El gobierno mexicano dio un inédito permiso a cuatro personas para que siembren, cultiven y consuman marihuana con fines recreativos, en cumplimiento de un histórico fallo de la Suprema Corte y avivando el debate sobre la despenalización de la hierba. Lo extraño es que ahora que pueden, los beneficiados por la medida decidieron que no la usarán.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió que este permiso por tiempo indeterminado es exclusivo para el consumo personal de las cuatro personas y, por lo tanto, las autorizaciones “no permiten actos de comercio o suministro a terceros”.

La posición de la Cofepris se conoció después de que la Suprema Corte abriera las puertas al uso lúdico de la hierba con un histórico fallo a favor de esas cuatro personas. La Cofepris especificó que este consumo “no debe perjudicar a terceros”, de modo que no puede efectuarse en presencia de menores, mujeres embarazadas y “en general, en lugares públicos donde se encuentren terceros que no hayan brindado su autorización”.

Lo curioso del caso es que los cuatro beneficiarios, integrantes de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart), dijeron que no fuman marihuana y ratificaron que no van a ejercer el derecho que se les ha concedido. Explicaron que la presentación que hicieron ante la Justicia tuvo por objetivo “el cambio de la política, no promover el consumo. Nosotros vamos a poner el ejemplo y no vamos a realizar el consumo porque tenemos la información suficiente para tomar una decisión responsable, pero será en base a nuestro propio convencimiento, no a la amenaza del Estado”.