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Para el musulmán, el judío, el agnóstico, el ateo, el protestante, el evangélico, el budista, el hare krishna, para todo aquel que no sea católico, la imagen de la Virgen que preside la entrada al Palacio de Tribunales resulta un icono por lo menos fuerte para lo imparcial que habría que suponer a la Justicia argentina. Algunos fieles suelen pararse frente a la Inmaculada ubicada por delante de la Justicia y oran. Pero no todos son rezos para María Reina de la Paz de Medjugorje, la Virgen croata que provocó la presentación de un escrito ante la Corte Suprema por parte de la Asociación por los Derechos Civiles, cuyos abogados consideran que su beatífica presencia “afecta el derecho al tratamiento igualitario de las personas ante la Justicia sin discriminación de tipo religioso”. Como tampoco lo son ahora para su reemplazante, la provinciana Virgen de San Nicolás, igualmente cuestionada por los abogados.
Que la Corte Suprema no quiere moverse, eso es algo sabido hasta por el que nunca ha caceroleado. Pero que no quiera mover la imagen de una Virgen que decidió instalar en la entrada del edifico de Justicia en el que tiene sede, eso es algo que ha sorprendido a un grupo de abogados que se quejó ante Página/12 por la falta de respuesta de los altos ministros de justicia. La ADC es una organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos constitucionales y a llevar adelante demandas judiciales por casos de discriminación por género, derechos a la salud y a los discapacitados. Fueron los letrados de ADC quienes consiguieron que en todos los edificios del Poder Judicial se instalaran rampas para personas con dificultades motrices. En este caso, la organización intenta que se respete la “idea de que el Poder Judicial tiene que ser imparcial por encima de las confesiones de cada ciudadano, juez o funcionario judicial”, según explica el abogado Hernán Gulco, de la ADC.
Para los integrantes de la ONG la neutralidad se pierde si quien será juzgado o quien denuncia es recibido en el Palacio por una imagen tan contundente del cristianismo católico. “Se pierde también con el crucifijo que está en las salas de audiencia, pero esto es mucho más agresivo, más intrusivo: apenas entrás te lo encontrás en la sede del poder de la Corte Suprema, es particularmente fuerte”, opina Gulco. En el escrito presentado por él, Alejandro Carrió –primo de la creyente Lilita– y Sebastián Schvartzman se deja claro que fue el administrador general de la Suprema Corte de la Nación, Nicolás Alfredo Reyes, quien autorizó “la entronización” de la imagen de la Virgen, que fue llevada a cabo por Julio Nazareno y Eduardo Moliné O’Connor. En el texto de la denuncia se describe que acompañan a la Virgen un crucifijo, un rosario, una bandera argentina, y una urna donde los fieles “que concurren al lugar a efectuar plegarias religiosas colocan pedidos dirigidos a la Virgen”.
Como prueba de la propaganda confesional los abogados señalan que a pocos metros de la estatua hay folletos que dicen: “No temas, estoy contigo. Reyna de la Paz Medjugorje”. La Virgen de Medjugorje es la que dicen que aparece ante un grupo de niños en la ex Yugoslavia desde junio de 1981. Desde entonces, se cree que a través de ellos envía mensajes cada mes a sus fieles, sobre todo de paz y conversión. “Nuestros gobernantes deben ser cautelosos en no caer en manifestaciones que impliquen una preferencia hacia determinada religión en espacios tales como un edificio judicial al que concurren en busca de la aplicación igualitaria de la ley personas de distintos credos o religiones”, advierten los abogados de ADC.
Los juristas consideran que la presencia de la Virgen violaría no solo el artículo 2 de la Constitución sino también el 8 de la Convención Americana y el 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Humanos. “Hace varios años hubo un pedido de instalar la Virgen de Luján en el piso de la Corte pero hubo oposición y finalmente no se instaló –cuenta Gulco–. Ahora, al día siguiente que presentamos el escrito cambiaron a la Virgen croata, que no tiene al niño en brazos, por la de San Nicolás, que sí lo tiene.” No se sabe si la Corte consideró mejor a laVirgen argentina. Pero los abogados volvieron a pedir que se vayan hasta las vírgenes.