SOCIEDAD

Los pasajeros que capturaron una locomotora para poder seguir viaje

Por segundo día, un tren a Mar del Plata quedó varado. Los pasajeros detuvieron otro tren y obligaron a cambiar la máquina.

En sólo dos días, la empresa Ferrobaires tuvo más inconvenientes que durante todo el año. Ayer, unos 1200 pasajeros que viajaban a Mar del Plata quedaron varados a la altura de la localidad de Gándara, cerca de la ciudad bonaerense de Chascomús, a causa de la rotura de la locomotora, y obligaron al maquinista de otro tren, que se detuvo al ver la formación parada, a cambiar la máquina para seguir camino hacia la ciudad balnearia. Quienes viajaban en el otro tren quedaron a la espera de otra locomotora para transportarlos y continuar su viaje. En tanto, ayer, unas 800 personas se vieron afectadas cuando una formación descarriló camino a Mar del Plata, lo que provocó demoras en otros dos trenes; uno hacia la costa y otro de regreso a la estación de Plaza Constitución.

Dos horas y cuarto después de haber partido a las 6.30 desde la terminal de Constitución, la máquina que arrastraba la formación de siete vagones y con 700 personas a bordo se rompió cerca de la estación Gándara, a unos 20 kilómetros al norte de Chascomús.

El personal de la estación informó a los pasajeros que una máquina estaba en camino desde Constitución para reemplazar a la locomotora. Pese a las protestas de los usuarios, la situación se mantuvo tranquila, pero se complicó cuando por la vía paralela pasaba el llamado tren “plateado”, una formación integrada por cinco vagones pullman con 500 pasajeros, y los que estaban varados vieron que el maquinista se aprestaba a superar su convoy rezagado.

En ese momento fue cuando bajaron pasajeros del tren demorado, incluso mujeres y chicos, y se sentaron en las vías frente a la formación que pasaba. El conductor detuvo la marcha y fue obligado a desconectar la máquina del tren expreso y ensamblarla a la formación varada.

Con más de dos horas de atraso y poco antes de las 11, el tren camino a la ciudad balnearia siguió su marcha. Mientras tanto, los usuarios del plateado tuvieron que esperar cerca de una hora para la llegada de la máquina “muleto” que arrastró la formación hacia su destino.

Los pasajeros del tren popular expresaron su indignación, pero al llegar a Mar del Plata, la empresa les devolvió el dinero del pasaje, ya que cuando la demora supera las dos horas, según el reglamento de Ferrobaires, se les debe devolver el dinero a los pasajeros. En cambio, quienes viajaban en el tren expreso llegaron con una hora 25 minutos de retraso, por lo que no se les devolvió el importe del pasaje.

El jefe de la estación Gándara dijo que el “tema se soluciona con inversiones” y pidió que “el Gobierno tome cartas en el asunto y ponga todo en funcionamiento, como estaba antes”.

“Empieza la temporada y estamos peor que en el invierno. No se cuenta con materiales y los coches son obsoletos”, sostuvo. Y enfatizó: “La gente sufre en los trenes porque no tiene agua”.

Uno de los usuarios del tren plateado dijo a un canal de noticias que a los pasajeros de esa formación se le informó inmediatamente sobre el cambio de máquina y que había otra en camino a poco de llegar. “Los pasajeros entendieron la situación”, afirmó. Este diario intentó, durante toda la tarde comunicarse con la empresa Ferrobaires, pero el teléfono de la empresa daba constantemente ocupado.

En tanto, otros ochocientos pasajeros fueron afectados ayer por el descarrilamiento de un tren en Maipú, lo que produjo demoras en otras dos formaciones que también hacían el trayecto entre Constitución y Mar del Plata.

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