SOCIEDAD › SIETE PROCESADOS POR LA MUERTE DE MATIAS BRAGAGNOLO

Una pelea con costos altos

La jueza imputó a adolescentes del grupo que se peleó con el chico muerto en marzo de 2006. La Cámara revocaría esa medida.

 Por Raúl Kollmann

La jueza María Teresa Salgueiro procesó ayer a siete jóvenes que se pelearon con Matías Bragagnolo momentos antes de su muerte. La magistrada se inclinó por convalidar la segunda autopsia que hizo el forense Fernando Trezza, quien sostuvo que la muerte de Matías se produjo por una especie de secuencia en la que primero hubo un golpe, que no le produjo lesiones exteriores importantes, pero habría desatado un proceso al que luego se sucedieron las dificultades de respirar y finalmente un edema. Además de todos los peritos de parte, al dictamen de Trezza se opuso el realizado por un equipo de ocho profesores titulares de la Facultad de Medicina de la UBA que sostuvieron que el factor determinante fue una afección cardíaca previa que tenía Matías y que le produjo las dificultades en la respiración, por lo cual se produjo una muerte súbita. La jueza ni siquiera absolvió a los jóvenes por el beneficio de la duda y ahora el expediente llegará a la Cámara de Apelaciones. Este tribunal viene revocando casi todas las decisiones de la jueza, le ha hecho cuestionamientos durísimos y la lógica indica que es muy probable que revoque los procesamientos.

Cuatro de los jóvenes fueron procesados por homicidio preterintencional, que significa tener intención de causar daño y matar sin querer. En el caso de Matías, le pegaron varios golpes en el marco de una agresión, pero no hubo deseo de matarlo. El procesamiento de los otros tres jóvenes es por homicidio culposo, que consiste en matar por accidente. La jueza considera que aunque esos jóvenes no participaron de la pelea, estaban en el grupo que enfrentó a Matías y después lo acusaron falsamente de haberse robado un celular. Eso contribuyó –según la jueza– a la muerte. Todos los jóvenes seguirán excarcelados. Además, seis de los chicos que participaron de la pelea fueron declarados “inimputables”, por tener menos de 15 años.

En el caso hay muy pocas cosas claras y casi todos los hechos están discutidos. En principio, la secuencia fue la siguiente:

- El 9 de marzo de 2006, a las dos de la mañana, Matías fue con dos amigos a un quiosco de Salguero y Figueroa Alcorta a comprar cerveza y fernet. El quiosquero no les vendió las bebidas porque dijo que a esa hora no podía despachar alcohol.

- Un grupo de jóvenes, encabezado en ese momento por Martín N. G., agredió a Matías y sus amigos. Quienes estaban con Matías afirman que no medió palabra; el otro grupo sostiene que Matías salió del kiosco diciendo “estos negros de mierda se quieren colar”. La jueza les creyó a los amigos de Matías, entre otras cosas porque algunos de los que estaban con Martín afirmaron que le gustaba pelearse.

- En la pelea entre los jóvenes no hubo ningún golpe decisivo ni se produjeron lesiones que pudieran causar la muerte. Es más, Matías peleó con N. G. y, pese a que éste era más grandote, le había metido los mejores golpes. Está claro que en algún momento uno de los muchachos levantó una piedra para tirársela a Matías, pero desistió ante una advertencia del quiosquero.

- Los que se pelearon con Matías y sus dos amigos totalizaban 13 jóvenes, pero no eran un solo grupo ni conformaban una pandilla. Ante la inferioridad numérica, Bragagnolo y sus amigos salieron corriendo. A mitad de camino Matías se cayó y posteriormente empezó a tener problemas de respiración.

- De esa forma llegó al hall del edificio de la calle San Martín de Tours, lugar en el que intervino el policía Luis Villegas. El oficial revisó con cierta violencia a Matías, apartó a los grupos y se fue. Por ese accionar, la jueza ya lo había procesado por vejación e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

- Instantes más tarde, Matías se desmayó y entre sus amigos y algunos de sus adversarios intentaron reanimarlo. Según el estudio de la UBA, lo hicieron mal, oprimiéndole el pecho e impidiéndole todavía más la respiración.

El gran enigma del caso Bragagnolo es la razón de la muerte del joven. El forense Trezza hizo un primer dictamen, luego lo enderezó en su segunda autopsia sosteniendo que el proceso se inició con un golpe que recibió Matías. Se ve que a la jueza le quedaron grandes dudas. Por eso pidió un nuevo dictamen a la UBA. Cuando el equipo de profesores se inclinó por la hipótesis de la muerte súbita, con hincapié en un mal cardíaco anterior, la jueza Salgueiro intentó anular el dictamen, pero la Cámara fue categórica y le dijo que no se puede anular un estudio pedido por ella misma. Lo llamativo es que en el fallo de ayer desechó el trabajo de la UBA y ni siquiera mantuvo –como era de prever– sus dudas. Directamente convalidó lo dicho por Trezza y procesó a los siete jóvenes. En los tribunales evalúan que es poco probable que la Cámara convalide su decisión.

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Matías Bragagnolo falleció después de una pelea en Palermo. Un informe de la UBA dice que los golpes no causaron la muerte.
 
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