Por propuestas, día de realización –lunes– y clima –que se presentó bastante fresco–, la cuarta luna del Festival de Cosquín se preveía como la menos tentadora de las diez. Sin embargo, hubo un giro polémico y todo viró hacia lo contrario: más allá de la disfonía de Jairo, que provocó la suspensión de su recital “con lágrimas en los ojos” (ayer se anunció la reprogramación para el próximo lunes a las 21.30), se pudrió todo con Antonio Tarragó Ros. Sí, era la noche del chamamé y él, uno de los números fuertes, aguó la fiesta con fortísimas declaraciones que le vinieron como anillo al dedo a la “receptiva” agenda de políticos y medios. “Hasta que no se vaya el intendente de Cosquín, yo no vuelvo a tocar acá”, dijo el chamamecero quien, según comentó más de uno por lo bajo, en realidad ya venía molesto porque lo habían programado en un horario que no lo convencía.

La polémica estalló porque, según trascendió, el correntino no pudo invitar al escenario a Atilio De Angeli, el hermano de Alfredo, “para que recitara unos versos”. Tarragó (quien el año pasado supo hacer acto de presencia en los piquetes ruralistas durante el conflicto por las retenciones) lo tomó como un caso de censura (“igual que en los setenta”, dijo), mientras que para la comisión del festival, cuya cabeza es el intendente kirchnerista Marcelo Villanueva, simplemente fue una cuestión de contrato. Según el comunicado oficial emitido ayer por la organización del festival, a Tarragó se lo había contratado para presentar el mismo espectáculo que se había realizado en septiembre de 2008 en el Luna Park, bajo el nombre de Viva el Chamamé. “El productor nunca informó que iba a realizarse un cambio en la propuesta”, rezaba la circular. Pero Tarragó Ros, tal vez buscando un rápido impacto, denunció que si llegaba a subir De Angeli, la comisión iba a suspender el espectáculo. “Mientras Villanueva, que era mi amigo, siga siendo el intendente de Cosquín, no volveré ni loco a este festival, porque a esta altura de mi vida, de ningún modo puedo aceptar justificaciones sobre un hecho de censura”, expresó al acordeonista al portal Análisis Digital, de Entre Ríos. ¿Política, provocación o simple capricho? El tema se convirtió en la comidilla del día, aunque nadie pareció darle la trascendencia que las declaraciones altisonantes buscaban.