Luego pidieron disculpas, pero días más tarde otros empleados municipales quisieron “auditar” el lugar. La escuela reclama que allí se amplíen las instalaciones educativas.

En la tarde del 15 de marzo dos operarios del gobierno porteño rompieron una cerradura con una barreta para ingresar en un terreno vacío de Flores y fotografiarlo. El lote pertenece a la Escuela Nº 6 del Distrito Escolar 11, ubicada a la vuelta, por lo que, advertidas por los vecinos acerca de que su terreno estaba siendo intrusado, las autoridades caminaron los metros entre un lugar y otro y pidieron las explicaciones del caso. En informe al ministerio, las autoridades escolares contaron que los operarios aseguraron: “Existen denuncias de vecinos por presencia de ratas”, “nos mandó el director de la Comuna 7” y “se va a hacer un estacionamiento gratuito para empleados de la comuna”. Sin embargo, señala la presentación, no tenían “papeles que respalden sus dichos”. Funcionarios de la Comuna 7, luego, dijeron que había sido un error e ignoraban que el terreno perteneciera a la escuela, pero no quisieron dejar asentado lo sucedido. A fines de marzo y nuevamente a principios de esta semana, personal de otra área del gobierno porteño volvió a “auditar” el terreno. Las autoridades escolares informaron lo sucedido al Ministerio de Educación, que aún no dio respuesta. El caso, mientras tanto, está siendo seguido por la Defensoría del Pueblo porteño y diputados opositores.

El terreno de la calle Recuero 2545 fue cedido a la Escuela Vaz Ferreira, ubicada a la vuelta, en Varela 1040, por una ley porteña sancionada en julio de 2000. Desde entonces, las sucesivas conducciones escolares pidieron, hasta ahora sin éxito, que el Ministerio de Educación construyera allí un salón de usos múltiples, se dispusiera una “zona para plantación de árboles” y una huerta. Algo así, explicó a este diario la actual directora, Cristina del Río, permitiría descomprimir la compleja situación edilicia del establecimiento, pequeño y mal mantenido, al que concurren 220 chicos de la zona, muchos de ellos habitantes de la Villa 1-11-14. Como consta en una presentación de propuesta de obra realizada en 2005, a la que tuvo acceso este diario, la escuela, de doble escolaridad, “cuenta con 10 secciones de grado (...) y posee como únicos espacios comunes un patio de 280 m2, una biblioteca y una sala de computación pequeñas y una salita de música ínfima”; las clases de educación física se dictan en un polideportivo bajo la autopista, que pertenece a una asociación vecinal.

El mismo 15 de marzo de este año, a minutos de sucedido el episodio de intrusión, las autoridades escolares dieron aviso al supervisor del Distrito Escolar, quien concurrió al lugar, al tiempo que los operarios del gobierno porteño convocaban a funcionarios de la Comuna 7. De acuerdo con la presentación, los funcionarios “dijeron que se trataba de un error, que no sabían que el terreno era de la escuela y que los operarios repondrían la cerradura”, cosa que finalmente no sucedió y costó 600 pesos a los fondos de la cooperadora escolar. Luego, los funcionarios se negaron a dejar constancia de lo sucedido, algo que sí hicieron las autoridades escolares en la Comisaría 38ª. Al día siguiente, padres y docentes desmalezaron el terreno y no encontraron ratas.

Una vez recibida la denuncia, explicó a Página/12 Gustavo Lesbegueris, del Area de Derechos de la Educación de la Defensoría porteña, “se inició la actuación Nº 2069/13, solicitándose informes al Ministerio de Educación, a la Dirección General de Administración de Bienes y al presidente de la Comuna 7”. “Nos preocupa la denuncia porque si el intento de ocupación del terreno se hizo por desconocimiento del reclamo (de larga data) de la escuela, nos habla de funcionarios que se han preocupado poco por interiorizarse acerca de la situación y las necesidades de las escuelas del barrio. Pero mucho más nos preocuparía si se llevó a cabo conociendo la situación, o si se estuviera pensando en ceder un espacio público que es de la comunidad educativa de la escuela Vaz Ferreira para algún emprendimiento privado”, aunque “hasta el momento nadie avisó a la escuela que se hubiera transferido la posesión del terreno”.

La legisladora Delia Bisutti, que monitorea junto a Tito Ne-nna, señaló que “cuando se intenta intrusar, siempre es para hacer algo y para hacerse de algo que no es propio”. Por eso, explicó, “estamos detrás de este tema y tuvimos una reunión con el área de infraestructura escolar” del Ministerio de Educación. “Le pedí que pusiera un cartel que indicara que ese predio está destinado a la escuela, para que hubiera una referencia clara. Y la semana próxima quedamos en trabajar con algún proyecto de ley que incluya una partida, este año o lo más pronto posible, para las obras en ese predio”. El área de infraestructura escolar, contó la legisladora, “no tenía en sus planos que el terreno era de Educación y de esa escuela. De momento, el único cartel que señala a quién pertenece el predio fue pintado por las autoridades de la escuela.

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El terreno del conflicto está ubicado en la calle Recuero al 2500, en Flores Sur.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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