SOCIEDAD › CAPTURAN A UNA ENFERMERA ARGENTINA QUE HACIA TRABAJO VOLUNTARIO

Un secuestro en el infierno somalí

Una joven de Bella Vista que viajó en agosto a Somalia como voluntaria de Médicos sin Fronteras fue secuestrada por un grupo armado junto a una médica española. Hasta anoche no pudo ser liberada. El país africano vive desde hace años una crisis que lo volvió ingobernable.

Tiene 25 años, es enfermera egresada de la Universidad Austral y en agosto pasado viajó a Somalia como voluntaria de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF). El país africano se deshace desde hace 16 años en una crisis que no parece tener solución. Ella, la enfermera argentina, fue a cumplir su primera misión: un proyecto de nutrición para quienes huyen del desastre. Ayer, la debacle política la golpeó de lleno: un grupo armado la secuestró junto a una médica española. La policía interceptó a los captores y tras un tiroteo comenzó a negociar la liberación de ambas mujeres. Al anochecer –como prácticamente no hay luz eléctrica en el país–, las tratativas se suspendieron hasta hoy.

La enfermera argentina Pilar Bauzá Moreno y la médica española Mercedes García fueron sacadas de un vehículo a punta de pistola cerca de los almacenes de un centro para refugiados de la ciudad de Bosasso, en el nordeste del país africano. Momentos después, policías movilizados de urgencia localizaron a los captores y rehenes en la localidad de Giriso, a cinco kilómetros de Bosasso, rodearon la vivienda y comenzaron a negociar la liberación de las cooperantes médicas. Dos de los secuestradores se entregaron al comenzar el cerco policial, pero al menos otros cuatro permanecían dentro del lugar y amenazaban con matar a las secuestradas si no se les respetaba la vida o se les permitía salir libres.

La responsable de comunicación de MSF en Argentina, Laura Colange, explicó que a pesar de la violencia que sacude desde hace años a Somalia y a su capital Mogadiscio, mucha gente se desplaza a Bosasso porque allí se vive una relativa tranquilidad. “Es una localidad donde llegan muchos desplazados en pateras (embarcaciones precarias) y por eso el trabajo que MSF realiza con este sector en riesgo”, explicó la responsable de la ONG.

Asimismo, puntualizó que dicho programa se dedica a la parte de nutrición –la médica española secuestrada es especialista en nutrición– por el alto índice de mortandad que existe por esa causa: “Uno de cada 5 niños muere por falta de alimentos antes de los 5 años”, contó.

Fernando Rolandelli, encargado de Negocios de la embajada argentina en Nairobi, Kenia, con concurrencia en Somalia, señaló que los argentinos que concurren a esa zona de Africa “saben lo que está pasando, pero tienen la esperanza de que no les toque a ellos”. Según explicó el funcionario diplomático, la ciudad de Bosasso, donde fueron secuestradas las voluntarias, es “un puerto en el golfo de Yemen, a través del cual los desplazados somalíes que se van escapando de la guerra tratan de cruzarlo para irse a Yemen por cualquier medio posible”. “Es gente que llega a pie o después de haber pagado dinero para ir con milicias, caminan durante días por el desierto. Hoy debe ser uno de los tres lugares más calientes de Somalia”, enfatizó.

Informes publicados por las Naciones Unidas en noviembre revelaron que la crisis que vive Somalia desde hace 16 años y que se acentuó en los últimos tiempos transformó a ese país en la mayor tragedia humanitaria de Africa, por encima de Darfur. Antigua colonia británica e italiana, Somalia sigue siendo técnicamente un Estado que en la práctica es un territorio ingobernable desde 1991 y desgarrado en luchas de múltiples

clanes, donde las matanzas y los saqueos forman parte de su paisaje habitual. Las 40 ONG internacionales que trabajan en la zona hicieron un llamamiento conjunto para alertar de la crisis extrema y denunciar que les resulta imposible moverse en medio del caos. La diferencia con otras grandes crisis es la seguridad, ya que en amplísimas zonas de Somalia ni siquiera llega la ayuda porque nadie se atreve a entrar. Por tanto, nadie sabe lo que sucede.

Tampoco se sabía anoche qué sucedía exactamente con las dos secuestradas, ni qué grupo las capturó. El presidente de la región semiautónoma de Puntlandia –donde se encuentra Bosasso–, Adde Musse Hersi, apuntó hacia un antiguo ministro de Puertos y Pesca. “El está detrás del secuestro y está colaborando con los enemigos de Puntlandia”, afirmó la máxima autoridad ejecutiva de esa región del país. Según relató un traductor que acompañaba a las profesionales de MSF, García y Bauzá fueron llevadas a la fuerza por seis secuestradores, de los cuales tres estaban enmascarados. “Nos apuntaron con sus armas, recogieron todos los teléfonos móviles y se llevaron la llave de nuestro vehículo”, agregó. Tres somalíes que acompañaban a la española y a la argentina quedaron en libertad.

Patricia de Bauzá, madre de Pilar, dijo que mantiene contacto permanente con la organización, pero que la situación de su hija no se modificó. “No tenemos novedades”, afirmó a la tarde. Pilar vivió en la casa familiar de Bella Vista junto a sus padres hasta hace cinco meses, cuando decidió viajar a Somalia como forma de concretar su “fuerte vocación” de servicio, como definió uno de sus familiares. La enfermera tiene cuatro hermanos, tres varones y una mujer.

El gobierno argentino dijo que está “profundamente preocupado” y sigue “muy de cerca y activamente” la situación de Pilar Bauzá. El canciller Jorge Taiana dio instrucciones de trabajar “estrechamente y en coordinación con las autoridades españolas a través de la embajada de ese país en Buenos Aires y con las embajadas argentina y de España en Nairobi, Kenia”.

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La enfermera trabaja en un proyecto de nutrición para los desplazados por los conflictos.
 
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