SOCIEDAD › LOS TRABAJADORES LEVANTARON EL PARO QUE HABíAN DISPUESTO TRAS AGRESIONES DE PASAJEROS

Al final, en la B había fallas técnicas

Los pasajeros culpaban a los trabajadores por las demoras y el jueves hubo golpes y agresiones verbales. En un acta, Metrovías admite que las fallas son “esperables” y promete subsanarlas.

 Por Soledad Vallejos

Tras dos horas de reunión en la Subsecretaría de Trabajo porteña, representantes de Metrovías, Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) y la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (Agtsyp) acordaron el cese de la medida de fuerza que paralizó la línea B durante todo el viernes. Aunque durante la mañana Metrovías había asegurado que estaban “dadas las condiciones para operar la línea B en todo su recorrido” y las máximas autoridades porteñas afirmaron que “no hay problemas técnicos” en esa línea, el acta de la reunión que puso paños fríos al conflicto explicita lo contrario. En el documento, firmado por todas las partes y al que tuvo acceso Página/12, Metrovías señala que la obra inaugurada a fines de julio por Macri “se encuentra aún sujeta a los ajustes propios de la inauguración” y que resulta “por lo tanto esperable que se produzcan afectaciones al servicio por razones técnicas, las cuales se subsanarán a la brevedad”. La empresa agrega que “con motivo de las mismas (las razones técnicas) se han producido recientemente demoras e inconvenientes ajenos al desempeño de los trabajadores”. Hoy, desde las 5.30 de la madrugada, la línea volverá a brindar servicio entre las estaciones Juan Manuel de Rosas y Alem.

El acta de la audiencia señala también que, “considerando el interés de los usuarios de la línea”, el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor –quien había convocado de urgencia la reunión–, todas las partes se comprometieron a “hacer los mayores esfuerzos para minimizar las eventuales consecuencias de situaciones” que pudieran alterar el servicio, “conservar el diálogo y hacer todos los esfuerzos conducentes a fin de mantener la paz social”. Aunque firmó el acta en conformidad con el acuerdo, Sbase emitió un comunicado en el cual aseguró que “las partes reconocieron que las estaciones están en perfectas condiciones de seguridad para operar con normalidad, como lo han demostrado las inspecciones de distintos organismos”, lo cual no está expresado en el acta.

Ayer la línea B no prestó servicio en todo el día, luego de una decisión tomada por el gremio en la medianoche del jueves al viernes, tras una asamblea convocada de urgencia. Poco antes, pasajeros irritados por demoras en el servicio habían atacado a trabajadores de tráfico, andén y boleterías. Uno de ellos, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara, recibió trompadas por parte de algunas personas. En el tumulto, también resultaron rotos los vidrios de las estaciones Los Incas y Lacroze; los pasajeros corearon consignas en contra de Mauricio Macri y los metrodelegados. La situación debió ser controlada por efectivos de la Policía Federal. Por todo ello, a medianoche la Agtsyp resolvió una medida de fuerza para todo el viernes.

Metrovías conoció la novedad en la madrugada de ayer, en el horario en que habitualmente comienzan las operaciones. Lucía Ginzo, gerenta de Relaciones Institucionales de la empresa, aseguró a este diario: “El personal dijo que se declaraba en conflicto gremial alrededor de las 4 y media, cuando se ponen a orden para tomar el servicio”.

Durante la mañana se sucedieron las declaraciones en entrevistas radiales. Dellecarbonara, delegado de la línea B, dijo que “las condiciones técnicas no están dadas” para circular, y que aunque solucionar eso es “responsabilidad” de Metrovías, los trabajadores del subte se convirtieron en “chivo expiatorio”, como había sucedido el jueves. “Estos últimos días hemos visto que hay muchas fallas técnicas en la señalización. Ayer (por el jueves) se rompieron los cambios en la estación Rosas, que supuestamente son cambios nuevos, y eso hizo que primero se demore muchísimo el viaje en la línea y después que se interrumpa directamente el servicio hacia Rosas”, explicó. Dellecarbonara señaló, además, que han habido “inconvenientes con las señales en Los Incas por la tarde” y que “el lunes se partió un riel en Pueyrredón”.

Por su parte, Macri negó rotundamente que hubiera fallas técnicas en el tramo inaugurado antes de las PASO, y señaló que el paro constituía un “abuso de poder”. “Los metrodelegados tienen que entender que los abusos de poder, el creerse dueños de lo que no son dueños, generan un enorme nivel de irritación y cansancio en la gente”, aseveró Macri. La medida “es parte de esta etapa que está terminando, que los metrodelegados no lo quieren entender”, agregó, aun cuando advirtió que no justificaba “ningún tipo de agresión” a los trabajadores. Macri también pidió “colaboración de todos”; “el que no lo entienda, que deje paso a otros trabajadores que sientan esa responsabilidad que es tener la alegría y satisfacción de brindar un mejor servicio”.

Durante la mañana, el jefe de Gabinete, Rodríguez Larreta, y el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo, se manifestaron en la misma línea que Macri. Al filo del mediodía, Rodríguez Larreta anunció que la Subsecretaría de Trabajo convocaba “en forma urgente para una conciliación” porque “es difícil explicarle a la gente que hay un paro pero no se sabe por qué”.

Al promediar la tarde, el acta de la audiencia, firmada por el subsecretario de Trabajo, representantes de Sbase, Metrovías y la Agtsyp desmintió rotundamente las declaraciones de los funcionarios. En un comunicado, Metrovías informó que las partes coincidieron en “la necesidad de restablecer el servicio”.

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El servicio de la línea B, interrumpido durante veinticuatro horas, se reanudará hoy a las 5.30.
Imagen: DyN
 
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