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La Secretaría de Finanzas diseñó una estrategia como base del Programa Financiero de este año para manejar los pasivos y, de ese modo, convencer al mercado de que no hay posibilidades de default como se cansaron de repetir analistas de la city local e internacional. Los principales pasos de esa política son los siguientes:

1

Renegociar el tramo internacional de los préstamos garantizados que suman 1800 millones de dólares. La estimación es canjear, al menos, 1000 millones con bonos de vencimiento en el 2014. La nueva emisión contempla una quita del capital del 2 por ciento.

2

Ofrecer el canje de los 8000 millones de dólares de stock de Boden 2012. En este caso, la lupa está puesta en los inversores internacionales. En Economía no quieren canjear los Boden 2012 que se les dieron a los ahorristas que quedaron atrapados en el corralito, porque lo consideran una mala señal a nivel local. Tampoco esperan que en el extranjero se canjeen los bonos que vencen este año. Por eso la expectativa es lograr un máximo de 6000 millones de pasivos postergados. La oferta será un bono de largo plazo como el Discount 2033, pero sin quita.

3

Para intentar despejar el malestar internacional hacia el país, el Gobierno piensa reabrir el canje de deuda con los holdouts. Se les ofrecerá pagarles capital e intereses devengados con un Discount que incluye una quita similar a la de la renegociación anterior, que alcanzaba el 66,7 por ciento. A diferencia de la renegociación comenzada el año pasado, no se les exigirá el desembolso de fondos frescos.

4

Dada la cantidad de críticas de países, incluyendo a los del Primer Mundo, hacia el FMI, se piensa que se puede volver a negociar con ese organismo financiero internacional sin pagar costos políticos. Esta semana el vocero del Fondo, David Hawley, anunció que esa institución multilateral está interesada en profundizar las relaciones con Argentina. Los presidentes Lula da Silva y Cristina Fernández acordaron sostener una posición conjunta ante el FMI, que se basa en que ese organismo destine fondos a los países que sufrieron fuga de divisas a partir de la crisis financiera internacional.

5

La jugada más arriesgada se realizará en junio próximo. Para esa altura el Gobierno piensa tener terminadas las negociaciones mencionadas en los párrafos anteriores. En ese contexto planea emitir un nuevo bono a nivel local e internacional por aproximadamente 1000 millones de dólares. Sería el primer paso para reabrir los mercados financieros para el país. En el marco local se especula con que los bancos pueden destinar una pequeña parte del exceso de liquidez con que cuentan actualmente, dado que los depósitos siguen creciendo, pero se frenaron los créditos. A nivel internacional se espera que los bancos de inversión, ansiosos por realizar nuevos negocios, ofrezcan a sus clientes ese nuevo bono.