SOCIEDAD › LOS VECINOS CAMBIARAN EL NOMBRE DE UN ESPACIO VERDE

Voto en la plaza contra Falcón

La asamblea vecinal de Floresta y otras organizaciones abren hoy una elección para que los vecinos voten un nuevo nombre a la plaza que recuerda al jefe policial que mató a 30 obreros.

El 1º de Mayo de 1909, en reclamo de una jornada laboral de ocho horas, la FORA –organización obrera anarquista– marchó a Plaza Lorea (actual Plaza Congreso). Con una feroz represión, la policía asesinó a treinta trabajadores. El coronel Ramón Falcón era el jefe del operativo. Seis meses después, el joven anarquista Simón Radowitzky vengó el asesinato de sus compañeros: con una bomba ajustició a Falcón. Sólo dos días después, el gobierno bautizó una calle con el nombre del policía y la última dictadura militar terminó de rendir honores cuando asignó la misma denominación a una plaza de Floresta. “No queremos rendirle homenaje a un asesino”, resumieron desde la Asamblea Popular del barrio. Por eso, y junto con otras organizaciones sociales, rebautizarán el espacio verde del barrio: desde hoy y hasta el 29 se realiza una consulta popular donde los vecinos decidirán cómo se llamará su plaza.
En pleno auge de las asambleas barriales, en el verano de 2002, los asambleístas del Anfiteatro La Floresta se presentaron en la interbarrial –que se realizaba en Parque Centenario– como Asamblea Ramón L. Falcón. De golpe empezaron a silbarlos y a gritarles que cambiaran el nombre. “No sabíamos quién era. Es la verdad. Ese día volvimos y empezamos a averiguar de quién se trataba. Ahí nos dimos cuenta de que era un asesino de obreros, que era un referente de la represión”, contaron desde la asamblea. En ese momento decidieron rebautizar la plaza, pero no imponiendo un nombre sino respetando los tiempos de los vecinos y la idea de que decidieran entre todos.
El último 2 de noviembre se reunieron en el lugar 350 vecinos, con murgas, recitales, mateadas y pan casero para todos. Hubo gran cantidad de nombres propuestos, pero –como ya habían previsto– se seleccionaron los diez más votados: Simón Radowitzky, Obreros de Plaza Lorea, Víctimas del Olimpo, Ernesto Guevara, Kosteki y Santillán, La Floresta, Oliverio Girondo, Victoria Walsh, Paz para el Mundo y René Favaloro.
Ayer fue el aniversario 94º del ajusticiamiento y –sin proponer coincidencia de fechas– hoy comienza la votación para el cambio de nombre. La elección será abierta –cualquiera puede participar– y en la boleta habrá que elegir una de las diez propuestas. “Tenemos el corazón puesto en algunos nombres, pero cualquiera sea el elegido estará bien porque no lo habrá impuesto una dictadura y no será el nombre de un asesino”, afirmaron en la asamblea.
La votación terminará el sábado 29 de noviembre. El 5 de diciembre será el escrutinio y el domingo 7 al mediodía habrá, en la plaza con nuevo nombre, un gran festival popular. Además, con todas las firmas recolectadas al momento del sufragio se presentará el proyecto en la Legislatura porteña.
La intención es que los legisladores convaliden el cambio de nombre, aunque los vecinos advierten que eso no será determinante: “Más allá de las cuestiones legales, que quisiéramos que se den, ese tema no nos quita el sueño. Aunque no nos aprueben el nuevo nombre, el barrio ya habrá decidido, ya se habrá expresado y, para todo nosotros, la plaza ya no se llamará Falcón”, anunció Claudio, asambleísta de Floresta.
Los vecinos contaron que hasta 1980, en la esquina de Falcón y Benedetti, funcionaba una escuela para chicos con problemas nutricionales, un espacio de recuperación en un ambiente amplio rodeado de árboles y tranquilidad. Ese año la dictadura militar decidió derribar la escuela y erigir la plaza con el nombre del policía.
“Tenemos que luchar contra los símbolos que el poder establece, contra esos símbolos que el poder va construyendo para instalar la memoria que le conviene. Por eso hay que cambiar muchos nombres”, destacó Agustín, de Vecinos por la Memoria, y recordó que “mientras se hacía esta plaza, a dos cuadras se torturaba a gente”. En el barrio funcionaban dos centros clandestinos de detención: El Olimpo y Automotores Orletti.
Después de rebautizar la plaza, los vecinos irán por el cambio de nombre de la calle, una de las de mayor extensión de la ciudad. Saben que serádifícil implementar la misma metodología, pero piensan trabajar con todas las organizaciones sociales cercanas a la arteria.
Además de la plaza y la calle, Ramón L. Falcón es el nombre de la escuela de la Policía Federal. El asesinado jefe de la policía fue el cadete número uno recibido en el Colegio Militar creado por Sarmiento y había participado de otra matanza: la Campaña al Desierto encabezada por Roca. Simón Radowitzky –uno de los posibles nombres de la plaza–, luego de vengar el asesinato de los obreros anarquistas pasó 21 años en la cárcel, gran parte de ellos en el penal de Ushuaia.
“Que el pueblo elija cómo deben llamarse sus plazas y no aceptar ese nombre que fue impuesto todavía por una Argentina que no conocía la democracia”, resaltó hace semanas el escritor e historiador Osvaldo Bayer. Los vecinos de Floresta tomaron la consigna como estandarte. Si el ejemplo es retomado, puede que León Gieco tenga razón cuando advierte en su canción que “nunca tendrás tu calle Alsogaray”.

Informe: Darío Aranda.

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Los vecinos impondrán el nombre más votado y luego presentarán el proyecto para legalizarlo.
“Aunque no nos aprueben el nuevo nombre, el barrio ya habrá decidido, ya se habrá expresado.”
 
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