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Sábado, 27 de noviembre de 2010

TELEVISION

La adrenalina de subirse a un ring

En Contra las cuerdas, De la Serna se sacará una espina que tenía clavada en su cuerpo desde hacía tiempo, ya que podrá interpretar a un boxeador después de haberse preparado durante un año para interpretar a Ringo Bonavena, en un proyecto cinematográfico que se cayó a último momento por falta de financiación. “Esta es una manera de templar el espíritu, que había quedado muy dañado después de aquella frustrada experiencia”, confiesa. “No sólo porque me quitaron la ilusión de hacer a un personaje tan rico y entrañable como Ringo, sino también porque estuve trabajando el personaje durante un año entero. Iba metódicamente todos los días al gimnasio a hacer fierros y a entrenar boxeo, comía siete comidas diarias para aumentar de peso. ¡Hasta aumenté 15 kilos!”, subraya, con la desilusión aún a flor de piel. Fue tan fuerte el compromiso que había tomado con el papel de Bonavena que, pese a la caída del proyecto, el actor siguió haciendo boxeo por simple hobby. “Me gusta pegarle a la bolsa, saltar la soga, guantear, salir a correr... Dicen que es el deporte más completo. A mí me vino muy bien porque antes de empezar estaba hecho un desastre físicamente. Corría una cuadra y dejaba los pulmones en el asfalto”, confiesa. De hecho, fue De la Serna el que sugirió a la producción incorporar el boxeo a la historia. “Y cuando aceptaron volví a entrenar fuerte nuevamente, al punto de que casi debuto como amateur. Estuve a una semana de debutar como amateur en Balcarce, pero me bajé porque la producción no veía con muy buenos ojos que el protagonista corriera semejante riesgo. El vértigo que sentí al llegar a una semana de la pelea fue tremendo. Lo que pasa por la cabeza y el físico de un boxeador antes de pelear es algo que yo viví también, más allá de que no peleé”, cuenta, entusiasmado. ¿Se asemeja la adrenalina previa que se siente ante una pelea a la que transitó por su cuerpo antes de debutar en la tele? El actor no duda en su respuesta. “Son cosas distintas. Para boxear no sólo estaba poniendo el alma sino también el cuerpo, y ésa no es una diferencia menor”, remarca.

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