Entre las 29 canciones que suman ambos discos, se esconde una breve pero profunda poesía del cancionista y poeta uruguayo Fernando Cabrera, “Veredas de agua”, que antecede a la canción “Vecino”. Se trata de un pequeño manifiesto sobre la hermandad que une a la Argentina y Uruguay. Sucede, además, que la obra de Cabrera está siendo revisada por las nuevas generaciones de músicos. Se podría decir que es a la vez un músico de culto y popular. O que está justo en el medio. Sus canciones suenan en bocas de otros pero pocas veces se sabe que fueron compuestas por él. “Es de esos cancionistas que quizás no está en el top 20 de una FM pero la gente, cuando se emborracha, después de una fiesta o un asado, canta sus canciones en la calle o en una reunión. Y eso para mí es ser verdaderamente popular”, sostiene Johansen. “Es como un Kiko Veneno uruguayo. Veneno en España también tiene ese elemento de popularidad, de que la gente se emociona con su música y la canta profundamente. Fernando tiene letras que pegan cuando uno está con la guardia baja. Y tiene un perfil demasiado bajo, para no decir que es un fóbico. Juega con los silencios y el misterio de un modo superlativo. Fernando es de ésos en quienes uno comprueba la humildad de los grandes”.