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Sábado, 30 de junio de 2012

TELEVISION › SASTURAIN COMIENZA HOY EN CANAL 7 DISPAROS EN LA BIBLIOTECA

Juan, el detective literario

Para analizar y entusiasmar con la novela negra argentina, esta vez el escritor se anima a ponerse en la piel de un personaje e iniciar, en ocho episodios, una pesquisa que lo conducirá a libros esenciales. “Hacerlo es muy divertido”, confiesa Sasturain.

 Por Emanuel Respighi

A esta altura, nadie puede dar fe si fue él el que impregnó a la literatura, o si en realidad fue la literatura la que se le infiltró en sus huesos, modos y gestos. Lo cierto es que uno ve a Juan Sasturain, escritor genial y pertinente difusor del placer de la lectura, y no puede más que pensar en algún personaje de novela o cuento. Y vale esta asociación libre, inmediata, tanto para delante de cámaras como fuera de ellas. ¿O, acaso, no será que Sasturain no es otra cosa que un personaje literario que se fugó de alguna historieta o cuento policial y aterrizó en el mundo real para contarlo? El dilema, lejos de revelarse, se profundiza aún más en Disparos en la biblioteca, el programa que el autor de Manual de perdedores y Wing de metegol estrena hoy en Canal 7. De emisión semanal, todos los sábados a las 20.30, la nueva propuesta avanza sobre la historia de la novela policial negra argentina, girando en torno de la cotidianidad de un detective literario.

Continuidad estilística de Ver para leer (el ciclo de Telefe que abordó la literatura en un par de temporadas) y de Continuará... (la serie sobre historieta argentina que se emitió por Encuentro), Disparos... es la nueva criatura televisiva en la que Sasturain sigue quebrando la supuesta frontera entre la literatura y la pantalla chica. A lo largo de ocho capítulos, el escritor de tono ameno y pinta bonachona se pone en la piel de un detective privado que, secundado por una devota secretaria (Mirta Wons), deberá resolver casos cuyas pistas terminarán llevándolo siempre a alguna obra o autor emblemáticos de la literatura policial argentina. Entre el humor y la transmisión a todo tipo de televidentes del placer innato de la lectura, Disparos... se aleja del repaso cronológico de la historia policial argentina, para posarse arbitrariamente en autores, textos o colecciones que forman parte del desarrollo del género en el país.

“Este programa es una cosa muy linda”, le cuenta Sasturain a Página/12. “Detectives... cuenta distintos aspectos de la literatura policial argentina. Pero no está concebida como una serie documental sino como una ficción, muy básica, en la que a este detective se le presenta un caso por episodio. Como sólo acepta casos literarios, los dilemas por resolver tienen que ver con autores y policiales, a los cuales se aprovecha para hablar sobre figuras y textos nacionales de la novela o el cuento negro. Es un programa que entretiene más que educa, y que tal vez a alguien estimule a abrir algún libro”, explica.

En medio de esa trama, más lúdica que dramática, Disparos... ofrece la oportunidad de acercarse a algunas de las más destacadas piezas y autores del policial argentino, a partir de las opiniones sobre el tema de reconocidas personalidades de la cultura, como Ricardo Piglia, Guillermo Martínez, Luis Chitarroni, Daniel Link, Rogelio García Lupo, Emilio Renzi, José Pablo Feinmann, entre tantos otros. “Cada episodio tiene una o dos charlas con escritores del género, para hablar de libros y autores, en el único momento conceptual del programa. Y también hay alguna referencia a las películas policiales, que me sirven como herramientas para resolver el caso”, detalla Sasturain. En el capítulo de esta noche, “Un caso sin norte”, la misteriosa desaparición de una brújula es el disparador del primer caso del detective literario. Empujado por Doris, su secretaria, Juan resuelve el misterio con la ayuda de Martínez, Chitarroni y el misterioso J. L., un informante del que poco se sabe pero que siempre tiene algún dato clave. Y, por supuesto, con las pistas que aparecen en la literatura policial de Jorge Luis Borges, específicamente en La muerte y la brújula.

Con una estética que remite a la ambientación y el vestuario en los que uno supone que transcurre una historia policial negra tradicional, Disparos... cuenta además con el agregado de dibujos –propios de los dibujantes judiciales– que le dan dinamismo a la propuesta, a cargo de Alfredo Flores. Para un amante del género y autor de novelas policiales como Sasturain, Disparos... pareciera ser el sueño del pibe hecho realidad: jugar al detective con piloto y todo. “A diferencia de anteriores propuestas, ésta tiene una cosa narrativa más elaborada, porque construyo un personaje. Es un detective propio de un policial bien negro, con problemas económicos y muy principista”, detalla.

–¿El que construye para Disparos.. es un detective más parecido al Philip Marlowe creado por Raymond Chandler o al Etchenique de sangre porteña que diseñó usted en Manual de perdedores?

–¡No tengo la más puta idea! Hago de detective sin dejar de ser escritor. Pero la verdad es que la pasé muy bien, me divertí mucho. Ojalá el personaje sirva para entretener al lector que está escondido en los televidentes.

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“Es un detective propio de un policial bien negro, con problemas económicos y muy principista.”
Imagen: Ana D’Angelo
 
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