SOCIEDAD › CESANTEAN A UN DOCENTE POR
FOMENTAR EL COMPROMISO SOCIAL

Cuando la Inquisición va al colegio

El Colegio Sagrado Corazón, de La Plata, despidió a un ex sacerdote. Había usado en sus clases textos inspirados en el Concilio Vaticano II. Docentes, padres y alumnos se movilizan contra la medida.

 Por Carlos Rodríguez

“¿Cómo podremos un día... hablar de verdad y justicia, del compromiso con la vida, si hoy transamos, callamos, nos escondemos, si no nos quedamos de pie?” Un apunte sobre teología distribuido entre los estudiantes, en el cual se exponían ideas acerca de la ética y el compromiso social, habría sido el motivo por el cual fue dejado cesante, en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, de La Plata, el ex sacerdote y profesor de Catequesis Antonio Fenoy. En repudio a la decisión, comunicada a Fenoy por el representante legal del colegio, el cura Néstor Zubeldía, hoy se realizará una movilización de docentes, padres y alumnos, con el apoyo de la Asociación Miguel Bru, por entender que es una medida que denota “discriminación, listas negras y persecución ideológica”. Fenoy, en diálogo con Página/12, dijo que Zubeldía le comentó en forma verbal que el texto molestó al Arzobispado de La Plata, cuyo titular es el controvertido obispo Héctor Aguer, el mismo que le dio su “aval moral” a la excarcelación del ex banquero Francisco Trusso, condenado por corrupción.
“Yo soy amigo o era amigo de Zubeldía, quien me comentó que el apunte que venía utilizando desde principios de año, sin ningún problema, había sido leído en la curia platense y el arzobispo auxiliar, Antonio Marino, fue quien le dijo que el texto era tóxico, nocivo, que malformaba la conciencia de los jóvenes porque había sido escrito, según ellos, desde el odio y el resentimiento. Según me dijo Zubeldía, ellos pensaban que tenerme a mí en el colegio era como tener un ladrón adentro de la casa”, comentó Fenoy a este diario. Hasta ayer fueron vanos los intentos de este diario por conocer, de boca de sus autoridades, la versión del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.
El profesor desplazado fue sacerdote, entre 1992 y 1995, en la parroquia del barrio Aeropuerto, en La Plata, pero después dejó los hábitos. “Me enamoré y eso va en contra del celibato que exige la Iglesia”, comentó Fenoy al justificar su decisión.
Fenoy estaba en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús desde junio de 2002, primero como profesor de Catequesis en octavo año del EGB, en 2003 en octavo y noveno, en 2004 en séptimo, octavo y noveno. Este año estaba a cargo de séptimo y noveno de EGB y del tercer año del polimodal. Además, era coordinador de la pastoral en la EGB y asesor de la Catequesis en el polimodal. “Estaba en el equipo de gestión, junto con el representante legal, me tenían en cuenta, nunca tuve problemas.” Según interpreta Fenoy, el problema se planteó a partir de la incorporación, a comienzos de este año, de unos apuntes que pretendían ser “disparadores para fomentar el debate entre los chicos”.
Lo usaba con sus alumnos de tercer año del polimodal y lo había entregado, en febrero del año pasado, a las autoridades del colegio, que hasta ahora “nunca habían puesto ninguna objeción”. Los apuntes (ver aparte), estaban inspirados, aseguró Fenoy, “en el Concilio Vaticano II, en todo lo que tiene que ver con la opción por los pobres”, que los sectores ortodoxos de la Iglesia Católica, incluyendo al arzobispo Aguer, siempre han cuestionado por entender que forma parte del ideario del movimiento de curas del Tercer Mundo, desterrado por el Vaticano.
El 28 de junio pasado, Fenoy recibió las críticas de parte del representante legal del colegio y hace tres días recibió el telegrama de despido “sin causa”, aunque él piensa que “la causa es el contenido de los apuntes”. Fenoy le pidió a Zubeldía que lo reubicaran en otro sector del establecimiento, en otras funciones, pero la respuesta fue negativa. “Lo que más me molesta es que ellos se podrían haber negado a la ‘sugerencia’ del Arzobispado, porque el colegio no depende de la curia sino de la Congregación de los Salesianos.” Le respondieron que era imposible una reubicación, porque eso “ofendería al obispo platense”.
Fenoy está trabajando, además, en otros dos colegios religiosos que sí dependen del Arzobispado. “Lo que temo es que ahora me terminen echando y me quede sin ningún cargo, es decir sin trabajo”, dijo. Fenoy gestionó una entrevista personal con el obispo Marino, pero la respuesta fue negativa: “Me dijo a través de un colaborador que no tenía interés en recibirme”.
El arzobispo Marino reconoció que “luego de haber tomado conocimiento de la situación de Fenoy, el Arzobispado planteó su preocupación a las autoridades del establecimiento”. En declaraciones al diario Hoy, de La Plata, argumentó: “El objetivo de la enseñanza de la Catequesis es transmitir la fe católica y, en su escrito, el autor se interna en cuestiones que desbordan la capacidad de un adolescente”.
El profesor desplazado sostuvo que los apuntes “sólo reivindicaban el compromiso de la Iglesia con los más pobres, una Iglesia familiar, cercana, más democrática, donde haya un lugar para las mujeres en los espacios de poder. Lo hice sin ninguna mala intención, me echaron y no me dieron la posibilidad de defenderme. Lo mínimo que podrían haber hecho es llamarme y si tenían que hacerlo, cagarme a pedos, pero darme el derecho a réplica, la posibilidad de defenderme”.
“Los colegios salesianos siempre se distinguieron por ser muy abiertos, por eso pienso que esto es una decisión del arzobispo Aguer. Lo que me duele es que me hayan soltado la mano tan rápido, que no me hayan defendido. Eso me hace pensar que detrás de todo esto hay algo turbio, que no se animan a decirme”, insistió Fenoy.

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Antonio Fenoy, ex sacerdote y docente de Catequesis en 7º y 9º grados del Sagrado Corazón.
 
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