“Los abrazos rotos expresa mi admiración, mi amor por el cine y mi pasión por Penélope Cruz, que en este caso han coincidido en la misma película –-señala Pedro Almodóvar–. En cuanto a Penélope... La química entre dos personas haciendo este trabajo –yo creo que haciendo cualquier otro trabajo– es absolutamente un misterio, no se sabe cómo ocurre. Cuando ocurre, uno lo detecta y es maravilloso, porque cuando hay química eso hace que las dos personas hagan su trabajo mucho mejor que si están separadas. Pero cuando se da es como el amor, uno no sabe explicar en qué consiste ni tampoco sabe cómo provocarlo, pero cuando ocurre sí lo detecta perfectamente. En el caso de Penélope había cualidades de ella que es lo que yo demando de una actriz. A mí me interesa mucho el tipo de actriz que es, una actriz nada técnica, a pesar de que tenga su propia técnica, pero tú nunca la ves. Es absolutamente visceral, cuando actúa tiene necesidad de sentir lo que está haciendo, necesita estar muy conectada con la emoción. Entonces, para el tipo de personajes que yo hago, yo necesito eso. Por otra parte, a pesar de interpretar mujeres fuertes, ella particularmente tiene una fragilidad que unida a esa fortaleza es una mezcla maravillosa, como en Volver. Y además es una mujer que fotografía maravillosamente y es muy hermosa, entonces todas esas cualidades les vienen muy bien a mis personajes. Y después también es una mujer muy generosa, lo que significa que yo soy muy absorbente, entonces de pronto si le pido que venga dos meses antes para ensayar me da esos dos meses para ensayar, que tampoco todos los actores funcionan de ese modo.”