6

de Jay Roach. Con Will
Ferrell, Zach Galafianakis y Jason Sudeikis.
2012, 85 min.
AVH.

En Hollywood, a los malos los matan o se redimen. Esa doxa inamovible termina echando por la borda todas las dosis de veneno que Locos por los votos había desplegado en su primera mitad. Vea la mitad, si quiere. Pero véala, porque hete aquí una de las películas más corrosivas sobre la política. Sobre la política como arte de cagar al prójimo y enriquecerse uno mismo, claro está. Preocupados por la popularidad del político más inescrupuloso de Carolina del Norte (Will Ferrell), los dos recontramillonarios más inescrupulosos del mundo inventan como candidato opositor al tipo más idiota del mundo (Zach Galafianakis). La primera media hora tiene una ferocidad cómica pocas veces vista, con buena cantidad de gags de antología.

6

de Diego y Pablo Levy.
Con Alan Sabbagh, P. Levy y Campi.
2012, 87 min.

Disney Arg.

Después de haber dirigido un documental cómico (Novias y madrinas, 15 años), los hermanos Diego y Pablo Levy dan un paso más y dirigen una comedia hecha y derecha. Hay ideas claras, un casting preciso y un ajustado timing en Masterplan. El problema es que también hay lugares comunes de cierto satirismo local (las referencias al berretismo criollo son tan facilongas como las de Los Vergara de hace treinta años), previsibilidad en el mecanismo de dominó que se abate sobre el héroe (perfecto Alan Sabbagh) y, algo bastante peor que eso, una misoginia que hace blanco sobre dos de sus arquetipos más remanidos: la novia pesada y la suegra insoportable. El ex tinelliano Campi está notable, como persecutorio inspector de seguros.