SOCIEDAD › EL ENCUENTRO NACIONAL REUNIRA POR TRES DIAS A UNAS 70 MIL PARTICIPANTES

Rosario, capital de la mujer

La llegada de las delegaciones ya es incesante en esa ciudad santafesina. Habrá talleres, actividades culturales y una gran marcha para visibilizar las demandas de género en todo el país. La apertura será a las 10 en el Monumento a la Bandera.

Desde Rosario

“El encuentro será un termómetro de lo que pasa con las mujeres en todo el país”, dijeron las organizadoras.

Rosario ya tuvo una originalidad en este 31º Encuentro Nacional de Mujeres: aunque el acto de apertura será hoy, a las 10, en el Monumento Nacional a la Bandera, desde ayer el Encuentro empezó a hacerse, con las acreditaciones a las locales, y la llegada incesante de delegaciones que hoy modificarán por completo el paisaje urbano. Serán 70.000 mujeres de todo el país, que desde hoy participarán en 69 talleres y, después de las 18, en más de 140 actividades culturales. Lo que ocurra en estos tres días será un “termómetro de lo que pasa con las mujeres en todo el país”, dijeron desde la comisión organizadora. Habrá mujeres organizadas en las calles, facultades, centros culturales y sociales, entre otras instituciones que serán escenario propicio para las manifestaciones y reclamos por igualdad de derechos, cumplimiento de las leyes logradas y la urgente necesidad de las que aún no fueron sancionadas. Además, este año, se recibieron muchos pedidos de alojamientos en escuelas de mujeres que llegarán solas, o con amigas. Sueltas, organizadas o encontradas para la ocasión, estarán en plazas, circularán por bulevar Oroño, dejarán su huella en la larga costanera rosarina, donde habrá varios puntos de recitales durante la noche: la explanada del Parque España y el Anfiteatro Humberto de Nito serán dos de esos puntos. También la plaza San Martín estará copada por mujeres que tomarán mate, comprarán y venderán libros, o simplemente desparramarán su complicidad en abrazos. Las escuelas y facultades del macrocentro estarán destinadas a la discusión de las temáticas de los talleres, donde cada una aporta su palabra sin jerarquías. Las que están fuera de los bulevares alojarán a 35 mil mujeres que llegan con sus bolsos de dormir.

Si bien la tensión con la jerarquía eclesiástica se notó en el pedido al Concejo municipal para que se custodie la Catedral, ayer el propio monseñor Eduardo Martín salió a poner paños fríos: “La Iglesia puede tener enemigos, pero nosotros no somos enemigos de nadie”. Sin embargo, la ciudad estaba empapelada de carteles que decían “Encuentro sí, violencia no”, y otros en los que se apelaba “Rosario espera mujeres sin violencia”.

Ayer, en el Galpón 17, a los pies del río Paraná, llegaron los primeros contingentes que llenaron el parque a la Bandera de equipos de mates y charlas. Muchas rosarinas de los barrios también se sumaron por primera vez. Entre lo más novedoso estarán los talleres de mujeres y cannabis; de mujeres afrodescendientes y la vuelta después de seis años del taller de trabajo sexual.

La ciudad que este año es sede del encuentro cuenta con la triste cifra de once femicidios desde que empezó el año, según el informe del equipo de género de la concejala del Frente para la Victoria Norma López. La Unidad Fiscal que trabaja casos de violencia machista recibe unas 300 denuncias mensuales.

A orillas del Paraná, la comisión organizadora se manifestó orgullosa del trabajo de casi un año. “Sabemos que este encuentro molesta, porque ha molestado históricamente, pero fue un desafío muy grande el poder organizarlo desde noviembre pasado”, señalaron. Además, destacaron la ayuda de los gobiernos provincial y municipal, mientras que lamentaron que no haya sucedido lo mismo con el gobierno de Mauricio Macri. “Les pedimos 40 mil viandas y solo nos garantizaron 10 mil”, dijeron.

“El encuentro son miles de mujeres que cada año lo protagonizan y cada vez somos más. Es importante que las participantes sepan que ese sufrimiento que muchas veces pasan en soledad no es individual, sino colectivo, al igual que la salida para transformar la realidad”, expresaron las integrantes de la comisión organizadora. También lamentaron que se hayan retirado pasacalles que anunciaban el encuentro.

El caso de Yamila, que tuvo un parto en avalancha en su casa y está condenada por la muerte de su bebé, fue mencionado como una de las causas por las que habrá que reclamar durante el fin de semana. Y aunque no pudo consensuarse para el documento que leerá la comisión organizadora, el pedido por la libertad de Milagro Sala atravesará la manifestación.

El ENM es único en el mundo: autoconvocado, horizontal, federal, autofinanciado, plural y democrático. Se trata de “la expresión más importante de las luchas de mujeres desde los lugares cotidianos. Al encontrarnos –aseguran– intercambiamos experiencias y convertimos los problemas individuales en un problema social”. Y prometen: “Algo cambia en cada mujer que participa”.

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