Un joven rugbier fue secuestrado por cuatro personas cuando llegaba a su vivienda de Boulogne, en el partido bonaerense de San Isidro, y liberado por la Bonaerense dos horas y media más tarde, en un descampado de José León Suárez. El joven, de 17 años, fue secuestrado cuando ingresaba su auto al garaje de su casa alrededor de las diez de la noche del lunes. El padre detectó los movimientos desde dentro de la casa y avisó a la policía.

Alrededor de las diez de la noche, el chico, identificado por su padre como Estanislao Sallent, regresaba de un entrenamiento en el club Pueyrredón y estaba por ingresar su auto, un Volvo, en el garaje de su casa situada en Luis María Campos 1191, de la localidad de Boulogne. Según relató el propio padre de la víctima, Adrián Sallent, “fueron cuatro personas, dos se fueron con él y otros dos tomaron otro camino”. El padre vio la escena desde una ventana de la casa y con un reflector alumbró hacia el lugar y comenzó a gritar a los captores “que se llevaran el auto, pero que lo dejaran a él”. El cuarteto hizo caso omiso al pedido y huyó en el auto y con el hijo.

“Los corrí unas cuantas cuadras hasta que los perdí, ahí llamé con el celular al 911 y afortunadamente la respuesta fue muy rápida. A los cinco minutos la gente de la comisaría de Boulogne ya estaba haciendo un rastrillaje que permitió dar muy rápidamente con el auto.”

El vehículo fue abandonado en una zanja de Villa Hidalgo, en José León Suárez, hasta donde llegó el padre de la víctima con policías de la seccional 3ª de San Isidro. A los pocos minutos, hallaron al chico en un descampado, adonde irrumpieron tres agentes y se enfrentaron a los tiros con los dos secuestradores. Uno de los policías “se tiró sobre mi hijo para protegerlo”, comentó Sallent. El chico fue rescatado ileso y sólo tenía las marcas de las ataduras que le realizaron en las manos y los pies.