El ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, anunció hace unos días la creación de un Consejo de Artes Escénicas, encabezado por Kive Staiff y Mauricio Wainrot, que funcionaría como espacio de carácter consultivo para estrechar el vínculo entre las instituciones culturales de la ciudad. Wainrot asegura no haber aceptado aún el cargo ni definido sus funciones, aunque le interesa el proyecto: “Habría que determinar cuáles son las áreas y los temas que vamos a tocar. Además, si se trata de un consejo artístico, debería estar integrado por varias personas más”.

–¿Ese cargo sería compatible con la dirección del Ballet Contemporáneo?

–Sí. Ser su director no me limita para hacer otras cosas, como ir a montar obras como coreógrafo invitado a otras partes del mundo. Planeo las estrategias de trabajo de la compañía, organizo el repertorio, pero cuando todo marcha bien y otros coreógrafos ensayan, dispongo de tiempo. Esto les sucede a los directores de muchas compañías, incluso hay muchos que dirigen dos ballets simultáneamente en distintos puntos del planeta.

–El ministro anunció que el ballet tendrá un presupuesto autónomo.

–Es porque actualmente las producciones del ballet no están contempladas dentro del presupuesto del teatro, se financian con parte del presupuesto global del mismo. Le manifesté al ministro que me interesaba que el ballet tuviera un presupuesto para las producciones para saber con cuánto dinero contamos con anticipación y poder decidir cuántos programas haremos o a qué coreógrafos podremos invitar.