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Unidos por la mano dura

Susana Gimenez. “El que mata tiene que morir”, dijo la diva de la pena de muerte, Susana Giménez, y desató la campaña tras el asesinato del decorador Lanzavecchia. “Termínenla con los derechos humanos y esas estupideces”, clamó. Después dijo que no era para tanto: “Yo soy católica, no quiero la pena de muerte, pero tampoco quiero que un sádico tenga un mes de cana porque tiene 18, 15 o 16 años”.

Roberto Sanchez, Sandro. “Vamos a hablar bíblicamente. El que diga que Susana estuvo mal, que se corte un dedo de la mano”, agregó Sandro. “Susana actuó como si a mí me hubieran matado a mi hermano. Ella puso los huevos arriba de la mesa. ¿Por qué tenemos que ser hipócritas? Los que matan tienen que morir. Y ojo, yo no estoy a favor de la pena de muerte, porque soy cristiano.”

Cacho Castaña. “Si a mí me matan a mi mujer o a mis hijos saco una Itaka y no paro de matar gente. En un momento de calentura porque te matan a tu viejo delante tuyo a los ocho años, a ese pibe con qué lo conformás... le van a ir con la democracia, los derechos humanos... no”, sostuvo. Y señaló: “Acá con 300 ladrillos solucionamos todo. 300 ladrillos nada más, hay que hacer un paredoncito y listo”.

Gerardo Sofovich. “La pena de muerte ya está instalada en los delincuentes”, arengó. “Yo no soy partidario de la pena de muerte, las estadísticas no dan seguridad usando ese método. Susana hizo que la Presidenta se ocupe, pero equivocadamente primero dijo que es una responsabilidad de todos y no es de todos sino del Estado. La solución no es la pena de muerte. Aunque no la quiero, sí creo que cabe para el delito aberrante.”

Marcelo Tinelli. “Acá te matan y nadie hace nada. ¿Hay que esperar que a uno lo maten para hacer justicia por mano propia?”, preguntó, caminando al borde de la apología del delito. “Se habla de los derechos humanos y yo soy un luchador por los derechos humanos, pero la vida también es un derecho humano –dijo–. Los delincuentes están libres y yo tengo que vivir en un country entre rejas.”

Guillermo Coppola. El ex manager de Diego Maradona salió medio al cruce y medio a apoyar el exabrupto de Susana Giménez. “Hay que entender las declaraciones en caliente –dijo como poniendo paños fríos a la polémica pero justificando el reclamo en una supuesta ausencia de leyes duras o de incumplimiento de las mismas–. Habrá que poner leyes más duras y que se cumplan las condenas.”

Moria Casan. La vedette se declaró totalmente de acuerdo con las declaraciones de Giménez: “Defiendo a Susana porque estaba hablando desde lo emocional... ¿Cómo se atreven a juzgar las frases de ella?”, dijo y aseguró que su hija estaría dispuesta a abandonar el país e irse a vivir al Uruguay debido a la inseguridad.

Luis Alberto Spinetta. La pena de muerte, dijo, “no es el camino para resolverlo, pero te sube la tanada y vos querés justicia por mano propia”. “No estoy a favor de la pena de muerte, pero a alguna gente habría que pegarle un tiro en la cabeza.” Y concluyó: “Para mí las expresiones de ‘mátenlos de un tiro a estos guachos’ son genuinas. Te cortan los brazos, te dan con un hacha, te linchan en público, no sé. Es talibán matar así, por matar, genera un fundamentalismo. Y uno no quiere caer en eso”.

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