SOCIEDAD › BUSCAN AL AUTOR DEL CRIMEN DE LUIS MITRE

La pista del círculo íntimo

La víctima, hermano del director del diario La Nación, fue asfixiado con una bolsa de residuos. El asesino entró al departamento con él, el viernes por la noche, y luego lo atacó.

 Por Raúl Kollmann

La Justicia y la Policía Federal buscan a un hombre que mantenía desde hace algún tiempo una relación con Luis Emilio Mitre, hermano del director del diario La Nación, quien fue asesinado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado. El individuo buscado ingresó al edificio de Recoleta junto al dueño de casa y una vez que entró al departamento habría amenazado a su víctima con un arma de fuego, lo inmovilizó atándolo y mediante una bolsa de residuos lo fue asfixiando mientras le exigía que diga dónde tenía dinero. El método, conocido como submarino seco, siguió hasta que terminó con la vida del abogado, un hombre de 57 años, quien vivía solo en ese departamento. No está claro cuánto robó. Sí se sabe que el departamento estaba desordenado y que faltan algunas medallas, pero Mitre llevaba una vida aislada y solitaria –según señalan sus vecinos–, por lo que nadie sabe los valores que tenía en su departamento.

Anoche los investigadores mantenían cierto optimismo en cuanto a las posibilidades de resolver el caso en forma rápida. Según ellos, el asesino dejó algunos rastros y el cruce de llamadas telefónicas podría completar el cuadro. “Igual, no sabemos si el sujeto ya está lejos de acá”, relativizó un participante de la pesquisa.

El director general de Medios de Comunicación de la Policía Federal, comisario Daniel Rodríguez, calificó el hecho de “clásico”, con lo cual diagnosticó que ya son numerosos los casos de personas de cierto nivel económico y que viven solas, que establecen alguna relación –a veces más duradera, otras más ocasional y alguna otra paga– con una persona mucho más joven. Ese hombre o mujer termina accediendo al departamento y luego fuerza a la víctima a decirle dónde tiene el dinero. En no pocos casos, el robo terminó en homicidio. Según lo que declararon los vecinos, lo ocurrido en Recoleta con Luis Mitre encaja en ese modelo, ya que vivía solo y se lo veía ocasionalmente en compañía de alguien más joven.

Según se estableció en la autopsia, el abogado tenía golpes en el cuerpo y murió producto de la asfixia a la que lo sometieron con el método usado durante la dictadura y en muchas ocasiones por fuerzas de seguridad y policiales. El submarino seco consiste en poner una bolsa plástica –en este caso fue de residuos– alrededor de la cabeza de la víctima e ir dejándolo sin aire mientras se le exige que diga dónde están los valores que tiene guardados. De a ratos se le saca la bolsa, se lo vuelve a interrogar y luego el método de tortura continúa. En los casos en que el atacante es alguien conocido, a quien la víctima puede identificar y ubicar, todo puede terminar en homicidio.

La fiscal Felisa Krasucki pidió una serie de medidas, entre las cuales se cuentan el entrecruzamiento de las llamadas telefónicas y la convocatoria a testificar a distintos vecinos. En el barrio cuentan que Mitre pasaba largas horas en un bar cercano, donde hablaba de inversiones y solía consumir whisky, a veces hasta la madrugada. Era una de las pocas actividades sociales que realizaba. Su aislamiento –señalado por otros habitantes del edificio– se verificó también con el hecho de que tardaron dos días en darse cuenta de que había fallecido, algo más que sorprendente si se tiene en cuenta que en el medio estuvo nada menos que el Año Nuevo. El cuerpo fue descubierto por personal doméstico el lunes por la mañana.

El juez de Instrucción Ricardo Pinto ordenó el secuestro de los videos registrados por las cámaras de seguridad del edificio. En principio, los investigadores sostienen que la víctima y el victimario entraron juntos en la noche del viernes o la madrugada del sábado. Esa imagen seguramente fue captada por las cámaras de seguridad, pero los equipos de grabación suelen reciclar las cintas muy rápido, por lo que es casi seguro que se perdieron. Aun así, trascendió que el asesino dejó rastros muy importantes y que hay elementos como para identificarlo. Mitre estaba en un dormitorio, vestido, pero descalzo, atado con cordones que, según parece, estaban en el departamento. La bolsa de la cabeza también era del tipo del que usaba Mitre para arrojar los residuos. Los investigadores dicen que tal vez el homicida no planeó el ataque, sino que el alcohol, algún estupefaciente o cualquier otra circunstancia hicieron que de forma improvisada tomara elementos de la vivienda, con los que, aprovechándose de su superioridad física y casi seguro de un arma, primero torturó y después mató al abogado.

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El edificio de la calle Posadas, en Recoleta, donde Luis Mitre fue hallado asesinado.
 
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