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Lunes, 30 de noviembre de 2015

SERIES › JESSICA JONES, EL NUEVO ESTRENO DE MARVEL

Retrato de una heroína urbana

Una investigadora privada, víctima de abusos, se lanza a la batalla contra demonios muy creíbles. La cuestión de género no desentona en este relato noir, con menos de comic que de aridez neoyorquina, donde impacta la interpretación de Kysten Ritter.

 Por Federico Lisica

Sexo en la ciudad. Con esas referencias arranca Jessica Jones, cuyos trece episodios ya están dispuestos en Netflix. A contrapelo de Carrie Bradshaw en Sex & The City aquí no hay ningún tipo de glamour posible para esta newyorker. La protagonista (Kysten Ritter) es una investigadora privada dedicada a perseguir por unos míseros dólares a infieles y hacer trabajos sucios para un bufete de abogados. “En esta ciudad todos se acuestan con todos”, lanza con cierto sarcasmo. Quien recorre las calles de las alcantarillas humeantes anda estresada, desgreñada, con una cantimplora llena de alcohol y una lengua viperina. Si no fuera por el cartel de Marvel en los créditos uno descreería que se trata de un producto de esta usina. Lo cual es una verdad a medias ya que la plataforma digital viene buceando los llamados “héroes callejeros” de la casa de comics. A comienzos de este año lanzaron Daredevil, ésta es la segunda serie en esta línea más áspera, a la que le seguirán Iron Fist, Luke Cage y The Defenders en la que se dará un cruce de todos los mencionados.

Jessica Jones vive en su oficina, una pocilga situada en la zona de Hell’s Kitchen. Pasa los días y noches trabajando en el lado salvaje, lidiando con sujetos como el dueño de un club de striptease. Con una mísera cuota de sus habilidades, el tipo ruega clemencia al mismo tiempo que la amenaza con desenmascararla. “¿Parece que me escondiera?, no. ¿Sabés por qué? Porque nadie quiere enterarse. Quieren sentirse seguros”, le lanza. Un dato para nada menor: aquí no hay traje pegado al cuerpo para la dama y los superpoderes aparecen en cuentagotas, con un ingenioso manejo del fuera de campo, y prácticamente sin efectos computarizados. ¿Vuela?, ¿salta?, ¿por qué tiene fuerza sobre humana? No es lo que realmente importa.

Porque esta historia es la de una mujer lidiando con las secuelas de su affaire con cierto villano. Kilgrave (gran nombre) tiene la capacidad de controlar mentalmente a los demás, la tuvo bajo su influjo y obligó a hacer cosas impronunciables. Se lo creía muerto hasta que, investigando el caso de una estudiante perdida, el pasado volverá a pegarle fuerte. Se trata de un antagonista espeluznante (David Tennant), demasiado creíble, completamente contemporáneo en relación a la temática de violencia de género. Y Jessica irá en su búsqueda aunque sepa que puede ser destruida en el intento. El tópico de la feminidad aparece también en los títulos (“Noche de chicas”, “Los peores pervertidos”, “Eres un ganador”). Su mejor amiga (Rachael Taylor) y una abogada (Carrie-Anne Moss) cumplen roles secundarios exquisitos. Los hombres aquí son de lo peor, impulsivos, necios, timoratos, descreídos, manipuladores. El único que rompe el molde es un enigmático barman (Mike Colter) que tiene todo para ser un titán. Y lo es. Se trata de un crossover que anticipa el arribo de Luke Cage. ¿Hay escenas de sexo entre paladines? Muchas.

Sin estructura episódica, lo que se destaca es la construcción del personaje caracterizado por Rytter. La vampiresa que en Breaking Bad enamoró a Jesse Pinkman y tuvo una sobredosis, que en la sitcom Apartment 23 tenía el look y las frases siempre hirientes, se carga el personaje con esas señales y algunas vueltas de tuerca de lo que podría ser un clisé. De hecho la misma actriz contó que desconfiaba del posible retrato de la serie. Tras una charla con Melissa Rosenberg (productora de toda la saga cinematográfica Crepúsculo) decidió aceptar el papel. La tentó su idea de alejarse de la composición desde el ángulo simplista de una “superhéroe mujer”. “Cuando lo veo estoy orgullosa de lo que hicimos. El mayor halago que recibo es el de mujeres que ven el programa y lo adoran. Y no me refiero a fans de Marvel”, dijo en una entrevista con la publicación Vulture.

Con algunos toques noir (voz en off y pasajes de jazz), y ciertos machaques innecesarios de flashbacks, Jessica Jones se destaca como una ficción infrecuente por su mezcla de entretenimiento y tratamiento de tópicos complejos. “En cada esquina no sé qué hay del otro lado. No sé quién está del otro lado”, dirá la protagonista. Esa chica que rompió su puerta tras dejar KO a un violento. Ahora se niega a arreglar la entrada y prefiere que quede ese cartel de cartón previniendo. “Fragilidad”, se lee.

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La protagonista recorre los bajos fondos de Nueva York. La serie se ve a través de Netflix.
 
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