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Miércoles, 1 de agosto de 2012

MUSICA › ANDRéS LINETZKY HABLA DEL DISCO DIáSPORA EN BUENOS AIRES

La música como tradición familiar

El director del grupo Vale Tango y de la orquesta que acompaña a Ariel Ardit grabó durante años las reuniones musicales de su familia. El sello Winter & Winter recopiló esos registros en un disco inusual, que será presentado hoy en Café Vinilo.

 Por Diego Fischerman

Una de las historias empieza hace un siglo, en Rusia. Otra comienza en Buenos Aires. Y las dos se juntan en Alemania, con la edición de un disco que sale de lo común, publicado por Winter & Winter, uno de los sellos más prestigiosos del mundo. La primera es la del zeide José, violinista que llegó a los 13 años huyendo de las persecuciones y que, ya en esta ciudad, alternó las canciones en idische con el tango. La segunda es la de su nieto, Andrés Linetzky, director del grupo Vale Tango y de la orquesta que acompaña al cantante Ariel Ardit. El disco se llama Diáspora en Buenos Aires y allí se entremezclan los registros que hizo, a lo largo de veinte años, de las reuniones musicales de su familia, con las grabaciones del grupo tal como está conformado en la actualidad. Y se trata no sólo de diásporas sino de sobrevivencias.

“Recuerdo el comienzo, cuando tenía 8 años y él me sentó en el piano para que lo acompañara, tocando ‘La Cumparsita’”, cuenta Linetzky. El era su abuelo José y el comienzo lo fue en un doble sentido. Por un lado, porque a partir de allí tuvieron lugar esos encuentros musicales en los que fue enseñándole todo el repertorio que traía desde Europa. Pero también porque esa lejana iniciación tuvo que ver, además, con el tango. “Enseguida me di cuenta de que esos encuentros tenían una magia especial. Y a partir de ese momento comencé, grabar cada vez que tocábamos, al principio de manera más fortuita y después con más continuidad, cuando nos juntábamos con la familia todos los sábados al mediodía. Grababa por una cuestión sentimental, no porque tuviera un proyecto especial, y lo hice hasta que mi abuelo murió.”

Hoy a las 21, en Café Vinilo (Gorriti 3780) y en Scholem Aleijem (Serrano 341), la Familia Linetzky presentará en vivo este disco que, en Buenos Aires, se vende únicamente en la disquería Zivals. “A medida que fueron pasando los años se sumaron a ese dúo con mi abuelo cada uno de mis hermanos, e incluso mi padre, quien había tocado la flauta profesionalmente”, cuenta Linetzky. “Tocábamos en cada reunión, cumpleaños o evento familiar importante que se presentara”, recuerda Linetzky. “Después, cuando estas actuaciones tuvieron repercusión, comenzaron a llamarnos de otros lados.” La historia del disco se remonta, por otro lado, a una conversación que tuvo con Stefan Winter, presidente del sello que, entre otras cosas, ha editado parte de la obra de Mauricio Kagel, álbumes de Uri Caine, Dave Douglas, Ca-ssandra Wilson, Tim Berne y Paul Motian. “Cuando le comenté la historia de mi familia, me pidió que le mandara alguna grabación, que estaba interesado en escucharla. Después se fascinó, se le ocurrió la idea de este disco y me dijo que recopilara todo el material que existiera y que también grabáramos con la orquesta tal como suena en la actualidad. Con todo ese material, él creó algo fantástico: mezcló las grabaciones viejas con las actuales, sonidos de mi familia, ruidos de los almuerzos.”

Winter & Winter, que editará a fin de año un disco de Vale Tango, ya había publicado, casi en sus comienzos como sello, un álbum dedicado a música de fiestas venecianas, pero grabado en la terraza de un café de la Plaza San Marcos. Stefan (en realidad el único Winter del nombre), que antes regenteaba JMT, un subsello de Polygram dedicado al jazz actual, siempre manifestó un especial interés por los aspectos antropológicos de la música. “Me di cuenta de que allí había un material riquísimo aunque, claro, no todo tenía una calidad técnica impecable”, relata Andrés Linetzky. “Muchas de las músicas habían sido grabadas en ca-ssette, con un walkman, así que fue Winter el que ideó esto y encontró la manera de organizarlo. En realidad, nunca se me había ocurrido hacer esta música profesionalmente, porque mi música, hoy, es el tango. Pero sin embargo, y más allá de que las primeras músicas que toqué con mi abuelo fueron tangos, lo que las une, lo que hace que yo sea el mismo cuando toco unas y otras es esa tradición familiar de hacer música.”

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Andrés Linetzky y la postal de un grupo que arrancó tocando en reuniones familiares.
 
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