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Domingo, 19 de septiembre de 2004

DESECONOMíAS

Cursos para defraudadores por Julio Nudler

 Por Julio Nudler

Hay que ver si este negocio funcionaría en la Argentina. Pero en Manhattan, Steven Oberfest ofrece en su renombrado gimnasio, el Underdog Fitness, un Programa de Optimización de la Estadía en Prisión (IOP, en su sigla inglesa). Es un producto diseñado para delincuentes de cuello blanco (empresarios, ejecutivos, profesionales externos) que por haber cometido algún fraude, pagado un soborno u obstruido a la Justicia, tienen que ir a pasar algún tiempo a la sombra.
Esa gente suele ganar mucha plata –millones o al menos cientos de miles de dólares al año–, sienten gran autoestima y autoconfianza, pero ante una sentencia que los envía a la cárcel, tiemblan asustados, no pueden controlar sus nervios y no pueden entender qué funcionó mal o por qué se los castiga.
Oberfest, que es también personal trainer, se hace cargo de prepararlos para la temporada que deberán pasar tras los barrotes, cobrándoles 20 mil dólares por el humanitario servicio, que se presta en unas cien horas. Lo primero que intenta es que se reconecten con ellos mismos. No por nada, Oberfest es un budista practicante, tierno y amable, a pesar de su corpulencia, sus tatuajes y su afición por la lucha.
Una vez que los futuros reclusos están autoconectados, les enseña cómo es eso de estar en prisión: los ruidos que oirán, la clase de gente con la que deberán tratar y el argot propio de esos lugares. Si es preciso, monta todo un simulacro para ambientar al cliente.
El curso incluye una buena preparación física y artes de autodefensa, por si se sufren agresiones o asaltos sexuales. Enseña a realizar ejercicios en espacios muy reducidos. Oberfest no revela los nombres de sus clientes, pero se supone que la nómina incluiría a Martha Stewart, la fundadora de una gran empresa de productos para el hogar, que se metió en problemas por la venta de unas acciones.
Con escándalos como los que han envuelto en los últimos años a tantas grandes compañías, y también a auditoras, no falta demanda de cursos preparatorios como éste. El IOP fue lanzado hace tres años, y hay una media mensual de dos alumnos mensuales, lo cual significa que más de setenta delincuentes económicos pagaron para saber anticipadamente cómo adecuarse a un alojamiento más modesto que el que habitualmente los alberga.
En la Argentina de las prisiones VIP, tal vez los incentivos para tomar un curso previo sean menores. También ha sido escasa hasta ahora la cantidad de grandes defraudadores y corruptos que fueron efectivamente condenados a la cárcel, con lo que la demanda potencial se reduce considerablemente.

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