SOCIEDAD › HOY, A LAS 17, SE REALIZARA LA SEGUNDA MARCHA DE NIUNAMENOS DESDE CONGRESO HASTA PLAZA DE MAYO

Para poner freno a la violencia machista

La consigna es “Ni una menos, vivas nos queremos”. Se reitera el reclamo por la libertad de Belén, en Tucumán, presa por sufrir un aborto espontáneo. Esta vez la marcha convoca a un espectro amplio, incluyendo partidos políticos.

Familiares de víctimas de la violencia de género durante la conferencia de anuncio de la marcha.
Imagen: Sandra Cartasso.

Bajo la consigna “Ni una menos. Vivas nos queremos”, esta tarde se realizará la segunda convocatoria contra la violencia de género que un año atrás reunió a cientos de miles de personas en distintos puntos del país. En Buenos Aires tendrá epicentro en la Plaza de los dos Congresos, a las 17, pero se replicará, otra vez, en todas las provincias. Ayer, en conferencia de prensa, el colectivo feminista reiteró el pedido de libertad para Belén, la joven que fue condenada en Tucumán a 8 años de prisión por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía” luego de sufrir un aborto espontáneo, y repasó los casos de violencia de género que aún esperan justicia. “La violencia machista es un problema que exige una gran transformación cultural, un desafío gigante que no se logra de un día para el otro, pero que hay que empezar a construirlo ya”, señaló Florencia Abatte, periodista y referente del colectivo NiUnaMenos. Del evento también participaron familiares de víctimas de femicidios, legisladores de distintos bloques y referentes sindicales y de derechos humanos.

“Este año marchamos en una sola columna, de la que formarán parte todas las organizaciones de mujeres, de diversidad y de derechos humanos, los gremios, los sindicatos y casi todo el arco de los partidos políticos”, anticipó Abatte durante el anuncio realizado en el edificio Anexo de la Cámara de Diputados. La periodista repasó los logros de aquel primer encuentro y señaló que este año se sumó la consigna “Vivas nos queremos”, que es “una expresión de compañerismo con las mujeres de otros países de América Latina”, como México –donde se utilizó esta premisa para una gran marcha contra la violencia machista–, Brasil y Perú.

Catarina, mamá de Suhene Carvalhae, contó que luego de recibir una fuerte golpiza por parte de su marido, su hija fue víctima de otro tipo de violencia, ejercida por médicos y policías. “Cuando llegamos a la comisaría encontramos a su marido tomando café con los oficiales y a mi hija, golpeada, manchada de sangre, en una celda. Como ella intentó defenderse mientras era estrangulada y lo mordió, la policía quiso tomar la denuncia como ‘agresiones recíprocas’”, relató la mujer. Según contó Catarina, la situación fue similar en distintos hospitales, que evitaron reportar un caso de violencia de género “para evitarse complicaciones”. Suhene murió 241 días después, como consecuencia de aquellos golpes recibidos, el 16 de marzo de 2015. “Mi hija no va a volver, pero estoy acá y mañana marcho por cada una de nosotras, que no nos sigan maltratando, que no nos menosprecien por ser mujeres”, pidió Catarina.

Con la foto de Laura Iglesias en las manos, Manuel, su hermano, se quebró en llanto al recordar el crimen de la mujer. Laura, de 53 años, era asistente social y trabajaba en el Patronato de Liberados en Miramar: en mayo de 2013 apareció violada y sin vida en las afueras de esa ciudad balnearia. El hombre contó las contradicciones que se hallaron en el informe realizado por la Bonaerense, por lo que la familia pidió que se aparte a esa fuerza de la causa. “Eso no pasó, a pesar de que se cree que al menos 3 oficiales podrían estar involucrados”, relató.

Judith Jiménez, de 16 años, fue asesinada en 2017 por un gendarme que la acosaba. “Cuando mi hija le dijo que era muy chiquita para ser su novia, él sacó su arma reglamentaria y le dio un tiro en la cabeza”, contó Gumersinda Jiménez. Un año más tarde, el hombre fue condenado a la pena mínima de 8 años. “Yo no tengo lo que quiero porque mi hija no va a volver, pero nosotros somos la voz de las que no están, por eso seguimos pidiendo que no haya Ni una menos”, señaló. También participaron de la conferencia Jimena Gerez, nuera y cuñada de Silvia y Yamila Rosso, asesinadas por su vecino a fines de 2014, además de Romina Meneghini, ex esposa del corredor de turismo carretera Esteban Piccinin, quien la baleó cuando ella le anunció que quería separarse y que como consecuencia sufrió 3 infartos, estuvo 7 días en coma y debió someterse a 56 operaciones.

“Los asesinatos de tres niñas que conocimos en los últimos días nos golpean, el desprecio que sufrió Belén por parte de los médicos y la Justicia es un abuso total que no podemos ignorar”, manifestó Nora Cortiñas, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. “Las Madres estamos en esta lucha”, afirmó Cortiñas, acompañada de Elia Espen y Mirta Baravalle, al considerar que “la violencia machista es otro tipo de atentado contra los derechos humanos”.

“Esta marcha nos une por la necesidad de gritar contra la violencia machista”, destacó Mayra Mendoza, legisladora del bloque del Frente para la Victoria (FpV). La diputada por la provincia de Buenos Aires, sostuvo que el pedido para terminar con la violencia machista debe encontrar un cauce en las políticas públicas. “Cada vez que lamentamos un femicidio hemos llegado tarde como Estado, como dirigencia política”, agregó.

Por su parte, la diputada Soledad Sosa, del bloque del Frente de Izquierda-Partido Obrero, exigió que se traten las leyes que permiten la asistencia de mujeres violentadas y cuestionó la presidencia del diputado radical Julián Dindart en la Comisión de Familia y Mujer. “Como Ministro de Salud en Corrientes, Dindart le negó la posibilidad de abortar a una nena de 11 años que había sido abusada por su padrastro, además de declarar públicamente que las adolescentes se embarazan porque tienen un recurso económico como premio”, señaló Sosa, que apuntó a las responsabilidades estatales de la violencia de género.

En tanto, la activista trans Ornella Infante, sostuvo que “para las trans siempre es una menos”, al recordar los femicidios de Diana Sacayán, Bella Inostroza y Marcela Chocobar. “La voluntad política se traduce en presupuesto, sin presupuesto es pura fantasía”, sostuvo Infante, quien pidió al gobierno nacional “que acompañe al colectivo activamente, como se venía haciendo en los últimos 12 años”. “Gracias por esta segunda convocatoria porque es la única manera de frenar el estigma, la violencia y la discriminación”, añadió.

El comunicado del colectivo Ni Una Menos leído durante la conferencia destacó como uno de los avances logrados a partir de la movilización del año pasado la Ley de patrocinio gratuito para víctimas de violencia de género, aún pendiente de ser implementada. “Esta ley ha sido votada y aprobada por ambas cámaras y sin embargo, no se ha reglamentado y es urgente que se aplique”, leyó Abatte. En tanto, se recordó que Fabiana Túñez, actual titular del Consejo Nacional de las Mujeres, anunció que en julio presentará el Plan Nacional de Acción previsto en la Ley 26.485. En ese sentido, en el comunicado leído se exigió a los legisladores que “voten el presupuesto para que se garantice un plan idóneo y pueda llevarse a cabo integralmente”.

Durante la conferencia, el colectivo manifestó “preocupación” por la violencia institucional y “algunos fallos aberrantes de un Poder Judicial que a veces parece ensañarse con las mujeres”. “Recientemente a un padre que abusó de su hija le dieron una condena de apenas tres años de cárcel en suspenso”, dijo Abatte, que contrastó esta condena con la pena de 8 años que recibió Belén por sufrir un aborto espontáneo. “Estas son algunas de las cosas por las que marchamos. A todo esto le decimos ‘contra nuestros cuerpos nunca más, ni una menos, vivas nos queremos’”, concluyó.

Informe: Paz Azcárate.

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