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Domingo, 20 de marzo de 2005

MERCADO INTERNO VS. EXPORTACIONES

La llave no se cerró

Mientras se padece una crisis de abastecimiento, las ventas externas de gas siguieron subiendo, según el investigador De Dicco sobre la base de datos oficiales.

Por Ricardo De Dicco *

Al analizar las exportaciones de gas natural argentino, sobre datos del Enargas, se puede observar que al finalizar el ejercicio 2004 las exportaciones totales de este hidrocarburo se incrementaron un 8 por ciento respecto al año anterior, es decir, alcanzaron los 7299 millones de m3. En el caso de las exportaciones destinadas a Chile, el aumento fue superior al 7 por ciento en relación al año 2003, totalizando 6731 millones de m3; las ventas a Brasil subieron más de un 9 por ciento, alcanzando 448 millones de m3, y las realizadas a Uruguay se incrementaron más del 77 por ciento, alcanzando 120 millones de m3. En suma, del total de las exportaciones de gas natural registradas el año pasado, 92,2 por ciento se destinaron a Chile, 6,2 a Brasil y a Uruguay el 1,6 restante.
Cabe destacar que en los tres primeros meses de 2004 las exportaciones de gas natural realizadas a Chile alcanzaron registros históricos. En enero del año pasado se observa un incremento del 26 por ciento en las exportaciones a Chile respecto a igual mes de 2003. En febrero se registró un aumento del 33,5 por ciento en relación a mismo mes del año anterior, y un 8,5 respecto al mes anterior.
En el primer mes de la denominada “crisis del gas 2004” (marzo) se registró casi un 9 por ciento de aumento respecto a igual mes del año 2003, mientras que para abril del año pasado se registraron volúmenes de exportaciones similares a los de igual período de 2003. La única disminución relevante llegó en mayo, registrándose una caída de 12 por ciento respecto a igual mes del año anterior, mientras que en junio de 2004 se lograron nivelar los volúmenes de exportación con registros similares a igual mes de 2003, y 5,6 por ciento superior a mayo de 2004.
La evidencia indica que las “restricciones” supuestamente aplicadas a la exportación de gas natural no tuvieron ningún efecto durante los tres meses que duró la denominada “crisis del gas” (marzo-abril-mayo), que, vale decir, fue provocada por las productoras gasíferas para presionar a la administración Kirchner a que incremente significativamente las tarifas de servicios públicos de electricidad y gas natural.
Durante el verano 2005 algo similar se replicó para el caso del gasoil, insumo primordial para el sector agropecuario, entre otras ramas de actividad. Las petroleras cortaron el suministro, como mecanismo de presión para que el Gobierno eliminara las retenciones a la exportación y permitiera que el precio del combustible comercializado en el mercado local fuera referenciado con el internacional. A eso se le llama aquí y en cualquier parte del mundo extorsión. Sin embargo, ninguna de las empresas involucradas fue sancionada con el rigor de la ley.
Ahora bien, según la consultora Equis, basada en datos del Indec, más de 13 millones de argentinos no tienen acceso al gas natural por redes (a modo ilustrativo, el ciento por ciento de los hogares de las provincias del NEA: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, no tienen acceso al gas natural), donde aproximadamente un 58 por ciento de los mismos vive por debajo de la línea de pobreza, consumiendo energéticos alternativos: 80 por ciento consume gas licuado de petróleo (GLP) envasado en garrafa y el 20 por ciento restante quema leña, plásticos, residuos vegetales/animales, etc.
Sin embargo, las exportaciones de gas natural continúan incrementándose año tras año, cuando las leyes nacionales 17.319 (de Hidrocarburos) y 24.076 (Marco Regulatorio del Gas) las prohíben al encontrarse insatisfecho el mercado interno. Este es uno de los resultados de los programas de privatización de la cadena hidrocarburífera: nula expansión de la red troncal de gasoductos para abastecer el mercado interno y construcción de diez nuevos gasoductos para satisfacer únicamente las necesidades energéticas de mercados externos entre 1996 y 2003 (siete a Chile, dos a Uruguay y uno a Brasil). Vale recordar que el último gasoducto troncal en ingresar a la red fue el NEUBA II, en 1988,construido por Gas del Estado. El fracaso del modelo energético neoliberal es indudable.
Por otra parte, el consumo nacional de gas natural registrado en 2004 fue equivalente a 33.476 millones de m3, el cual representa un incremento del 8,6 por ciento respecto al consumo de 2003, y casi un 7,2 de aumento en relación a 2000, año en que se había registrado la mayor demanda interna. De esos 33.476 millones de m3 de gas natural consumidos en el mercado interno, 20,7 por ciento correspondió a usuarios residenciales, 3,3 a comercios, 1,1 a entes oficiales, 33,5 a las industrias (incluye RTP-Cerri), 30,9 a las usinas eléctricas (incluye consumo de gas en “boca de pozo”), apenas 9,1 al GNC y 1,4 a subdistribuidores.
Cabe señalar que al analizar la producción total de gas natural de 2004, equivalente a 48.280 millones de m3, en base a datos de la Secretaría de Energía, considerando un consumo nacional y exportaciones de este fluido equivalentes a 33.476 millones de m3 y 7299 millones de m3, respectivamente, en base a datos del Enargas, no queda muy claro cuál fue el destino de los 7505 millones de m3 restantes; en 2003 quedó sin resolver el destino de 15.442 millones de m3.
Esos faltantes quizá se deban a que el Estado se ha divorciado de sus funciones básicas: gestión, planificación, control y regulación de la cadena energética como resultado de las reformas estructurales iniciadas en los ‘90.
El oligopolio energético resultante de tales reformas tiene desde hace tiempo el poder para actuar en la formación de precios de combustibles y tarifas de gas y electricidad. Si el Estado no cumple con sus funciones básicas y no recupera la renta energética, las posibilidades de desarrollo de Argentina se verán perdidas entre los años 2010 y 2012, cuando las reservas comprobadas de petróleo y gas natural (cuya explotación cubre el 90 por ciento de las necesidades energéticas del país) queden definitivamente agotadas.

* Investigador del MoRENO y del IDICSO –Instituto de Investigación en Ciencias Sociales. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del Salvador–.

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“El fracaso del modelo energético neoliberal es indudable”, afirma De Dicco.

Polémica

• “Las exportaciones totales de gas se incrementaron un 8 por ciento en 2004 respecto del año anterior.”

• “En el caso de las ventas a Chile, el aumento fue superior al 7 por ciento.”

• “El oligopolio energético tiene el poder para actuar en la formación de precios de combustibles y tarifas de gas
y electricidad.”

 
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