SOCIEDAD › EL SHOPPING CABALLITO

Sin los votos

El bloque del PRO en la Legislatura no logró conseguir los votos para tratar el proyecto de ley que habilite la construcción del shopping de IRSA en el barrio de Caballito, por lo que el jefe de la bancada, Fernando de Andreis, pidió su vuelta a comisión. Los vecinos celebraron la noticia y pidieron que ese terreno sea un espacio verde y que, a cambio, se le entregue a la empresa un área de similares características en el sur de la ciudad.

La iniciativa, que pertenece al gobierno porteño, iba a ser tratada en la sesión del jueves pasado, pero el macrismo decidió postergar el tratamiento debido a que no alcanzaba los 40 votos necesarios para su aprobación.

La intención del PRO era volver a tratarlo en la sesión especial de ayer, pero debido al rechazo de la oposición al proyecto, y teniendo en cuenta que no alcanzaría los votos, pidió su vuelta a comisión.

El proyecto había sido enviado a la Legislatura en octubre, por tercera vez, por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y busca modificar la zonificación de un predio en Caballito, lindante con el estadio del club Ferro, para permitir la construcción de un shopping. Anteriormente, el texto había sido enviado en 2008 y en 2011.

“Este es un nuevo triunfo de los vecinos de Caballito, que venimos luchando desde que, en 2008, Macri hizo de mediador para que se aprobaran normas especiales para instalar un shopping monstruoso en un barrio de casas bajas. Sin contar que las propiedades fueron compradas de forma oscura. IRSA le compró a una empresa uruguaya que horas antes había adquirido los terrenos del presidente de Ferro, Marcelo Corso, aunque estaban en comodato y pertenecían al gobierno nacional. Esos seis millones y medio nunca llegaron a las arcas de Ferro y la empresa uruguaya desapareció”, afirmó Mario Oybin, integrante de SOS Caballito.

En este sentido, el vecino dijo que la comunidad quiere “que el lugar quede como espacio verde y que se le ofrezca a IRSA un espacio de similares características en la zona sur”.

“Los vecinos veníamos alertados por la triste experiencia del Dot Baires, donde los vecinos perdieron su calidad de vida. Un shopping de la envergadura del que IRSA quiere hacer supone la demolición de la vida a 10 cuadras con contaminación ambiental, sonora y robos. Queremos vivir donde elegimos y preservar la identidad del barrio. El inicio de la trampa está en los títulos de propiedad y después está el tema de intentar cambiar el Código de Planeamiento Urbano al servicio del interés particular del empresario Eduardo Elsztain con Macri haciendo de cadete”, aseguró Oybin.

El proyecto contemplaba el otorgamiento de normas urbanísticas especiales a la zona en donde están ubicados los terrenos, situados sobre la avenida Avellaneda al 1500.

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