En la décima Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas, realizada en el Senado nacional y organizada por la asociación Intercambios, hubo coincidencia entre especialistas, legisladores y funcionarios sobre la importancia de despenalizar la tenencia para uso personal. Las políticas de seguridad “deben centrarse en la persecución del narcotráfico en vez de poner la lupa en los más débiles, en el eslabón más débil de la cadena de comercialización”, dijo Cristina Caamaño, funcionaria del Ministerio de Seguridad de la Nación. Su par de la cartera de Trabajo, Alvaro Ruiz, destacó que el Estado nacional asumió una “fuerte decisión de generar una política” de inclusión de los usuarios problemáticos.

“Es necesario que el debate parlamentario en torno de este tema preste atención a los fundamentos basados en la evidencia científica, única forma de alejar los fantasmas del miedo y de delinear una política de Estado a largo plazo”, señaló Graciela Touzé, titular de Intercambios. Luego recordó que ya se inició una campaña llamada “15 ideas por una nueva ley de drogas”, para acercar propuestas de diversos actores sociales. La diputada Adriana Puiggrós coincidió y recordó que en paralelo hay que definir una “política integral” de atención a usuarios.

El representante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), Néstor Toyos, aclaró que “la definición de adicciones como enfermedades, según la Ley Nacional de Salud Mental, las coloca en un pie de igualdad con las demás. Aún en el caso, absolutamente discutible, de considerarlas ‘contagiosas’, su tratamiento no debe escapar del contexto médico sanitario”. Luego señaló los alcances que debe tener el tratamiento a usuarios problemáticos: “Quien asume a su cargo el papel de rehabilitación debe asumir, también, la reinserción del paciente en un contexto de desarrollo personal diferente”.