SOCIEDAD › CUATRO MUERTOS Y MAS DE DOSCIENTOS HERIDOS POR CAÑITAS Y BALAS

La cuota absurda de los festejos

En Capital, hubo más de un centenar de personas heridas por pirotecnia o corchos. La atención hospitalaria de urgencias superó en un treinta por ciento las cifras del festejo de 2005.

Cuatro muertos y más de doscientos heridos revelaron, una vez más, la dimensión desesperada de los festejos de Año Nuevo. Tres de los muertos –dos hombres y una chica de 21 años– cayeron en peleas de familia durante la celebración. El otro murió a cuchilladas, en una lucha callejera. Los heridos –hasta un 30 por ciento más que el año pasado– lo fueron sobre todo por el uso de pirotecnia y también por tiros al aire. A una nena de diez meses le estalló un petardo en el pañal; otra de cinco años, en el patio de su casa, recibió una bala, de las llamadas “perdidas”, en la cabeza.

En la ciudad de Buenos Aires, más de cien personas fueron atendidas por quemaduras causadas por pirotecnia y lesiones oculares producidas al destapar botellas. En la guardia del Hospital Santa Lucía se estimó un aumento en las urgencias de “entre el 20 y el 30 por ciento” con respecto al año pasado: sólo hasta las 2.30 se habían recibido 25 pacientes, de los cuales cinco debieron quedar internados para cirugía: “Muchos casos se debieron al uso de pirotecnia ilegal”, según Juan Roque, jefe de guardia de ese establecimiento, y comentó que “el efecto Cromañón quedó atrás”, refiriéndose a la baja en el uso de pirotecnia que se advirtió el año pasado, cuando tuvo lugar el primer aniversario del incendio en aquel local del Once.

En el Hospital de Quemados se atendieron 49 personas: “Todos sufrieron lesiones por distintas causas relacionadas con los festejos: hay personas quemadas por el uso de alcohol o querosén para prender fuego; otras, por caer sobre parrillas o pisar las brasas; otro se quemó con el caño de escape de su moto, apurado por llegar a la fiesta”, contó Azucena Marchioni, médica de guardia de ese establecimiento. La ferocidad de la fiesta también alcanzó a los animales: un perro, alterado por los estallidos, mordió en la cara a una mujer de 82 años.

En Córdoba, el Hospital de Urgencias atendió a 45 personas; el caso más grave fue el de un hombre de 34 años, que, por un accidente mientras manipulaba un petardo, sufrió la amputación de un dedo. En Mar del Plata se registraron 23 heridos, entre ellos 15 niños; en Tucumán fueron 40, inclusive un bebé de diez meses con quemaduras en el 17 por ciento de su piel. En La Plata los heridos fueron 62.

En el Hospital de Quemados porteño, una nena de diez meses estaba ayer en estado delicado: un petardo que manipulaba su hermanito, de ocho años, había ido a explotar dentro del pañal de la chiquita. En una humilde vivienda de la calle Casiano Casas, el barrio Alberdi de Rosario, en la madrugada de fiesta, una nena de cuatro años fue gravemente herida en la cabeza por una bala perdida. A las cinco de la mañana, en el Hospital de Niños rosarino, la operaron, pero no lograron sacarle el proyectil.

También hubo incendios. En Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires, una vivienda situada en Tres Arroyos y San Martín se quemó por completo, a causa de impactos de pirotecnia. En San Fernando, minutos después de la medianoche, una fábrica de piletas de plástico ardió por el mismo motivo. Lo mismo sucedió en el aserradero de Cevallos y Monteverde, Castelar, donde las llamas alcanzaron alturas de diez metros. Asimismo se incendió un departamento de Arias 2650, también en Castelar, cuyos habitantes estaban ausentes. En Guido y Spano al 100, de Temperley, una casa de dos plantas ardió con llamas de 12 metros de altura y los bomberos tuvieron que evacuar un geriátrico lindero. No muy lejos de allí, en Antártida Argentina al 1200, de Llavallol, una carpintería se carbonizó por completo.

Y los muertos en riña. En Escobar, Juan Antonio Zárate, de 50 años, fue muerto en una pelea con familiares durante la fiesta de Año Nuevo, presuntamente cuando intentó golpear a su esposa y su cuñado lo mató a cuchilladas; en la misma ciudad bonaerense, en otra fiesta en familia, Félix Acciar, de 34, fue herido de muerte, y el agresor huyó. En Santa Fe, la fiesta terminó cuando Erica Rivas, de 21 años, murió de un balazo en el pecho; hay tres detenidos, dos de ellos menores. En Las Lomitas, Formosa, un joven de 17 años murió ayer a las ocho de la mañana, apuñalado durante una pelea callejera a la salida de un baile.

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En el Hospital de Quemados fueron atendidas 49 personas.
 
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