SOCIEDAD › AEROLINEAS CASI NO OPERO Y MILES DE PASAJEROS VOLVIERON A QUEDAR VARADOS

Otro día de caras largas en Aeroparque

Por el “quite de tareas” de los empleados de mostrador, que se sumó a la niebla, a la mañana hubo pocos vuelos. A la tarde fueron directamente cancelados por la empresa. El gremio ratificó la medida. Aerolíneas admite que “la situación no podrá solucionarse en forma rápida”.

 Por Pedro Lipcovich

Hasta anoche no se había resuelto el conflicto entre Aerolíneas Argentinas-Austral y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) que obligó a suspender la mayoría de los vuelos previstos para ayer en Aeroparque. Todo indicaba que la “retención de tareas” por parte de los empleados de atención al público continuará, por lo menos, durante las primeras horas de hoy. La empresa anunció su decisión de “reprogramar y cancelar servicios hasta tanto el personal deponga su actitud”. Según la APA, “la empresa no cumplió sus promesas de incorporar más personal de seguridad y de atención al público”. Según delegados del personal de Aeroparque, la solución sería “disminuir la jornada de trabajo y el tiempo de exposición ante el público”. El conflicto se había desatado el sábado y recrudeció el domingo, en ambos casos a partir de agresiones a empleados por parte de pasajeros. El mismo delegado sostuvo que “los pasajeros se exasperan porque, desde hace muchos meses, Aerolíneas demora y cancela vuelos en el marco de una política de vaciamiento”.

La “retención de tareas” había empezado el sábado a mediodía, cuando un pasajero golpeó a una empleada del check-in, y se había renovado el domingo a la tarde, cuando nuevamente un pasajero violento atacó a un empleado; durante todo el fin de semana, la niebla agravó las demoras y cancelaciones que ya se venían produciendo en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. Ayer, la medida de fuerza continuó durante la jornada, en la cual, según datos extraoficiales, se cancelaron 29 de los 46 vuelos previstos en el Newbery, donde, desde media tarde, Aerolíneas Argentinas anunció que suspendía todas las partidas.

“La empresa ni siquiera se toma el trabajo de avisar por teléfono a los pasajeros para que no vayan hasta el aeropuerto”, comentó Pablo Dolagaratz, secretario gremial de APA. Según el gremialista, las medidas “inmediatas” que debería tomar la empresa consiste en “contratar más personal de seguridad y más empleados de atención al público. El problema no se soluciona sólo con personal de seguridad. Cuando hay demoras, por problemas climáticos u otro motivos, se achica el lapso entre un vuelo y otro y, al haber pocos empleados, se forman cuellos de botella en la atención”. Otras medidas requeridas por el gremio incluyen “el mejoramiento de las instalaciones, de modo que los empleados no queden tan expuestos”.

Cristian Fontana, uno de los delegados del personal en Aeroparque, sostuvo que “no pedimos más personal de seguridad, sino medidas que garanticen la integridad física y psíquica de los trabajadores”, entre las que destacó: “Que se reduzca la jornada de trabajo, que es de nueve horas por día, y que disminuya el tiempo de exposición al público: muchas veces estamos cuatro o cinco horas corridas atendiendo; varios compañeros tuvieron que tomar licencia por estrés o están bajo tratamiento psiquiátrico”. Otra fuente de APA, sin embargo, señaló que “para reducir el horario habría que obtener un cambio en el convenio colectivo que declarara insalubre la actividad en atención al público”.

Jorge Molina, vocero de Aerolíneas Argentinas, anticipó que “la situación no podrá solucionarse en forma rápida”. Según Molina, ayer, en el Ministerio de Trabajo, la empresa acordó con APA “ofrecer mayor seguridad privada”. La entidad gremial niega que haya existido ese acuerdo. Un comunicado de Aerolíneas sostiene que “no se cumplen acuerdos firmados, situación que obligará a la empresa a reprogramar y cancelar servicios hasta tanto el personal en conflicto deponga su actitud”.

Para el delegado Fontana, “la causa de fondo está en que el grupo que controla Aerolíneas Argentinas está vaciando la empresa: gran parte de la flota está fuera de servicio por falta de repuestos, pero programan vuelos como si la flota estuviera completa y, entonces, deben reprogramarlos. Así, el pasajero se siente manoseado”.

Anoche, no había prevista otra reunión entre la empresa y el sindicato. Una fuente gremial dio por hecho que la medida de fuerza continuaría en las primeras horas de hoy: “Tal vez haya reunión con la empresa a la mañana o al mediodía”.


Ezeiza, invisible

El aeropuerto de Ezeiza estuvo ayer cerrado, hasta las 7.30, a todo tipo de operación, debido a que la visibilidad era “cero” por la niebla. Desde esa hora comenzaron a producirse algunos arribos, pero los servicios recién se realizaron con total normalidad a partir del mediodía. El vocero de la Fuerza Aérea, comodoro Jorge Reta, confirmó que el problema estuvo focalizado en Ezeiza, que estuvo cerrado entre las 6 y las 7.30. Los bancos de niebla en el conurbano bonaerense fueron provocados por un frente caliente procedente de Corrientes y Entre Ríos. El comodoro Reta dijo que para operar se necesita, como mínimo, una visibilidad de 300 metros. A las 6 de la mañana había “cero metro de visibilidad”.

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Las medidas de los empleados comenzaron luego de que dos de ellos fueran agredidos por pasajeros.
 
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