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Miércoles, 23 de abril de 2008

HOMENAJE A LA OBRA PERIODíSTICA DE JUAN GELMAN EN MADRID

Dejarlo todo en cada palabra

A sólo unas horas de que el poeta reciba hoy el Premio Cervantes, Horacio Verbitsky, Juan Carlos Algañaraz y Juan Cruz trazaron una historia de los medios argentinos, a partir de su paso por las redacciones de La Opinión y Página/12, entre otras.

Iba a ser un homenaje al trabajo como periodista del poeta argentino Juan Gelman, pero terminó lejos de todas las formalidades, con abrazos, emoción y con todos los participantes –y algún inesperado invitado– sobre el escenario. Los periodistas y escritores Juan Cruz, Horacio Verbitsky y Juan Carlos Algañaraz se reunieron ayer para hablar sobre Gelman en la Casa de América de Madrid, en vísperas de que reciba hoy el Premio Cervantes. La tarde se convirtió en un repaso de la historia del periodismo argentino con la participación del propio Gelman y del dibujante Hermenegildo Sábat, que fue parte del público.

“Sólo la poética pudo relegar a un plano secundario la obra periodística de Gelman. Si no fuera el gran poeta que es, todo el mundo estaría hablando de lo gran periodista que es”, aseguró Verbitsky, quien hizo un recorrido por todas las redacciones que compartieron, desde la revista Confirmado, pasando por el legendario diario La Opinión y por Noticias, aquel proyecto de periódico político de la Juventud Peronista de los años ’70. Verbitsky subrayó que Gelman “sigue poniendo todo en cada palabra, como cuando era jovencito, y eso no se puede decir de todos los poetas y mucho menos de todos los periodistas, que suelen ser destruidos por el paso del tiempo”.

Gelman, a quien Algañaraz recordó siempre tapado de papeles en la redacción, estuvo en muchos de los proyectos que marcaron época en el periodismo argentino. “Nunca he vuelto a ver semejante calidad y sobre todo el talento que había en esta gente”, comentó Algañaraz sobre su paso por La Opinión. De aquellos días recordaron una anécdota, cuando en el suplemento cultural que dirigía Gelman se decidió hacer un especial sobre la ciencia ficción en la Argentina. Faltaban 40 líneas y Gelman decidió inventarse un cuento, que junto con el escritor Osvaldo Soriano atribuyeron a un inexistente autor del norte de la Argentina. “El cuento tuvo éxito y la gente preguntaba quién era aquel escritor, pero nunca se supo.” Gelman y Soriano cobraron la colaboración y “se la manducaron en el restaurante que había abajo de le redacción, que se llamaba El Pulpo”, explicó Algañaraz. Por eso bautizaron al escritor “Don Pulpo, y los que ya lo queríamos le decíamos Don Pulpito”.

En ese mismo diario, Sábat aportó un diálogo del escritor Jorge Luis Borges con la Argentina, “donde al final él juraba como presidente apoyando la mano sobre la vaca”, relató el dibujante. “Eso dio lugar a un libro que yo le dediqué a Juan (Gelman), Georgie Dear, que era un diálogo de Borges con la República en inglés, pero abajo salía la traducción, aunque no siempre exacta.”

Verbitsky también habló de la vida personal de Gelman y de cómo conoció a su actual pareja, Mara La Madrid, y se atribuyó incluso el papel de celestino. Fue por ella que Gelman se radicó en México, donde reside. El poeta habló de esta decisión personal, frente a los casi 14 años de exilio obligado por la dictadura argentina. Allí “goza de sus maravillas, de amigos muy entrañables”. “México ha tenido conmigo una generosidad muy extraordinaria, eso no significa que haya roto los lazos con mi país, pero han cambiado”, señaló. Y eso pese a que adaptarse no fue fácil, porque hay “muchos códigos que no se acaban de entender”. Por ejemplo, cuando un mexicano dice: “‘Le ruego encarecidamente que me pague la deuda’, hay que hacerlo porque eso significa mucho, casi una amenaza”, comentó Gelman entre risas.

Pero también hubo espacio para la emoción, al recordar el sufrimiento y la lucha de Gelman. “El trabajo periodístico más importante que ha hecho Juan fue su investigación primero para recuperar los restos de su hijo Marcelo, asesinado por la dictadura”, aseguró Verbitsky. “Y luego, junto con Mara, para encontrar a su nieta, a Macarena, que es la hija de Marcelo.” Lo dijo con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas, sobre todo al darse cuenta de que Macarena también se encontraba en la sala. Luego recordó un texto de Gelman, que comienza con un poeta que se sienta a la mesa y escribe y sabe que con esos versos no va a tomar el poder ni hacer la revolución. “Enumera todo lo que no va a lograr, y el último verso es: ‘Se sienta a la mesa y escribe’.”

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Juan Gelman estuvo en los proyectos que marcaron época en el periodismo argentino.
Imagen: EFE
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